¿Cuánto alcohol se puede beber durante el embarazo? La polémica estalla en las redes sociales
LA TRIBU
La influencer y médico Carla Barber, que cuenta con un millón de seguidores, quitó hierro en su Instagram a las consecuencias de beber durante la gestación haciendo reaccionar a la comunidad científica
14 ene 2022 . Actualizado a las 22:45 h.¿Se puede beber alcohol embarazada? No, ni siquiera una copa de vino de vez en cuando. Algo que la gran mayoría de la población tiene claro, pero que las redes sociales se han encargado de cuestionar.
«El gine me permite una o dos copas de vino a la semana». Esta es la afirmación que desató la polémica. Su autora, además, no solo es médico, también tiene una gran relevancia en Instagram y es un personaje público. Se trata de Carla Barber, una médica especializada en cirugía estética y una influencer con casi un millón de seguidores en sus cuentas de redes sociales. Últimamente, la mayoría de su contenido se centra en todo lo que rodea a su reciente embarazo.
En esta ocasión, la facultativa publicó en sus historias de Instagram esa recomendación que supuestamente le había lanzado su ginecólogo. Y ahí comenzó el alboroto. Miles de comentarios haciendo referencia a que, pese a que cada persona gestiona su embarazo y asume los posibles riesgos en base a su criterio personal (más si se trata de alguien con formación médica), cualquier manual para mujeres embarazadas que se consulte es meridianamente claro: Beber es un factor de riesgo demostrado y documentado para el embarazo. La única recomendación es no tomar ni una sola gota de alcohol durante el proceso. Lo mismo pasa con fumar y con el consumo de otros tóxicos e, incluso, medicaciones.
El Síndrome Alcohólico Fetal, una realidad innegable
Al mismo tiempo que esas supuestas recomendaciones sobre beber durante del embarazo generaban polémica, una publicación sobre el síndrome alcohólico fetal se hacía viral en redes como Twitter o Instagram. Su autora era María José Mas Salguero, una neuropediatra de Tarragona autora de los libros «La aventura de tu cerebro» o «El cerebro en su laberinto», que desde sus cuentas en redes y su página web se encarga de hacer divulgación sobre el funcionamiento del cerebro de los más pequeños.
María José Mas hace un listado de las consecuencias que puede tener el consumo de alcohol durante la gestación. Son las siguientes.
Posibles consecuencias de beber durante el embarazo
- Falta de crecimiento
- Rasgos faciales alterados
- Malformaciones (paladar, corazón, hernias abdominales, dedos, defectos vertebrales)
- retraso del lenguaje
- trastornos de aprendizaje
- trastornos de conducta
- discapacidad intelectual
- epilepsia
«Yo no quiero ir en contra de esta doctora ni muchísimo menos. Cada uno utiliza sus redes como le parezca mejor», comenta al otro lado del telefóno la doctora Mas dejando claro que no tiene ningún ánimo de confrontar. Es más, en ningún caso hace alusión a ella más allá de ser consciente del alboroto formado en redes por el tema. Sí comenta que «si te presentas como médico, deberías dar consejos en los que todos los médicos estemos de acuerdo».
María José Mas se limita a exponer las evidencias científicas que demuestran los riesgos innegables y más que evidentes que supone exponerse a un tóxico como el alcohol estando embarazada. Porque permitirte el capricho de tomarte «una o dos copas de vino a la semana» tiene consecuencias. Malformaciones y un deterioro cognitivo del feto; la posibilidad de sufrir un aborto durante la fase de embrión está ahí. Y esto tiene nombre: síndrome alcohólico fetal.
«El síndrome alcohólico fetal es una cosa muy sencilla, pero a la vez muy complicada. Se trata de una exposición del feto al alcohol durante el embarazo. Si la exposición es muy alta durante la etapa embrionaria (prácticamente las primeras ocho semanas de gestación), puede traducirse en un aborto. Después de ese período, también puede producir malformaciones como cualquier otro tóxico. Pero el alcohol tiene unas características muy reconocibles a nivel físico. Consecuencias en las formaciones de todos los órganos y, especialmente, en el sistema nervioso central», adelanta la neuropediatra.
Mas profundiza en las consecuencias del consumo del alcohol, detallando hasta dónde podrían llegar las consecuencias. «Influye directamente en las neuronas. Cuando se están formando y diferenciando, sobre todo en el primer trimestre del embarazo. Si a esas neuronas les echas un tóxico, se van a morir», razona: «A nivel físico, son niños que también tienen un crecimiento menor por razones parecidas a las del tabaco. La cabeza es pequeña en relación a otros niños, porque el cerebro también es más pequeño al no haber crecido lo suficiente. También hay una serie de rasgos faciales que son característicos».
Malformaciones faciales del feto por consumir alcohol durante el embarazo
Son sutiles para un ojo no experto, pero muy evidentes para aquellos que conocen los rasgos habituales de niños que estuvieron expuestos a alcohol durante la gestación. La doctora María Jose Más enumera de carrerilla todos los rasgos típicos. «La parte media de la cara, la franja entre los ojos y el labio superior de la boca, es más estrecha. Las hendiduras de los párpados, la apertura palpebral es más pequeña aunque el globo ocular tiene el mismo tamaño. Parece que el ojo tuviera menos blanco», comienza y advierte: «No se corrige durante el crecimiento. Esas alteraciones son para siempre».
No son las únicas. La neuropediatra sigue enumerando: «El labio superior es muy fino y en el filtrum (ese surco que divide el labio en tres), los laterales estarían muy desaparecidos. Casi borrados. También es característico encontrarnos un puente nasal hundido».
Pero las consecuencias no se limitan exclusivamente a la apariencia física. Beber durante la gestación implica también consecuencias de retraso cognitivo en el futuro bebé. «Se produce una dificultad en la atención y un crecimiento global más bajo. También hay rasgos de autismo. La salud física del resto del cuerpo no suele resentirse, pero claro, según lo pequeño que seas tu calidad de vida puede mermar. No porque físicamente vayas a estar mal, pero puede suponerte tener una vida menos independiente». Además, diagnosticar estos problemas no resulta sencillo y debe hacerse por descarte de otros trastornos. La manera de afectar a cada persona tampoco es igual. «Hay niños de todo tipo, que acaban terminando sus estudios con o sin apoyo y los hay que son muy graves. También casos de bebés que estaban bien y que durante la adolescencia sufren un bache», explica María José Más que tiene en su web una extensa y detallada publicación sobre el tema.
Se trata de datos científicos y sobradamente contrastados. De ahí la preocupación en buena parte de la comunidad médica y científica tras el revuelo y la confusión causadas.
¿Se puede fumar durante el embarazo?
Tal vez conozcan a mujeres fumadoras que continuaron apegadas al cigarrillo durante su embarazo. Se suele decir eso de que «si no fumar te va a producir ansiedad, mejor sigue fumando». ¿Es cierto que hay excepciones a la hora de fumar durante el embarazo?.
«La ansiedad, pero la ansiedad real, es un factor de riesgo para una embarazada y su feto. Las mujeres con un estrés sostenido tienen fetos más pequeños, con un crecimiento menos adecuado y puede suponer un problema porque están peor nutridos por diferentes factores de estrés. También por problemas con la placenta, que puede tener una afectación en su modelo de desarrollo. El tabaco, aunque sea en menor forma que el alcohol, también afecta el crecimiento placentario. Las sustancias tóxicas que tiene el tabaco, no solo la nicotina, sino también el alquitrán y otras sustancias que lleva, pasan a la placenta y se obstruye. Al final es un órgano cardiovascular como lo son las arterias. El tabaco tiene esta acción, produce una falta de oxigenación en el feto y hace que crezca menos. Sus órganos son más pequeños y están peor irrigados.», asegura María José Mas.