El verano, un peligro para tus oídos: «Estamos viendo en jóvenes sorderas que antiguamente aparecían a los 60 años»

Cinthya Martínez Lorenzo
Cinthya Martínez LA VOZ DE LA SALUD

VIDA SALUDABLE

La Voz de la Salud

Los baños en playas y piscinas, los eventos musicales o los vuelos en un avión son algunas de la situaciones de riesgo que se presentan en estas fechas

12 ago 2022 . Actualizado a las 15:07 h.

Puede que el verano no sea la estación preferida de nuestros oídos. Con la llegada del calor, las buenas temperaturas y las vacaciones, lo exponemos a muchas más situaciones de riesgo. Y aunque en el momento no somos conscientes, los expertos alertan de que este tipo de prácticas continuas pueden acabar desencadenando un problema de audición en el futuro. Te contamos cuáles son estas situaciones de riesgo y cómo actuar para prevenir posibles dolencias auditivas. 

Los baños, vuelos en avión y los cambios de presión 

Los refrescantes chapuzones pueden traer dos problemas al oído. El primero, que con suerte puede ser temporal, es sufrir un cambio de presión en nuestro oído. En términos médicos es más conocido como barotraumatismo. «Se debe a que no se equilibran las presiones entre el oído y la atmosférica. Para eso tenemos una estructura anatómica que se llama trompa de Eustaquio que lo que hace es equilibrar la presión atmosférica con la del oído. Si por cualquier circunstancia, esa trompa no se abre o no equilibra estas presiones, podemos tener un problema», explica Faustino Núñez, miembro de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORLL-CCC). 

También se puede sentir ese tipo de taponamiento del oído viajando en avión. Una incómoda situación que el doctor señala que se puede llegar a evitar si, por ejemplo, mascamos chicle durante el despegue y aterrizaje del vuelo. Pero, ¿y si no me gusta? Núñez aconseja «hacer el ademán de sonarse un poco, ya que sentirán como que les 'explota' el oído y eso quiere decir que ya se ha equilibrado la presión». 

El problema es que, en aquellas personas que «tienen problemas de oído, nasales o de alergia, esa trompa de Eustaquio puede no abrirse con normalidad. En estos casos, lo que se recomienda es utilizar algún tipo de medicamento que sea vasoconstrictor nasal. Son espráis nasales que lo que hacen es facilitar la entrada del aire hacia la trompa de Eustaquio y, por lo tanto, igualar las presiones». 

«Otro peligro —alerta Núñez— que podemos prevenir muy fácilmente es cuando metemos la cabeza dentro del agua y a continuación sentimos que se nos ha taponado el oído. Lo más frecuente es que tengamos un tapón de cera. Esta, cuando se acumula con el agua, puede hinchar el tapón o incluso infectarse». Para prevenirlo, el doctor aconseja pedir consulta al médico y comprobar que no exista cerumen en los conductos: «Se puede limpiar con facilidad y así evitar un problema en sitios lejos de casa». 

Los bastoncillos, mejor fuera de tus oídos

Algo a lo que se suele recurrir para limpiar la cera de nuestros oídos son los tradicionales bastoncillos. Si bien los expertos alertan que no son una buena opción. «Parece un sinsentido que se estén comercializando cuando todos los profesionales que nos dedicamos al oído y a promover su higiene contraindicamos su uso. No se deben utilizar porque lo único que vamos a hacer es empujar el tapón hacia el interior del conducto. Y esto puede crear una molestia importantísima, porque si el tapón llega a impactar contra el tímpano, además de dolor, puede provocar vértigo, pérdida de audición importante, o incluso si se es poco cuidadoso, perforar el tímpano», advierte Núñez. 

Para limpiar los oídos correctamente después de la ducha o la piscina, si se nota humedad en los conductos, «se debe utilizar un pañuelo de algodón». Es mejor que cualquier otro tejido porque el papel se puede llegar a desmenuzar. Así, con el paño y el meñique, limpiar cuidadosamente hasta donde se llegue. El propósito que tiene es secar un poco la entrada del conducto y eliminar los restos de cera que salen de forma natural. Con eso, la higiene del oído ya está más que satisfecha. No deben usarse los bastoncillos ni en niños ni en mayores». 

Zumbidos después de las actuaciones musicales  

El verano lleva consigo festivales de música, verbenas y muchos más conciertos que cualquier época del año. No tendría por qué existir ningún riesgo para nuestros oídos si no existiera un pequeño inconveniente: «Normalmente los controles de intensidad de los sonidos de estos eventos al aire libre no suelen estar muy acordes a los límites recomendados. Lo ideal sería no superar los 56 decibelios de intensidad porque se puede causar un daño al oído interno». 

Además, si nos encontramos cerca del altavoz, seguramente se excedan, y mucho, estos parámetros. «La recomendación que solemos hacer, sobre todo a personas que ya tienen un problema auditivo, es que no permanezcan cerca de las fuentes de sonido. Esto puede extenderse a toda la población, ya que todas las personas deben de saber que cuando se exponen a una fuente de sonido a grandes decibelios van a tener un problema auditivo. Si la exposición no es muy frecuente o prolongada, va a ser reversible. Todo el mundo ha notado que después de una discoteca o fiesta de sonidos altos, sale con sensación de acorchamiento en los oídos, que al día siguiente desaparece. Pero siempre va a quedar ahí una dosis que no se va a eliminar. La dosis se va acumulando y acumulando a lo largo de los años y la vida del sujeto, puede causar una sordera», remarca el otorrino.

Una fiesta a la que vas a un par de horas, no va a provocar una sordera. Pero el doctor alerta que si esto se suma a otros factores, la probabilidad aumenta. «Las personas jóvenes, que suelen escuchar música con auriculares a altas intensidades, ya entran en situaciones de mucho riesgo de pérdida auditiva. Estamos viendo en edades a las que no deberíamos sorderas que antiguamente aparecían a partir de los 60 años». 

Recomendaciones para escuchar música con auriculares sin poner en riesgo nuestra salud auditiva

 «En la SEORLL se ha hecho una campaña de prevención de uso de auriculares y se explica con la regla del 60/60. Es decir, no es recomendable subir el volumen del aparato más del 60 % de su capacidad y no se recomienda un uso de más de 60 minutos al día», asegura Núñez. Ambos parámetros, tanto intensidad como tiempo, suelen ser superados debido a las costumbres actuales de la sociedad. «Hay que alertar sobre ello. No exceder el volumen del aparato y administrar el tiempo de utilización», añade.  

Otitis del nadador 

La causa habitual de la otitis del nadador es la acumulación de agua en oído después de haber nadado, ya que la humedad que se mantiene en oído es caldo de cultivo para determinadas bacterias. Aunque también puede producirse cuando se daña el conducto auditivo al introducir los dedos o algunos objetos en los oídos, o por la infección por virus u hongos presentes en agua contaminada.

«Suele ocurrir cuando la persona no ha tenido la precaución de ir a revisarse por si tiene tapones de cera o cualquier otro problema y tiene una humedad constante en los oídos. Hay niños que pasan muchas horas en la piscina. Está muy bien, pero los padres, si el niño les dice que le duele el oído o que incluso puede llegar a picar y a expulsar alguna secreción, que sepan que deben acudir a los servicios médicos para ser evaluados porque con un diagnóstico correcto y un tratamiento solo con gotas, puedes evitar que esa otitis del nadador se transforme en un problema importante que arruine las vacaciones», considera el otorrino.

¿Cómo evitar una otitis de este tipo? La SEORLL da una serie de consejos:

  • Secar tanto la parte externa del oído como la entrada del conducto auditivo al salir del agua.
  • Si después del baño se nota que ha quedado agua dentro, se puede inclinar la cabeza hacia ese lado y con una toalla mover la oreja hasta que salga. 
  • Dar un pequeño salto para que por efecto de la gravedad sea expulsada.
  • No permanecer durante mucho tiempo dentro del agua.
  • Usar tapones.
  • No utilizar bastoncillos, horquillas o palillos para limpiar el oído.
  • Si después del baño ha quedado agua en los oídos, se recomienda aplicar unas gotas de alcohol boricado a saturación preparado en farmacias.
  • Antes de las vacaciones, someterse a una limpieza por parte de un profesional sanitario en caso de predisposición a formar tapones de cera o queratina.
  • No aplicar espráis que pueden cambiar el pH de la piel del conducto y reducir sus mecanismos de defensa.

Cinthya Martínez Lorenzo
Cinthya Martínez Lorenzo
Cinthya Martínez Lorenzo

De Noia, A Coruña (1997). Graduada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela, me especialicé en nuevas narrativas en el MPXA. Después de trabajar en la edición local de La Voz de Galicia en Santiago, me embarco en esta nueva aventura para escribir sobre nuestro bien más preciado: la salud.

De Noia, A Coruña (1997). Graduada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela, me especialicé en nuevas narrativas en el MPXA. Después de trabajar en la edición local de La Voz de Galicia en Santiago, me embarco en esta nueva aventura para escribir sobre nuestro bien más preciado: la salud.