Vivimos rodeados de microbios. Estropajos, móvil, inodoro: ¿Dónde hay más y cuándo son peligrosos?

Uxía Rodríguez Diez
UXÍA RODRÍGUEZ LA VOZ DE LA SALUD

VIDA SALUDABLE

Microorganismos presentes en un estropajo.
Microorganismos presentes en un estropajo. JOSÉ RAMOS VIVAS

Analizamos, con la ayuda de expertos en microbiología, los lugares del hogar con más bacterias y cómo desinfectarlos

14 feb 2022 . Actualizado a las 10:56 h.

Son seres microscópicos que están por todos lados, recubren nuestro cuerpo, nuestro pelo, nuestra boca, pero también todos los objetos que nos rodean. Si pudiésemos ver la cantidad de microbios que campan a sus anchas por la pantalla de nuestro teléfono móvil, probablemente lo soltaríamos de golpe. No los vemos, pero están ahí.

¿Son peligrosos esos microorganismos? «En general, el 99,9 % de las bacterias que hay en el ambiente no nos hacen nada, pero hay que tener cuidado con ese 0,1 % restante. Dependiendo de la salud que tengamos, ese pequeño número de especies concretas sí que nos pueden perjudicar. Para que todo el mundo se haga una idea, los Staphylococcus aureus los tenemos prácticamente toda la población en la piel, ahí no nos hacen nada, en la superficie de una mesa tampoco, pero si penetra en nuestro interior atravesando la barrera epitelial porque tenemos una herida, ese Staphylococcus aureus podría causarnos una infección. Y ese es el problema, algunas de las bacterias que hay a nuestro alrededor, cuando entran en nuestro cuerpo, bien por una herida, una infección en la boca o cuando las ingerimos, es cuando son realmente peligrosas» explica el ourensano José Ramos Vivas, profesor de microbiología e investigador de la Universidad Europea del Atlántico (Santander).

Microorganismos presentes en la saliva humana
Microorganismos presentes en la saliva humana José Ramos Vivas

Todos somos el hogar de varios cientos de especies de bacterias. «Viven en nuestra piel, nuestra boca, nuestro aparato digestivo, nuestros genitales. Al conjunto de todas las bacterias que viven en nuestros cuerpos las denominamos: microbiota. La inmensa mayoría de ellas son beneficiosas ya que nos protegen evitando que otras bacterias patógenas puedan colonizarnos y por lo tanto producirnos una enfermedad infecciosa», asegura Manuel Sánchez Angulo, profesor de la Universidad Miguel Hernández y miembro de la Sociedad Española de Microbiología.

Esas bacterias «malas» son las denominadas bacteria patógenas, son muchas menos que las «buenas», pero pueden llegar a ser peligrosas. «Algunas son especialistas en hacer daño, como por ejemplo la bacteria que causa la difteria, o la bacteria que causa el cárbunco o ántrax y que aparece en la película El poder del perro. Hay otras en cambio que son "patógenos oportunistas". Generalmente no hacen daño, pero si penetran en nuestro organismo por culpa de una herida, la infectan y pueden ser peligrosos. O si crecen en gran número en un alimento y lo ingerimos también pueden provocarnos una enfermedad» añade Angulo.

José Ramos Vivas explica que en microbiología hay un método muy sencillo para «radiografiar» esos microorganismos. Lo cierto es que una bacteria es imposible de ver en nuestro día a día. Por eso, lo que se hace es utilizar métodos de cultivo. En ese método de cultivo se apoya la mano, la pantalla del móvil, se toma una muestra del pomo de una puerta, de un cepillo de dientes o del estropajo de la cocina… Esa bacteria entra en el método de cultivo y ahí forma sus colonias, al cabo de 24 o 48 horas podemos ver esas colonias a simple vista. 

Microorganismos presentes en un billete y en el dedo de la mano.
Microorganismos presentes en un billete y en el dedo de la mano. JOSÉ RAMOS VIVAS

Cuando pensamos en microorganismos o en microbios, lo que tenemos que comprender es que estamos hablando de seres vivos que miden más o menos una micra. La mayoría de microorganismos que hay en las superficies son bacterias, pero también hay otros como los hongos, las levaduras, los virus y los parásitos.

Los lugares con más bacteria de nuestro hogar

Paradójicamente el lugar con más microbios no es el baño. «El sitio que tiene más microorganismos de toda la casa es la cocina y la explicación es porque hay comida. Cuando manipulamos alimentos vamos dejando restos que los microbios pueden aprovechar para crecer y luego pueden contaminar otros alimentos que manipulemos sobre esa superficie. Lo mejor es ir limpiando según vayamos ensuciando y no acumular cosas sucias. Y si lo hacemos, limpiarlas lo antes posible», asegura Manuel Sánchez Angulo.

Microorganismos presentes en un mando y en una llave.
Microorganismos presentes en un mando y en una llave. JOSÉ RAMOS VIVAS

Estropajo

El rey de las bacterias. Los expertos coinciden en que este objeto tiene que ocupar el número uno de la lista. A las bacterias y a los hongos les encanta la humedad y si hay restos de comida, mucho mejor. «Hay que darse cuenta de que cualquier resto de comida, por pequeño que sea, para las bacterias es una montaña de comida. Es bueno con los estropajos escurrirlos muy bien y cambiarlos a menudo. Hay gente que los esteriliza en un recipiente con un poco de lejía, los hierve en agua, los mete en el lavavajillas…», apunta el microbiólogo José Ramos Vivas.

«El lugar con más bacterias de la casa es el estropajo de la cocina. Lo vamos a utilizar para limpiar restos de comida que se van a quedar atrapados entre sus fibras. Y es allí donde van a crecer bacterias. Depende de cuánto lo usemos, pero lo mejor es cambiar de estropajo cada semana. Y lo mismo sucede con los paños de cocina. Hay que lavarlos con frecuencia», añade Manuel Sánchez Angulo, miembro de la Sociedad Española de Microbiología.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) realizó hace unos años un estudio sobre el estado de higiene de los estropajos y bayetas en hogares. Los resultados indicaron que hasta un 96 % de los estropajos y un 91 % de las bayetas se encuentran en unas condiciones higiénicas deficientes. En el estudio de la OCU estos objetos se sometieron a diferentes métodos de desinfección. Tanto el microondas y la lavadora redujeron la contaminación, pero no totalmente. El lavavajillas curiosamente no solo no desinfectó, sino que incrementó el número de bacterias.

La conclusión fue que los métodos más sencillos son también los más eficaces, por ello la OCU aconseja aclararlos con agua, escurrirlos bien y dejarlos secar o ponerlos en remojo en agua con lejía diluida al 10% durante al menos 5 minutos. En las pruebas realizadas estos métodos acabaron con todos los gérmenes.

Tablas de cortar

Fíjate en tu tabla de cortar, seguro que tiene la típica hendidura hecha con un cuchillo. Pues bien, ahora imagina ese pequeño corte como una trinchera. Es el símil que nos hace José Ramos: «Sobre todo si son de madera, suelen acumular biofilms de bacterias y si van pasando por ahí alimentos, estas bacterias empiezan a circular de unos alimentos a otros. El peligro suele estar en alimentos no procesados que ya traen bacterias desde el mercado. Hay que tener especial cuidado con los alimentos frescos y tener las tablas lo más limpias posible. Es mejor utilizarlas de plástico. Hay que tener en cuenta que siempre que haya un pequeño corte con un cuchillo, para las bacterias es una trinchera enorme donde esconderse. Las tablas desgastadas hay que cambiarlas».

Inodoro

«El inodoro no es tan sucio porque la porcelana no es un buen material al que se peguen los microbios. Y si quedan restos hay que usar la escobilla. Pero, una cosa muy importante es que hay que bajar la tapa antes de tirar de la cadena. Si no lo hacemos se forman aerosoles que van llenos de bacterias y que van a diseminarse por todas partes», advierte Sánchez Angulo.

José Ramos insiste en este sencillo gesto, «el inodoro está lleno de bacterias intestinales. La mayoría son buenas, pero como siempre, esas bacterias aunque sean buenas, en un sitio inadecuado nos pueden causar algún problema. Así que cuando vamos al baño, expulsamos millones de bacterias fecales. ¿Qué pasa? Pues que si no cerramos la tapa del inodoro, van a parar a todas las superficies de nuestro baño, si la cerramos, se quedan en la parte interna de la tapa. Por eso es importante que, de vez en cuando, limpiemos con algún detergente esa parte».

La lejía es el desinfectante por excelencia. Diluida en agua es eficaz contra el 99,9 % de los gérmenes. «Los jabones y lejías del hogar actúan como desinfectantes, pero sobre todo su mayor acción es que facilitan el efecto arrastre, lo que permite despegar a los microbios de las superficies que puedan haber colonizado. Para limpiar bien hay que frotar bien», apuntan los expertos.

Cepillos de dientes

En los cepillos de dientes vamos acumulando bacterias que tenemos en nuestra microbiota oral, la mayoría de esas bacterias no son malas. Lo que hacemos cada vez que nos lavamos los dientes es intercambiar los microbios del cepillo por los de la boca y viceversa, van rotando. El problema está cuando dejamos un cepillo sin usar durante mucho tiempo y, sobre todo, si lo dejamos húmedo. Ahí puede acumular también hongos. «Lo que conviene es enjuagarlo muy bien con agua debajo del chorro del grifo y secarlo, con la toalla o con un poco de papel. Además hay que acordarse del vaso en el que dejamos los cepillos, hay que limpiarlo también de vez en cuando porque las bacterias que caen de los cepillos se van acumulando y al final se genera una costra en el fondo de esos recipientes», advierte el microbiólogo ourensano. 

Teléfono móvil

Microorganismos presentes en un ipad.
Microorganismos presentes en un ipad. JOSÉ RAMOS VIVAS

El teléfono móvil puede tener 30 veces más de bacterias que una taza de inodoro limpia. «En principio, el teléfono móvil también tiene unas superficies bastante lisas y con materiales a los que no se pegan los microbios. Pero el móvil lo usamos constantemente y nuestras manos y nuestra cara lo van impregnando de grasa corporal, sudor y bacterias que habitan nuestra piel. Así que poco a poco va siendo colonizado por los microbios», explica Manuel Sánchez Angulo.

José Ramos Vivas recuerda que «esas bacterias proceden de nuestra microbiota, así que no tienen peligro, en principio. Los estudios con los móviles se empezaron a hacer en los hospitales porque ahí sí que se vio que las bacterias hospitalarias abundaban en los móviles del personal sanitario. Se empezó a ver que había que tener un control porque en un hospital sí que hay bacterias resistentes a los antibióticos».

Es recomendable pasar un algodón con alcohol una vez a la semana a las pantallas del móvil, ipad o relojes inteligentes.

La cantidad de bacterias

«Cuando en nuestra casa alguien tiene un dolor de barriga, muchas veces no es porque haya tomado algo en mal estado, sino que alguna de esas bacterias que andan por ahí ha entrado por la boca, eso es lo que causa esa molestia en el estómago. Lo más probable es que muchas de esas infecciones leves procedan de sitios con una gran cantidad de bacterias», explica José Ramos Vivas, «hay algunas infecciones que dependen específicamente del número de bacterias que entran en nuestro cuerpo. No solo cuáles son, también la cantidad es importante».

Uxía Rodríguez Diez
Uxía Rodríguez Diez
Uxía Rodríguez Diez

A Rúa, Ourense (1986). Coordinadora de La Voz de la Salud con una misión, que todos nos cuidemos más y mejor. La pandemia de covid-19 no solo la viví, también la conté en La Voz de Galicia. Mucho antes de todo esto trabajé en Vtelevisión durante casi una década como redactora, reportera y presentadora. Allí dirigí y presenté el programa Sana sana, sobre sanidad, bienestar y nutrición.

A Rúa, Ourense (1986). Coordinadora de La Voz de la Salud con una misión, que todos nos cuidemos más y mejor. La pandemia de covid-19 no solo la viví, también la conté en La Voz de Galicia. Mucho antes de todo esto trabajé en Vtelevisión durante casi una década como redactora, reportera y presentadora. Allí dirigí y presenté el programa Sana sana, sobre sanidad, bienestar y nutrición.