La advertencia de un técnico de emergencias sanitarias: «La aspirina, que antes estaba en todas las casas, te puede salvar la vida»
ENFERMEDADES

Este fármaco, que es uno de los más populares, funciona como un antiagregante plaquetario
09 may 2025 . Actualizado a las 16:50 h.Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en los países desarrollados y provocan el 40 % de las defunciones que se producen en Europa y el 31,2 % de las que tienen lugar en España. La principal causa de estos fallecimientos es el infarto de miocardio, que supone más del 50 % de la mortalidad cardiovascular total, seguido de cerca por el ictus, responsable de un tercio de la misma aproximadamente.
En este tipo de afectaciones, el tiempo vale oro. Por eso, todos los profesionales consultados recuerdan que, ante la duda de si está ocurriendo un accidente vascular, la persona acuda a un centro médico de inmediato.
El doctor Vincent M. Figueredo, un reconocido cardiólogo e historiador del corazón, recomendó en una entrevista concedida a La Voz de la Salud que cuando alguien piense que está sufriendo un ataque al corazón, mastique una aspirina y vaya a urgencias. «La aspirina evita que las plaquetas que se están coagulando en esa arteria sigan haciéndolo. Y como puede que todavía haya algo de flujo sanguíneo restante, si la masticas, se mantendrá hasta que llegues al hospital, mientras que el coágulo no empeorará», señalaba.
Y este consejo, en manos de otro profesional, se ha hecho recientemente viral. Miguel Assal, técnico de emergencias sanitarias, compartió un vídeo en su cuenta de Tik tok con un mensaje muy claro. «Esta pastilla que antes teníais todos en vuestra casa, y ahora ya no, te puede salvar la vida», comenta en referencia a la aspirina. «Esto tan pequeño es un antiagregante plaquetario. Traduciéndolo, evita la formación del tapón en la arteria, incluso podría romperlo», cuenta.
El divulgador de salud y emergencias recomienda tomar media aspirina, entre 250 y 300 miligramos, y masticarla aunque sepa mal. De esta forma, «romperemos el recubrimiento entérico de la pastilla y el efecto será mucho más rápido que si lo hace el ácido de tu estómago», dice Assal, quien recuerda que ni el paracetamol ni el ibuprofeno tienen esta función. Eso sí, precisa, «úsala siempre que no seas alérgico o hipersensible al ácido acetilsalicílico, y si padeces úlceras digestivas o riesgo de hemorragia intestinal, hay alternativas», concluye el tiktoker.
Después de casi desaparecer de los botiquines de los españoles, y ser sustituida por otros antiinflamatorios, la aspirina comenzó a utilizarse como antiagregante plaquetario. Al impedir la agregación de las plaquetas, reduce la probabilidad de que se formen trombos.
En realidad, el principio activo de la aspirina, el ácido acetilsalicílico, está presente en muchos pastilleros españoles, por ejemplo, el Adiro. En este caso, se utiliza como antiagregante plaquetario: «Normalmente se suele utilizar como preventivo tras un problema, no en personas sanas que requieren un tratamiento de este tipo por una problemática concreta como, por ejemplo, la inmovilización por una fractura en una pierna», explicaba Iván Espada, Responsable del Área de Información del Medicamento del Consejo General del Colegio de Farmacéuticos, en este reportaje.
En el caso de la aspirina, este principio activo está en dosis mucho más bajas. Si es recetado por el médico a la hora de prevenir un evento cardiovascular, se prescribe durante un tiempo prolongado e, incluso, se combina con otros medicamentos coagulantes como el caso del Sintrom.
La Sociedad Española de Cardiología explica, en un artículo firmado por el cardiólogo Marcelo Sanmartín Fernández, que en personas sanas sin enfermedad cardiovascular conocida, no se recomienda el uso generalizado de este medicamento para prevenir infartos o ictus, «porque el riesgo de hemorragias supera al posible beneficio del fármaco». En aquellos paciente que son ingresados por infarto de miocardio o por ictus, «la aspirina es el antiagregante plaquetario de base para prevenir un segundo evento». Sin embargo, existen casos en los que se puede prescindir de ella. «En la mayoría de los casos, recomendamos dos antiagregantes después de un infarto durante unos doce meses, pero a veces podemos retirar la aspirina más precozmente y continuar solo con el segundo antiagregante para evitar mayor riesgo de hemorragias. Estos antiagregantes, que no son la aspirina, son fármacos son más caros y no todos los pacientes se beneficiarían de un cambio; quizá solo aquellos con un riesgo muy alto de nuevos infartos», señala el experto de la sociedad. Con todo, lo importante es seguir las recomendaciones de los médicos y no consumir un medicamento como este de forma rutinaria y sin prescripción.
Ácido acetilsalicílico y cáncer
La aspirina es conocida desde hace muchos años, pero sus posibles efectos todavía se siguen investigando. Así, hay varias publicaciones que otorgan efectos preventivos contra el cáncer al ácido acetilsalicílico.
Un estudio publicado en la revista JAMA Oncology apunta que tomar aspirina reduce el riesgo de padecer cáncer colorrectal. Sin embargo, hay que optar por la prudencia. Un posterior ensayo clínico aleatorio en el que participaron alrededor de 19.000 ancianos, llamado ASPREE, recoge que este tipo de tratamiento de una aspirina al día en bajas dosis (100 miligramos) puede no resultar tan beneficiosa para adultos mayores «sanos». Es decir, aquellos que no padecen una patología cardiovascular, demencia o una discapacidad física significativa.