Darío Vázquez-Martul, urólogo: «La terapia focal en el cáncer de próstata preserva la función sexual»

Laura Inés Miyara
Laura Miyara LA VOZ DE LA SALUD

ENFERMEDADES

El doctor Darío Vázquez-Martul, urólogo.
El doctor Darío Vázquez-Martul, urólogo.

El experto es pionero a nivel gallego en un novedoso tipo de intervenciones sin incisión para este cáncer que se pueden realizar en régimen ambulatorio y limitan el riesgo de complicaciones y efectos secundarios

30 may 2024 . Actualizado a las 16:12 h.

El cáncer de próstata es el tumor más frecuente en los hombres. Se calcula que afectará a uno de cada nueve varones a lo largo de su vida. La buena noticia es que, con los últimos avances en su tratamiento, es posible curar algunos tipos de cáncer de próstata sin necesidad de cirugía ni quimioterapia en muchos casos. La terapia focal es una intervención pionera en este sentido. Utilizando ultrasonidos de alta intensidad u otras fuentes de energía, permite eliminar de manera selectiva los tumores de la próstata con una alta precisión y sin necesidad de realizar incisiones. Esto se traduce en un menor riesgo de complicaciones y en la posibilidad de evitar efectos secundarios que suelen aparecer con otros tratamientos, como la disfunción eréctil o la incontinencia urinaria. En Galicia, se ha comenzado a incorporar recientemente esta terapia, de la mano del equipo liderado por el urólogo Darío Vázquez-Martul, cirujano especializado en Urología y Cirugía Robótica del Hospital San Rafael de A Coruña y urólogo del Servicio de Urología del Hospital Universitario de A Coruña (Chuac).

—¿Cómo ve el panorama actual del cáncer de próstata? ¿Se suele detectar tempranamente?

—Actualmente, es la neoplasia más frecuente en varones. Las estrategias de detección precoz pasan por la realización de un cribado oportunista. Es el médico general o el médico de familia el que determina el riesgo de que el paciente pueda tener un tumor a través de un análisis de sangre para conocer los valores de PSA, que es un antígeno prostático específico en sangre. Desde la Unión Europea ya hay una recomendación de intensificar ese cribado como en otras patologías, para que pase a ser un cribado poblacional, que sistemáticamente se hagan estos controles a todos los varones. Esto favorece una detección precoz del cáncer en estadios tempranos y, con ello, aumenta las tasas de curación definitiva, evitando los diagnósticos en estadios avanzados. En este sentido, es relevante la terapia focal porque, al promover detecciones más precoces de la enfermedad, podemos ver tumores más localizados y menos agresivos, para hacer tratamientos menos invasivos y que generen menos efectos secundarios en los pacientes. Se trata de los primeros tratamientos realizados en práctica clínica en la sanidad gallega.

—¿Cómo se realiza la terapia focal?

—La terapia focal es un tratamiento con intención curativa que va encaminado a la ablación selectiva de la zona tumoral dentro de la próstata, preservando el resto de estructuras anatómicas. En este caso, la hemos realizado empleando ultrasonidos de alta intensidad, aunque disponemos también de tratamiento focal mediante crioterapia. La selección de la fuente de energía a emplear viene determinada generalmente por la localización y características del tumor, es un tratamiento a la carta.

—¿Qué ventajas tiene la terapia focal para el cáncer de próstata?

—Con esto, conseguimos disminuir al máximo los efectos secundarios que tienen otros tratamientos como la cirugía o la radioterapia. Esto permite preservar la función sexual, es decir, las erecciones, en más del 70 % de los casos. Además, reduce el riesgo de incontinencia urinaria a un 2 % de los casos o menos. Es decir que conseguimos tratar al paciente disminuyendo los posibles efectos secundarios que tienen alto impacto en su calidad de vida. Es un tratamiento que se puede realizar incluso en régimen ambulatorio. El requerimiento anestésico es menor que en una cirugía y el impacto en el paciente también es mínimo. En cinco días, generalmente, puede estar haciendo su vida normal, incluida la práctica de deporte. La incorporación a sus rutinas diarias es francamente rápida. Y el tratamiento no impide, si es necesario, proseguir con cualquier otro tratamiento más adelante.

—¿En qué casos está indicada la terapia focal?

—La recomendación es en aquellos pacientes que, mediante pruebas de resonancia magnética, vemos que tienen tumores únicos o próximos entre sí, de pequeño tamaño, que por biopsia se ve que tienen una agresividad de intermedia a baja. También en aquellos pacientes que, por el riesgo quirúrgico, no sean buenos candidatos a la cirugía. La terapia focal tiene otra posible indicación, que es en los rescates ante fracasos de tratamientos previos. Por ejemplo, pacientes a los que se les ha dado radioterapia externa por un tumor de próstata y que, pasado un tiempo, vuelve a aparecer un foco tumoral. La terapia focal también permitiría erradicar ese nuevo tumor dentro de la próstata.

—¿Cómo es la preparación del paciente antes de la terapia focal?

—Generalmente no requiere una preparación específica. Son intervenciones que se hacen sin ningún tipo de incisión. El paciente no va a llevar ningún corte ni herida. Son terapias mínimamente invasivas, la anestesia puede incluso ser regional y se puede hacer en régimen ambulatorio o, en todo caso, los ingresos no suelen superar las 24 horas.

—¿Qué importancia tiene el enfoque multidisciplinar en el tratamiento de este cáncer?

—En enfermedad avanzada, el enfoque multidisciplinar es fundamental, si bien el cáncer de próstata corre en gran medida a cargo del urólogo, que realiza el diagnóstico, indica la biopsia y realiza gran parte de los tratamientos. Pero los radioterapeutas o, en pacientes con enfermedad avanzada que precisan quimioterapia, los oncólogos clínicos, son muy importantes.

—¿Qué medidas pueden ayudar a prevenir el cáncer de próstata?

—A día de hoy, no hay unos factores de riesgo más allá de los genéticos que podamos detectar para la prevención. Más allá de esto, las recomendaciones habituales son mantener unos hábitos de vida saludable, incluyendo la práctica de ejercicio. Pero no hay ninguna relación directa de ningún factor ambiental específico con el cáncer de próstata. Sí que se ha visto que hay una clara carga genética y familiar en este tipo de tumores. Aquellos que tienen parientes de primer grado con cáncer de próstata tienen un riesgo incrementado hasta tres veces de padecerlo. Por lo tanto, los varones que tengan hermanos, padres o tíos que hayan sufrido cáncer de próstata deben adelantar los controles de PSA a edades más tempranas, a partir de los 40 años. También hay que tener en cuenta los antecedentes de cáncer de mama en la familia, ya que hay algunos genes compartidos que pueden estar relacionados e implicados en el desarrollo del cáncer de próstata.

—¿Qué síntomas pueden indicar la posibilidad de un cáncer de próstata?

Cuando aparecen síntomas, generalmente, el tumor ya está evolucionado. Precisamente, la detección precoz va encaminada al diagnóstico antes de que aparezcan síntomas. Hay que aclarar que en determinados casos, la existencia de síntomas puede deberse también a una hiperplasia benigna, que es una patología muy frecuente en los varones y que se relaciona con el aumento del tamaño de la glándula prostática. Pero los síntomas de los que tendríamos que estar pendientes son la presencia de sangre en la orina o cualquier otro síntoma miccional. Si aparecen, hay que consultar con el urólogo. No obstante, el cáncer de próstata es un tumor indolente hasta que no está muy evolucionado. Con el diagnóstico precoz, es raro que el paciente presente síntomas. Sangrados en la orina o metástasis, dolores óseos o fracturas pueden aparecer en casos muy avanzados. Por eso a partir de los 45 años o antes si hay antecedentes, deben hacerse controles de PSA.

—¿Qué avances veremos próximamente en el tratamiento del cáncer de próstata?

—El futuro será una medicina de precisión con tratamientos personalizados para cada paciente, ya sea para conseguir una curación definitiva con un impacto menor o cronificar los estados más avanzados de la enfermedad aumentando la esperanza de vida. Actualmente, se están desarrollando pruebas de imagen que permitirán una detección más fiable y más precoz de las lesiones dentro de la próstata y fuera de ella. Se están desarrollando también fármacos para el tratamiento de la enfermedad avanzada con el fin de cronificar la enfermedad. En estadios iniciales, se está avanzando para conseguir diagnósticos más certeros. También se está avanzando en implementar sistemas de control de pacientes con tumores de muy bajo riesgo, que llamamos de vigilancia activa. Evitar el sobretratamiento en pacientes que van a tener un cáncer de muy bajo riesgo que no les va a afectar ni impactar en su expectativa de vida es clave, así como el desarrollo de tratamientos mínimamente invasivos como la terapia focal.

Laura Inés Miyara
Laura Inés Miyara
Laura Inés Miyara

Redactora de La Voz de La Salud, periodista y escritora de Rosario, Argentina. Estudié Licenciatura en Comunicación Social en la Universidad Nacional de Rosario y en el 2019 me trasladé a España gracias a una beca para realizar el Máster en Produción Xornalística e Audiovisual de La Voz de Galicia. Mi misión es difundir y promover la salud mental, luchando contra la estigmatización de los trastornos y la psicoterapia, y creando recursos de fácil acceso para aliviar a las personas en momentos difíciles.

Redactora de La Voz de La Salud, periodista y escritora de Rosario, Argentina. Estudié Licenciatura en Comunicación Social en la Universidad Nacional de Rosario y en el 2019 me trasladé a España gracias a una beca para realizar el Máster en Produción Xornalística e Audiovisual de La Voz de Galicia. Mi misión es difundir y promover la salud mental, luchando contra la estigmatización de los trastornos y la psicoterapia, y creando recursos de fácil acceso para aliviar a las personas en momentos difíciles.