Thomas Erikson, experto en conducta: «Dos de cada diez personas son narcisistas porque así lo aprendieron»

SALUD MENTAL

El especialista sueco explica que los individuos con este tipo de personalidades tóxicas utilizan nuestros sentimientos en nuestra contra, manipulándonos para que cedamos a sus demandas
11 oct 2024 . Actualizado a las 13:51 h.¿Alguna vez has tenido un jefe que te hacía la vida imposible, o una pareja que te hacía sufrir? ¿Has sentido que un familiar o un amigo te agotaba a nivel emocional? Lo más seguro es que hayas respondido que sí al menos a una de estas preguntas. Las personas narcisistas representan un porcentaje significativo de la población y ya sea en la esfera personal o en la profesional, todos lidiamos con este tipo de personalidades en el día a día.
El experto en patrones de conducta Thomas Erikson (Suecia, 1965) lleva décadas dedicado a entender cómo nuestras personalidades nos llevan a actuar de determinadas maneras en distintos contextos. Ha trabajado como asesor para empresas internacionales como Ikea, The Coca-Cola Company, Microsoft y Volvo. En su nuevo libro, Rodeados de narcisistas (Planeta, 2024), explica cómo detectar y enfrentar a este tipo de individuos que llegan a tener conductas tóxicas y manipuladoras.
—¿Cómo define el narcisismo?
—El narcisismo ha existido siempre, es producto de la evolución y no es una enfermedad. No es algo que se pueda curar y es importante que lo sepamos. Los narcisistas son personas con un sentido exagerado de su propia importancia. Son muy egocéntricos, sensibles a las críticas, arrogantes, soberbios, mentirosos y manipuladores. Su forma de operar es intentar relajarte para engañarte y posteriormente hacerte pensar que el problema eres tú y no ellos. Sienten que han de ser siempre el centro de atención porque son merecedores de todo lo mejor que existe, se creen mejores que los demás.
—¿Cómo podemos detectar si alguien es narcisista?
—La manipulación es una herramienta muy importante en la mente de un narcisista, el problema es que es difícil detectarlo, es necesario prestar mucha atención y observar todo el tiempo a la persona. Porque todos mentimos a veces, todo el mundo evita sus responsabilidades de vez en cuando, pero el narcisista lo hace a una gran escala y recurrentemente. Para observar esos patrones necesitaremos mucho tiempo, incluso meses. Hay que tener en cuenta que esa persona es un mentiroso compulsivo, que no es que miente ocasionalmente.
—¿Qué diferencia hay entre el quererse a uno mismo y el narcisismo?
—Pensar en uno mismo no tiene nada de raro, es algo que nos sale de forma natural y hay especialistas en comportamiento que sostienen que el 95 % de nuestros pensamientos van sobre nosotros mismos y acontecimientos relacionados con nosotros mismos. Aún así, hay una gran diferencia entre centrarse en uno mismo y hacerlo a costa de los demás. Hay que ser conscientes de las consecuencias que nuestras decisiones tendrán para otras personas y tenerlas en cuenta. Esto es lo que diferencia a una persona normal de un narcisista. Todos tendemos a pensar en nosotros mismos y ser nuestra prioridad número uno, pero un narcisista lo hace sin vacilar lo más mínimo, mientras los demás regulamos nuestros impulsos y nos ajustamos a lo que requieran las circunstancias porque no queremos hacerle daño a nadie y pensamos en el largo plazo.
—¿Los narcisistas tienen la capacidad de ser felices?
—Los narcisistas nunca están satisfechos porque uno de sus rasgos principales es la envidia. Y, por tanto, siempre están mirando lo que tienen los demás. Sienten odio hacia los demás porque creen que les tendría que ir mejor que a los demás.
—¿Cuáles son algunas técnicas que los narcisistas utilizan para manipular a sus víctimas?
—El narcisista te hace dudar de ti mismo, te hace creer que tú eres el problema. Es una técnica tremendamente tóxica. Puede que te alaben al principio, lo que se conoce como love bombing, o puede que te traten bien o mal de manera intermitente y arbitraria, para que nunca estés seguro de qué hacer. No podrás predecir cuál será su comportamiento, no tendrá ninguna relación real con tus actos. Podrías recibir cualquier tipo de reacción hagas lo que hagas, porque estás sometido a los caprichos de esa persona. Otra forma de manipulación consiste en hacer que tus emociones se vuelvan en tu contra, ejerciendo presión sobre determinados puntos sensibles de tu personalidad, aspectos de ti mismo de los que quizás seas consciente y no te gusten.
—¿Cómo podemos protegernos de la manipulación de un narcisista?
—Lo primero es entender cómo son estas personalidades, cuáles son sus patrones y cómo actúan. Debes confiar en tu intuición, si te sientes mal, es que algo va mal. Y lo siguiente es establecer límites claros y firmes. Decir: estas son mis líneas rojas y no las puedes cruzar. Pero hay que mantener ese límite. Si no lo respeta, hay que alejarse de la persona, renunciar a ese trabajo o romper esa relación. Si no, la situación empeora porque la otra persona se da cuenta de que son amenazas vacías y te pierde el respeto. Hay que mantenerse firme.
—¿Qué errores solemos cometer al interactuar con estas personalidades tóxicas?
—El principal error es explicarles tu propia percepción del mundo y creer que la van a entender. Si les dices con sinceridad cómo te sientes, solo les estás dando más combustible, porque a esas personas no les importa nada más que ellas mismas, entonces, utilizarán tus sentimientos contra ti. Pensar que puedes razonar con ellos es un error.
—¿Hay personas especialmente vulnerables a un narcisista?
—Probablemente, las personas con baja autoestima y poca autoconfianza sean más vulnerables. Si no tienes un buen concepto de ti mismo, eres una víctima más fácil para un narcisista. Los narcisistas están al acecho de tus puntos débiles, son cobardes que tienden a preferir a víctimas con debilidades por encima de la media. Pero la fortaleza no es una protección infalible. Esta persona intentará sacar de ti todo lo que pueda, ya sea dinero, ayuda o lo que sea. Son personas muy aduladoras y puedes caer en su trampa fácilmente, pensando que están disfrutando de tu compañía y que te aprecian.
—¿Se nace siendo narcisista?
—Hay un narcisismo clínico, que es un trastorno complejo de personalidad y es innato. Esto se puede ver en la amígdala con un escáner cerebral, y se estima que entre un 1 y un 3 % de la población tiene este trastorno. Otras personas tienen comportamientos aprendidos, no es biológico, esas son personas que actúan de la misma forma que un narcisista pero su comportamiento puede deberse a que han sido tremendamente adulados por sus padres, han sido niños malcriados. Estas personas podrían ser el 15 o 20 % de la población.
—¿Puede cambiar un narcisista?
—No, porque básicamente, ¿por qué habrían de cambiar? Es como pedirle a un lobo que no utilice sus dientes para cazar a sus presas. Es un depredador, ¿por qué va a cambiar su comportamiento si funciona para él? No hay que perder el tiempo pensando que va a cambiar.
—¿Las redes sociales nos están haciendo más narcisistas, al llevarnos a enfocarnos en nuestra imagen?
—Sí, totalmente. Las redes sociales son plataformas en las que los narcisistas florecen. Pueden interpretar el personaje que quieran y la gente les cree. De hecho, pueden proyectar la imagen que quieran, lo que es perfecto para ellos. Cuando se reúnen muchos narcisistas, pueden cooperar entre ellos para atacar a alguien, y un ejemplo es el odio en redes sociales. Si se reúne un grupo de personas y deciden hostigar o acosar a alguien, pueden destrozar su salud mental o incluso sus ingresos. Actúan de forma muy dañina y es peligroso.
—En el libro habla del narcisismo social. ¿Cree que vivimos en una sociedad que nos lleva a ser narcisistas?
—Sí. El desarrollo personal, la cultura individualista es una forma muy occidental de ver el mundo. En otras partes del mundo hay una vida más comunitaria. Si solo estamos enfocados en nosotros mismos, no buscamos contribuir a la sociedad. Entonces, este individualismo es dañino porque crea personas que se sienten merecedoras de todo y no dan nada.