Cinco alimentos que no se deben guardar en la nevera: «Los plátanos deben estar en un sitio fresco, lejos de las manzanas»

La Voz de la Salud

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Una experta en tecnología de los alimentos explica que algunos productos pueden perder sus propiedades organolépticas debido al frío

01 nov 2024 . Actualizado a las 15:23 h.

Qué guardar y qué no en la nevera es un debate presente en todos los hogares; una mala conservación de los alimentos puede hacer que pasen de ser una opción segura a un festín de gérmenes que terminen en una intoxicación alimentaria. Así, productos como la leche abierta, los huevos o la comida cocinada siempre se deben refrigerar. Con todo, esta norma no se aplica de manera universal a todos y cada uno de los ingredientes. Es más, algunos, incluso, pueden perder o ver cómo empeoran sus propiedades. Así, Amparo Gamero, experta en tecnología de los alimentos y profesora de los Estudios de Ciencias de la Salud de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), destaca cinco alimentos, con una alta presencia en los carros de compra de los españoles, los cuales es mejor que se conserven lejos del frigorífico. 

1. El pan

Muchos introducen el pan en la nevera; práctica que es un error, incluso si se guarda dentro de una bolsa hermética. No solo no prolonga su frescura, sino que provoca una pérdida de la calidad del alimento; en textura y sabor. «Meter, por ejemplo, pan de molde en el refrigerador puede resultar contraproducente, porque aumenta la humedad y así el riesgo de que enmohezca», señala Gamero. Así que, para una mejor conservación, mejor a temperatura ambiente, en una bolsa de papel o envuelto en un paño de cocina limpio. A su vez, quien desee alargar la vida útil del pan, también lo puede congelar, ya que así mantendrá sus propiedades organolépticas. 

2. El chocolate

El chocolate jamás debe estar en la nevera. El frío altera la emulsión de grasas en el producto, lo que afecta a su suavidad y cremosidad. Mover de dentro a fuera de la nevera este producto no es recomendable, ya que los cambios de temperatura varían su textura. Así, cuando se enfría, adquiere un color más blanquecino y al ingerirlo presenta una textura granulada o terrosa. La experta en tecnología alimentaria recomienda guardarlo en un espacio fresco, que esté entre los 15 y 20 grados, lejos de la luz directa, en su envase original u en otro recipiente hermético que lo proteja de olores y contaminantes. 

3. El ajo

Si usted guarda el ajo en la nevera, se está equivocando. Con el paso de los días, puede germinar y tender a un sabor amargo más intenso. «La despensa suele ser un buen lugar para guardarlos, a una temperatura aproximada de 15 grados, siempre y cuando estén alejados de las patatas, ya que los ajos y las cebollas emiten gases que pueden acelerar la germinación de las patatas», explica la profesora de la universidad catalana. 

Otra opción es almacenarlos en conserva, cubriendo los dientes de ajos pelados en aceite de oliva, en un recipiente de cristal cerrado herméticamente, así como congelarlos, ya sea enteros o picados. 

4. Los plátanos o las bananas

Pese a que el plátano tiende a madurar en poco tiempo, guardarlos en la nevera cuando todavía están verdes puede hacer que se queden duros y sin sabor, ya que el frío ralentiza, en gran medida, el proceso de maduración. En suma, la piel acaba adquiriendo un tono marrón que no incita a su consumo, aunque en realidad sean comestibles. «Para consumirlos con el grado de madurez deseado, lo mejor es dejarlos en un ambiente fresco, pero no frío», precisa Gamero, que prosigue: «Es importante evitar dejarlos en el frutero cerca de las manzanas porque cuando estas maduran aumentan su emisión de etileno, un gas que puede acelerar demasiado rápido la maduración de los plátanos». 

5. El café

Por último, el café. Ya sea en su formato en grano, o molido, guardar el café en la nevera conduce a que absorba la humedad y pierda su sabor y aroma. Lo mejor es que se deposite en un recipiente hermético situado en un punto fresco y seco de la cocina. 

¿Cómo ordeno mi nevera?

Mantener la nevera en orden requiere tiempo. La Agencia Española de Consumo, Seguridad alimentaria y Nutrición (Aecosan) recomienda seguir una estructura. En primer lugar, es importante separar los alimentos crudos de los cocinados, así como utilizar recipientes cerrados para evitar que se derramen los líquidos y se produzcan contaminaciones. En este sentido, aconseja limpiarla una vez al mes. 

De arriba a abajo, el orden idóneo es el siguiente. En las baldas superiores, se depositarán los alimentos cocinados o listos para el consumo, pues precisan menos frío. También las bebidas, salsas o mermeladas, para las que se reserva la puerta. Por el contrario, los productos frescos, como la carne o el pescado, se almacenarán justo en la balda superior al cajón de las verduras. Precisamente, este cajón sirve para conservar los vegetales sin que les afecte el frío directo, de ahí que sea recomendable el uso correcto.