¿Tiene sentido la moda del callo solar?: «Podemos tomar un café al sol a las nueve de la mañana sin crema en los brazos»

VIDA SALUDABLE

Dos expertas explican cómo obtener suficiente vitamina D sin arriesgar nuestra piel en verano
08 jul 2025 . Actualizado a las 13:05 h.El verano y el sol van de la mano como el café y la mañana. Por eso las tiendas se abastecen de cremas fotoprotectoras y sombrillas en esta época del año. Pero aunque en pleno 2025 estamos concienciados acerca del impacto de la radiación solar en nuestras células, persisten mitos sobre el protector solar y su aplicación sigue siendo, en muchos casos, menor de lo que debería.
No ayuda el hecho de que cada temporada estival se popularicen tendencias como el llamado «callo solar», un concepto que asegura que la piel puede construir, mediante la exposición repetida y progresiva a los rayos UV, su propio armazón de defensa frente a ellas, como si de un callo en el pie se tratara. Pero ¿qué hay de cierto en esto? ¿Cuánto sol es demasiado para nuestra piel? ¿Cuándo y cómo podemos tomarlo para aprovechar sus beneficios sin perjudicar nuestra salud? Lo analizamos junto a expertas de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).
Bronceado progresivo
La tendencia del callo solar, popularizada entre otros por el futbolista del Atlético de Madrid Marcos Llorente, consiste en permanecer bajo el sol en reiteradas ocasiones, de modo tal que la piel vaya adquiriendo un bronceado paulatino. ¿Qué efectos tiene esto en nuestra epidermis? «Cuando nos exponemos a la radiación ultravioleta se producen una serie de respuestas en nuestra piel, entre ellas, inflamación, engrosamiento de la piel y se produce más melanina, lo que hace que nos pongamos morenos», explica la doctora Inés Escandell, dermatóloga del Grupo de Dermatología Estética y Terapéutica (Gedet) de la AEDV.
«Cuando hay más melanina en nuestra piel, esta nos aporta cierta protección a las células, pero para que se produzca el aumento de melanina nos hemos tenido que exponer a la radiación UVB, que es la más dañina para ellas, y esta radiación necesariamente les habrá producido un daño. Es decir, que buscar activamente el “callo solar” irá asociado a un gran daño para nuestras células, y eso a largo plazo se manifestará en forma de fotoenvejecimiento y de un aumento de riesgo de cáncer cutáneo», señala la experta en un documento elaborado por la AEDV.
Es por eso que no debemos buscar nunca el bronceado de manera intencional, ni siquiera de forma paulatina, ya que puede que lo logremos, pero «mientras, se han generado un montón de daños en el ADN que la piel va reparando hasta que hay un momento que no consigue repararlo y ahí puede aparecer una mutación que se multiplica y se produce el cáncer de piel», detalla la dermatóloga Cristina Eguren, del Gedet.
Aunque muchos defensores del callo solar señalan que los animales no se protegen del sol, hay que tener en cuenta que, como explica Escandell, «la piel de la mayoría de los animales tiene unas características distintas a las nuestras. Muchos mamíferos están cubiertos por pelo terminal en toda su superficie corporal que les protege enormemente de la radiación, especialmente aquellos que de manera natural están adaptados a vivir en zonas de mayor insolación».
Asimismo, las expertas destacan el hecho de que los humanos hemos extendido nuestra supervivencia más allá de lo que era esperable para nuestra especie apenas unos siglos atrás. Esto complica más las cosas, si tenemos en cuenta la pérdida de estabilidad de nuestro ADN a lo largo del tiempo. «El problema del cáncer de piel es que no va a aparecer de un día para el otro. Puedes broncearte o quemarte hoy y el cáncer va a aparecer dentro de 30 años. Si el daño se viese de manera inmediata, tomaríamos conciencia más rápido», observa Eguren.
Observa tu fototipo
Dejando de lado el impacto de la radiación UV, el mayor problema a la hora de recomendar este bronceado progresivo es que no todas las pieles son iguales y, dependiendo de sus características genéticas, van a ser más o menos propensas a broncearse cuando se exponen al sol. Hay personas que, directamente, no llegan nunca a broncearse, porque su piel se quema. En otras palabras, según el fototipo de cada individuo, el callo solar puede incluso nunca producirse, sobre todo en individuos con pieles muy blancas.
Por esta razón, los expertos siempre hacen hincapié en la importancia y la necesidad de la protección solar. «Cuando nos exponemos al sol se van produciendo daños en el ADN que son acumulativos y van a provocar que haya un peor envejecimiento y mayor riesgo de cáncer. Un trabajador rural que esté muy expuesto al sol va a generar esta especie de callo, que consiste en un engrosamiento de la piel y una serie de cambios en sus características, pero en sí mismo, el sol va a ser una agresión para él, porque ha habido un abuso en esa exposición», ejemplifica la doctora Eguren.
En este sentido, la especialista detalla que «alguien con fototipo 1, que es la piel más clara, nunca se va a broncear, no va a generar callo solar y siempre se va a estar quemando. Esa persona, que se olvide del callo solar y se proteja. Pero luego, quienes tienen foto tipo 2 o 3 sí se van a broncear y, si hacen una exposición progresiva, pueden ir generando esa adaptación, si bien tampoco tiene un beneficio hacerlo en su caso».
En definitiva, la recomendación general es no abusar de la exposición al sol. Si bien lo necesitamos para regular nuestros ritmos circadianos y para sintetizar vitamina D, la clave está en aprovechar las primeras horas de luz natural de la mañana, saliendo a dar un paseo o desayunando en una terraza. «Podemos tomar un café al sol a las nueve de la mañana, por ejemplo, sin crema en los brazos. Así vamos a generar el equilibrio que necesitamos en cuanto a hormonas», indica Eguren.
Con todo, aconseja siempre proteger el rostro. «La cara es lo que más cuidamos. Si estamos todo el año protegiéndola para no tener manchas y arrugas, no tiremos todo eso por la borda exponiéndola al sol. Expongamos otras zonas para obtener esos beneficios, y en los horarios que lo permitan», propone.
Para saber qué medidas de protección son necesarias, las expertas recomiendan descargar la aplicación UV-Derma, disponible en Google Play Store y desarrollada por la AEDV. Una vez descargada, la app pregunta al usuario cuál es su fototipo según una guía que permite determinarlo observando las características de su piel. A continuación, si el usuario activa el permiso de geolocalización, la aplicación ofrece consejos de protección y de síntesis de vitamina D personalizados para cada individuo dependiendo de su piel y de las condiciones de índice UV del sitio en el que se encuentre. Indica cuántos minutos de exposición son necesarios en ese momento y lugar para obtener 1.000 unidades internacionales de vitamina D y qué medidas adicionales tomar para minimizar los riesgos.
Diez reglas de oro de la AEDV para el cuidado de la piel en verano:
- No tomes el sol entre las 12 y las 16 horas
- Utiliza gafas de sol homologadas
- Aplícate el fotoprotector en casa antes de salir
- No estés tumbado al sol durante horas
- Recuerda que algunos medicamentos reaccionan a la exposición solar
- Ponte sombrero y ropa holgada
- Elige el fotoprotector según tu fototipo
- Utiliza fotoprotector aunque esté nublado
- Bebe mucha agua para no deshidratarte
- Extrema la precaución con los niños