Ramón Cugat, traumatólogo: «El exceso de peso castiga las articulaciones y nos hace desarrollar con mayor facilidad artrosis»

Lucía Cancela
Lucía Cancela LA VOZ DE LA SALUD

VIDA SALUDABLE

El doctor Ramón Cugat es director del Instituto Cugat.
El doctor Ramón Cugat es director del Instituto Cugat.

Por sus manos han pasado las rodillas más caras del mundo, como las de Ansu Fati, Xavi Hernández, Cesc Fábregas, Fernando Torres, Carles Puyol o Pep Guardiola

29 sep 2022 . Actualizado a las 18:19 h.

Es uno de los grandes responsables en quirófano de las rodillas más caras del mundo. Ha operado a Ansu Fati, Xavi Hernández o Guardiola. El doctor Ramón Cugat es el gran conocedor de la Medicina del Deporte y de las lesiones óseas. En la actualidad, es director del Instituto Cugat, presidente de la junta médica y miembro del equipo médico de la Mutualidad de Futbolistas Catalana y miembro del equipo médico de la RFEF. Su historia laboral ha estado siempre ligada al mundo del fútbol, ya que antes de ser cirujano, fue jugador. «Soy de Tarragona, del Delta del Ebro. Y me vine a Barcelona para jugar. Solo que después empecé a estudiar medicina», cuenta el experto. Tuvo varias estancias en Estados Unidos: Boston, Nueva York, Virginia o Chicago. Pero siempre se mantuvo el vínculo con la mutualidad de futbolistas, a la que regresaba para poner en práctica todo lo que aprendía en el país anglosajón. 

—Podría decirse que ha tenido en sus manos las rodillas más caras del mundo, ¿siente mucha presión o responsabilidad?

—La verdad es que la madurez que vas adquiriendo con los años te relaja más. Por suerte he tenido una historia de muchas miles de rodillas de futbolistas que no eran grandes jugadores pero que han seguido una trayectoria muy buena, categorías de base y de fútbol humilde. Siempre hay una presión, pero no solo con los profesionales de gran nombre, sino con todos. Por ejemplo, con los pequeños por el simple hecho de ser pequeños. El médico tiene que ver pacientes, no de dónde vienen o quienes son, y además tratar de hacerlo siempre lo mejor posible. 

—Una de las técnicas pioneras más reconocidas en su carrera es la regeneración del cartílago dañado con una malla de tejido del paciente, ¿cómo funciona? 

—En el 2001 empezamos a trabajar con los factores de crecimiento, denominados PRP (Plasma Rico en Plaquetas). Observamos que esto nos podría ayudar en muchas de las lesiones de ligamentos, meniscos, tendones, músculos, cartílago o hueso. Esta malla fue una idea que se nos despertó para poder utilizar fragmentos de cartílago con una malla de PRP del propio paciente. Realizamos estudios animales en diferentes universidades de España para probarlo. Hoy en día, lo que hacemos con ello es que cuando hay una fractura de cartílago, lo cual vemos bastante en futbolistas, hacemos un relleno de esta pérdida, le colocamos la malla de factores de crecimiento del propio individuo y lo mezclamos con fragmentos de cartílago de su propia rotura. Nos da una regeneración de esa estructura de muy alta calidad.

—La artrosis es un problema común en el deportista de élite. Y sorprende porque, en teoría, lo que hacen tendría que repercutir de manera positiva en su salud. ¿Por qué sucede?

—Sí, normalmente la artrosis se da en mayor gravedad en las personas que han hecho deportes como puede ser el fútbol. Sucede porque normalmente ellos exigen y hacen trabajar más a sus articulaciones de lo que lo haría una persona con vida normal. El deporte hecho en su medida adecuada, sin pedirle demasiados esfuerzos, ni marcas, va bien. Sin embargo, cuando entramos al de élite, las lesiones se acentúan más en las articulaciones. Hay que tener cuidado porque el deporte siempre crea más lesiones. 

—¿En qué se diferencia la rodilla de una mujer de la de un hombre?

—Somos diferentes desde un punto de vista genético. La mujer normalmente tiene la musculatura más débil que la del hombre, también tiene una pelvis más ancha, esto hace que el fémur, y todo el muslo, se vayan hacia adentro. La rodilla también cae con ello, y por lo tanto, el pie va hacia afuera. Son unas diferencias anatómicas que conllevan unas alteraciones biomecánicas. 

—¿Eso nos hace estar expuestas a ciertas lesiones?

—Claro. Por ejemplo, la mujer tiene un índice de ruptura del ligamento cruzado más grande que el hombre. En la mutualidad de futbolistas españoles, tenemos que de cada cien mujeres se le rompe a una, y de 300 hombres, se le rompe a uno. O sea, que se lesionan tres veces más las mujeres que los hombres. Después, hay que pensar que las mujeres tienen las alteraciones hormonales del ciclo menstrual. Normalmente ellas tienen mayor laxitud de las articulaciones, y en una de las fases del ciclo menstrual hay una mayor relajación del tejido colágeno. O sea que si de por sí tienen mayor laxitud, esto hace que tengan todavía más, y que por lo tanto, sean más propensas a la ruptura del ligamento cruzado anterior. Cuando la mujer salta no suele caer recta, sino que tiene un genu valgo. Esto es precisamente lo que hace que la rodilla se le vaya hacia dentro. Un mecanismo típico de rotura del ligamento cruzado anterior, tanto en la mujer como en el hombre. 

—Habitualmente se tiende a pensar que los deportes de impacto destrozan la rodilla, ¿es esto así realmente o tiene algo de mito?

—Tiene algo de cierto. En Estados Unidos se dice que cuando comenzó la fiebre por el running, los traumatólogos tenían mucho trabajo en los problemas de las tendinopatías rotulianas. Esto quiere decir que los tendones sufren un poco más. El tendón es un elemento que está al final del músculo. En sí, los músculos son los que nos aguantan dinámicamente la estabilidad de la rodilla. Si les exigimos mucho trabajo, llega un momento en el que hay fatiga y los cartílagos sufren algo más. De ahí, que los abusos se paguen. El deporte bien reglado y de acorde a la estructura anatómica del paciente es bueno, pero según los tipos de ejercicios y el nivel de exigencia, el cuerpo puede quejarse. Y claro, cuando la musculatura no aguanta lo suficiente, la carga cae en las articulaciones. Ya sea en la rodilla, en las caderas e incluso en la columna. 

—Llevado a la población general, ¿hay prácticas diarias que destrozan nuestras rodillas?

—Hay trabajos que normalmente pueden llevar a ello. Por ejemplo, antiguamente se decía que la patología de los meniscos era la patología de los mineros porque estaban de rodillas o en cuclillas picando en la mina. Y hoy en día, se dice que la patología de los meniscos es la del fútbol, porque es el deporte más popular que tenemos en el mundo. Con los malos gestos que le producimos a la rodilla lesionamos los meniscos. Por eso, se podría decir que ciertos trabajos que implican estar en cuclillas pueden hacer sufrir alguna articulación. 

El doctor Ramón Cugat es director del Instituto Cugat, codirector del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Quirónsalud en Barcelona.
El doctor Ramón Cugat es director del Instituto Cugat, codirector del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Quirónsalud en Barcelona.

—Casi me lleva a preguntarle, ¿cómo se cuida la rodilla?

—Lo que mejor va para el cuidado es evitar el sobrepeso. El exceso perjudica porque las articulaciones tienen que trabajar mucho más, ya sean las rodillas, las caderas o el tobillo. Luego es interesante tener una buena masa muscular, porque hay que pensar que la rodilla se aguanta por dos mecanismos. Uno que son los elementos estáticos, como los propios huesos de la rodilla, los ligamentos o los meniscos, los cuales dan estabilidad. Y después, tenemos uno muy importante, el cual podemos modificar, el músculo. Los músculos que pasan, que nacen en la rodilla, o que mueren en ella, son los elementos que tendríamos que tener mejor preparados. Esto quiere decir que cada día hagamos estiramientos o ejercicios de tonificación de estos músculos. Muchas veces pensamos que nacemos, crecemos y vivimos, pero no pensamos en cuidar nuestro cuerpo. La alimentación también es importante, tiene que ser saludable. Todo esto, sin subir de peso, porque es uno de los elementos que nos hacen castigar las articulaciones y desarrollar con mayor facilidad artrosis.

—Me imagino una situación bastante típica. Si alguien está haciendo algún tipo de ejercicio, aunque no sea intenso, y hay dolor en rodilla o en la cadera… ¿Es una señal de que algo estamos haciendo mal?

—Sí, es una mala señal. El dolor nos indica que estamos haciendo daño a una parte de nuestro cuerpo, y entonces, lo que hay que vigilar es el cómo hacemos. Posiblemente nos pasemos, y si uno lo sabe corregir, pues lo debe hacer, y sino tiene que visitar a un especialista que le explique ciertas cosas. A veces hay que hablar de qué grupos musculares se deben trabajar, otras veces hay que hacer ejercicios de isquiotibiales, cuádriceps, gemelos, o movimientos de cadera. Todo esto es muy interesante para proteger y cuidar la columna. Hay personas a las que se les recomienda andar dentro del agua, por ejemplo. 

—Antes mencionaba la importancia de una buena masa muscular, entiendo que algunos dolores se explican por la falta de esta. 

—Exacto. Normalmente, perdemos masa muscular con la edad, y aumentamos algún kilogramo de peso. Esto son dos cosas negativas. En primer lugar, porque aumentando el peso deterioramos más las articulaciones, y en segundo, porque la masa muscular es el elemento dinámico de sostén de una articulación. Si se reduce la masa muscular con la edad, lógicamente esa articulación tiene mayor tendencia a sufrir.

Lucía Cancela
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Graduada en Periodismo y CAV. Me especialicé en nuevos formatos en el MPXA. Antes, pasé por Sociedad y después, por la delegación de A Coruña de La Voz de Galicia. Ahora, como redactora en La Voz de la Salud, es momento de contar y seguir aprendiendo sobre ciencia y salud.

Graduada en Periodismo y CAV. Me especialicé en nuevos formatos en el MPXA. Antes, pasé por Sociedad y después, por la delegación de A Coruña de La Voz de Galicia. Ahora, como redactora en La Voz de la Salud, es momento de contar y seguir aprendiendo sobre ciencia y salud.