Los problemas que se sientan a la mesa en Navidad: sillas vacías, conversaciones incómodas o abuso de alcohol

Lois Balado Tomé
Lois Balado LA VOZ DE LA SALUD

SALUD MENTAL

En una cena de Navidad podemos encontrarnos todo tipo de realidades complejas en cada servicio.
En una cena de Navidad podemos encontrarnos todo tipo de realidades complejas en cada servicio. La Voz de la Salud

Bajo el peso de las expectativas que nos exigen que todo salga perfecto, en todo hogar existen realidades más vulnerables que se podrán proteger con información

23 dic 2024 . Actualizado a las 10:38 h.

Guste más o menos, la Navidad es época de reuniones. Cada uno, con sus realidades, compartirá tiempo y espacio con una mesa de por medio. La idea es pasarlo bien y concluir las veladas sin tener que lamentar escenas desagradables. Habrá quien, por cualquier razón, sea especialmente vulnerable. Por lo que la empatía será esencial.

EL DUELO

«Es un tema tabú y doloroso, aún más en Navidad»

Desgraciadamente, en muchas casas habrá este 2024 una silla vacía que el año pasado estaba ocupada. La muerte, pese a que nos une a todos, es incómoda. Más todavía en estas fechas, como explica Carla Borrás, psicóloga experta en duelo. «Es un momento en el que se confronta más aún esa emoción desagradable frente a lo que se vive fuera», retrata. Además, la tradición, el hacer siempre lo mismo, evidencia las ausencias. Por ello, recomienda anticiparse y respetar.

«Anticipar es muy bueno. En el núcleo familiar, donde cada uno lo lleva como puede y no tanto como quiere, habrá diferentes estilos de afrontamiento. Es importante hablar para ver qué quiere y no quiere hacer cada uno. Estará el que quiera irse a un sitio donde ni se note la Navidad y el que querrá honrar al que ya no está, haciendo la comida que solía hacer esa persona, por ejemplo. Es muy importante que todo el mundo pueda expresar qué necesita y, con mucha tolerancia, llegar a acuerdos», explica Carla. Si crees que alguien va a pasarlo mal, la psicóloga recomienda tener un cómplice que pueda ayudar a justificar a quien que, por malestar, se marche sin despedirse del evento.

ABUSO DE SUSTANCIAS

«Es un trastorno mental, no un vicio»

El alcohol es una de las batallas más complejas. El ambiente se vuelve permisivo. Pasa con las adicciones a sustancias, pero también en las comportamentales como el juego o las compras compulsivas.

Si en nuestras cenas navideñas nos encontramos con un invitado que tiene problemas con su consumo de alcohol «deberíamos tener una actitud comprensiva y empática, porque la adicción es un trastorno mental. No es un vicio ni un comportamiento intencionado para fastidiar». Quien habla es Lourdes Suárez, psicóloga y directora de la Unidade de Conductas Adictivas de Carballo.

Las expectativas de una cena en la que reine la paz y el amor hacen aún más compleja la gestión por todas las partes. Por un lado, la persona afectada lidia con estados emocionales más extremos —de la culpa a la euforia— y acaba tirando del alcohol para evadirse o tratar de gestionar emociones que le sobrepasan; por otro, la familia se enfrenta a una época estresante ante el temor de escenas desagradables, hasta el punto que muchas veces es el círculo más íntimo el que acaba facilitando el acceso al alcohol para evitar males mayores.

La situación puede ser agotadora, pero, al menos en estas fechas, debemos no intentar juzgar. «Ser pacientes, no exigir precisamente en este momento que se ponga a tratamiento, aunque sí se pueda sugerir en privado. Hablar con cariño y respeto, no con sarcasmos, enfado o estigmatizando», propone Suárez.

Un manual de buenas prácticas incluiría hablar con esa persona, según la experta, «siempre en privado». Todos deben remar en la misma dirección. «Hay que comunicarle que todos le van a apoyar, pero con una condición clara: que debe llegar y mantenerse sobrio. No tiene que ser un límite marcado desde una posición agresiva ni hostil; se puede ser respetuoso, pero firme». Suárez recalca la importancia de explicarle las consecuencias: «Con sinceridad y cariño. Queremos que esté con nosotros, pero hay cosas que no se van a poder permitir porque hay que proteger al resto de la familia».

ANSIEDAD SOCIAL

«Pon el foco en los temas en los que te vayas a sentir mejor»

Los problemas de la política nacional e internacional no se van a resolver en tu salón. Elige bien las batallas a librar. Si te cuestan las reuniones sociales en general, las familiares tienen componentes particulares. «Si el evento es importante y el vínculo afectivo alto, será difícil tomar distancia y ver las cosas con claridad», recuerda Raquel Rodríguez-Carvajal, doctora en psicología y profesora en la Universidad Autónoma de Madrid.

Por eso, nos quedamos con este consejo para afrontar comentarios que nos saquen de nuestras casillas: «Dentro de la escala de regulación emocional, debemos trabajar el desarrollo atencional. De manera proactiva, pon el foco en aquellos temas en los que vayas a sentirte mejor. Lo que te vaya a generar incomodidad o malestar, oriéntalo hacia lo que en psicología llamamos extinción». Tú conoces tus límites y nadie mejor sabe qué temas te hacen hervir la sangre. No dudes en tirar de fórmulas clásicas como: «Ajá, sí, por cierto has visto que...».

EDADISMO

Son mayores, nada más (y nada menos) que eso

Son múltiples los estudios que apuntan a que una mala percepción sobre el envejecimiento nos quita años de vida. El mejor consejo que podemos dar es que no infantilices a las personas mayores solo por el hecho de tener más años. Tienen la misma capacidad que tú para decidir lo que les apetece comer o dejar de comer; a qué hora irse a su casa. No les hagas sentir que, por soplar velas, han perdido la capacidad para decidir sobre sus vidas.

PANTALLISMO

«En vacaciones, el móvil solo debería usarse para sacar fotos»

Algunos suelen verlo como un problema de la «gente joven», pero basta un vistazo a nuestro alrededor para ver que es un hábito generalizado. La psicóloga Inmaculada Concepción Carballo da una clave, y es que «durante las vacaciones solo se debería usar el móvil para sacar fotos». Quizás sea una meta poco realista para muchos, pero sí proponemos tratar de disfrutar de la compañía de tu familia mucho más que de la de cualquier influencer durante la cena.

EL PACIENTE «HÍPER»

«La batalla es a largo plazo»

No solo la salud mental puede verse resentida ante las exigencias de la Navidad, también lo puramente fisiológico. Al fin y al cabo, es época de grandes atracones que ponen a prueba corazones, riñones, hígados y estómagos.

Probablemente, contaremos en nuestra mesa con alguna persona con problemas de hipertensión o hipercolesterolemia. No esperen un milagro navideño. «Las recomendaciones son las mismas que durante todo el año. Se habla de los excesos de estas fechas, pero la prevención cardiovascular es una batalla a largo plazo», explica Roi Ribera, médico digestivo en el hospital Son LLàtzer de Mallorca y especialista en nefrología.

El doctor destaca también el impacto que nos producirá el cambio en los patrones de alimentación. «Tenemos comidas y sobremesas más largas, más abundancia de alimentos. Es clave comer despacio, tratar de masticar, para evitar la aspiración de aire que favorezca la hinchazón abdominal. Tengamos en cuenta que es a partir de los 20 o 30 minutos cuando empiezan a participar las hormonas de la saciedad, por lo que, si hacemos ingestas muy rápidas, vamos a ingerir mucha más cantidad de lo que haríamos si comiésemos pausadamente, hablando con el de al lado, digiriendo las comidas y favoreciendo la saciedad», explica. Así que aprovechen la cháchara en favor de la salud.

TCA

«Olvídate de la comida, eso toca para otro momento»

Articular las fiestas navideñas en torno a la comida genera problemas evidentes si alguno de los servicios está ocupado por una persona que atraviese un trastorno de la conducta alimentaria. «No es el momento de estar incidiendo en que la persona tiene un trastorno alimentario porque es que lo tiene todo el año», deja claro Natalia Seijo, psicóloga especialista en trastornos alimentarios y codirectora del Máster en Trastornos de la Conducta Alimentaria de la Universidad Complutense de Madrid.

Las recomendaciones se basan en el sentido común: no has desembarcado en la cena de Navidad para salvar a nadie, así que no te pongas la capa de superhéroe. «Debemos liberar a esa persona de la carga de las miradas, de la carga de que todos estén pendientes de lo que come o del cuerpo que tiene», explica Seijo. Una celebración como la Navidad no es el momento para comentarios medio velados ni gestos. «Lo mejor que puedes hacer es hacer sentir bien a esa persona. Que esté contenta, tranquila, con comentarios y conversaciones neutras. Pregúntale por su vida, por sus amistades y olvídate de la comida, eso lo tiene que superar en otro momento, no contigo en la mesa de Navidad», comenta la experta.

NEURODIVERGENCIA

«Suele juzgarse de qué manera se hacen las cosas»

Tamara Pineda, además de psicóloga clínica, es neurodivergente. Su experiencia vale doble. La psicoterapeuta expone que, frecuentemente, las personas adultas que acompañan a niños y niñas del espectro autista son muy cuestionados. «Siempre se les pregunta por qué hacen las cosas de determinada de manera. Hay mucho juicio y prejuicio sobre la forma de crianza y de acompañamiento. Resulta muy desagradable y pone a la persona que acompaña en una posición incómoda y desagradable». Considerando que la persona que acompaña será un pilar fundamental para ese comensal, Pineda recomienda «no cuestionar las formas de crianza o de acompañar, no juzgar y preguntar siempre, no asumir, no hablar desde la desinformación y, si no sabes, preguntar».

Lois Balado Tomé
Lois Balado Tomé
Lois Balado Tomé

A Coruña (1988). Redactor multimedia que lleva más de una década haciendo periodismo. Un viaje que empezó en televisión, continuó en la redacción de un periódico y que ahora navega en las aguas abiertas de Internet. Creo en las nuevas narrativas, en que cambian las formas de informarse pero que la necesidad por saber sigue ahí. Conté historias políticas, conté historias deportivas y ahora cuento historias de salud.

A Coruña (1988). Redactor multimedia que lleva más de una década haciendo periodismo. Un viaje que empezó en televisión, continuó en la redacción de un periódico y que ahora navega en las aguas abiertas de Internet. Creo en las nuevas narrativas, en que cambian las formas de informarse pero que la necesidad por saber sigue ahí. Conté historias políticas, conté historias deportivas y ahora cuento historias de salud.