Crecen los casos de cáncer en menores de 50 años: «Los más típicos son los de mama, de próstata, colorrectales y de pulmón»

Lucía Cancela / Uxía Rodríguez LA VOZ DE LA SALUD

ENFERMEDADES

Imagen de archivo de la sala de tratamientos del Hospital de Día de Oncohematología del HULA.
ALBERTO LÓPEZ

Kate Middleton ha puesto cara a una realidad cada vez más presente: los tumores en gente joven

01 abr 2024 . Actualizado a las 17:39 h.

Los denominados cánceres de aparición temprana son aquellos detectados en mujeres u hombres menores de 50 años. Desde hace décadas se está viendo un aumento en este tipo de tumores. El mayor estudio el tema se publicó en la revista BMJ Oncology y analizaba los datos entre 1990 y el 2019. ¿La conclusión? Entre esas dos fechas la incidencia mundial del cáncer de aparición temprana aumentó un 79,1 % y el número de muertes por cáncer de aparición temprana aumentó un 27,7 % .

«Los factores de riesgo dietéticos (dieta rica en carnes rojas, baja en frutas, alta en sodio y baja en leche), el consumo de alcohol y el consumo de tabaco son los principales factores de riesgo subyacentes», explican. En cuanto al tipo de tumores, «los cánceres de mama, traqueal, bronquios y de pulmón, estómago y colorrectal de aparición temprana mostraron la mayor mortalidad y carga en 2019. Los países con un índice sociodemográfico medio alto y medio y las personas de 40 a 49 años se vieron particularmente afectados», añadía el documento. 

Una información que confirma la doctora Isabel Echavarría, secretaria científica de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y oncóloga médico del Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid: «En España todavía no disponemos de datos al respecto, pero a nivel global, parece que se está incrementando el número de casos en población joven, sobre todo de tumores gastrointestinales como el de colon o de páncreas», precisa. 

Desde que Kate Middleton anunciara que, a sus 42 años, padece cáncer, aunque sin especificar de qué tipo ni en qué estadio, las preguntas sobre los tumores en gente joven se han multiplicado. La edad sigue siendo uno de los principales factores de riesgo. «Es algo que tenemos claro, salvo excepciones como los tumores de testículo, o ciertas leucemias y sarcomas, que pueden ubicarse en una población más joven, el resto, a medida que aumenta la edad, lo hace el riesgo», deja claro el doctor Luis León, miembro de la Sociedad Oncológica Gallega (SOG) y especialista del Complexo Universitario Hospitalario de Santiago (CHUS). Para muestra, un botón. Según el experto, solo el 10 % de los casos de cáncer de pulmón se producen por debajo de los 55 años; una amplia mayoría suceden después. 

Los culpables

Así las cosas, cáncer y envejecimiento van de la mano para muchos pacientes y así lo confirman los datos, sin embargo, la comunidad científica se centra, ahora también, en desvelar las razones que explican el porqué de una aparición más temprana, un fenómeno que sufren tanto hombres como mujeres. 

La incidencia es mayor en unos tumores que en otros: «Los más típicos son los tracto digestivo, que incluye colon, estómago y páncreas; el cáncer de mama; y los del aparato respiratorio, tanto de pulmón como otorrinos», describe el doctor León. Unas cifras que, a su vez, según María Quindos, oncóloga del Chuac, se erigen en la línea de la incidencia global de cáncer: «En general, los tumores más frecuentes en el varón son los de próstata, los colorrectales y el de pulmón; y en la mujer, los de mama, los colorrectales y el de pulmón», aclara la experta. 

Las razones para explicarlo son varias. Por un lado, destacan los factores de riesgo atribuibles al estilo de vida. «Hábitos derivados de la alimentación, con una dieta de peor calidad en la que priman alimentos ultraprocesados en lugar de una materia fresca, como los vegetales o el pescado; también encontramos el consumo de tabaco, que sigue siendo clave en un montón de tumores, o de alcohol así como unos niveles menores de actividad física», detalla el especialista del CHUS.

A ello, se suman factores medioambientales, como la contaminación, «o el radón, en Galicia» y otros que «todavía son desconocidos», señala el doctor León. En cualquier caso, la investigación en este campo todavía tiene mucho margen de maniobra, «quedan cosas por saber», indica la doctora Quindos. Por su parte, los expertos recuerdan que un tercio de las muertes se deben a factores de riesgo evitables: «Como el tabaco, el alcohol, la dieta, el sobrepeso o las infecciones, y en estos es en los que hay que incidir para reducir la incidencia y mortalidad por esta enfermedad», recuerda la doctora Echavarría. 

El estilo de vida occidental está cambiando, lo que también repercute en los hábitos reproductivos. Algo que puede explicar la incidencia del cáncer de mama en concreto: «Con un menor número de hijos, una edad más tardía al primer embarazo y menor lactancia materna», detalla la miembro de la SEOM. 

A su vez, las pruebas diagnósticas surten efecto y los métodos son, cada vez, más efectivos. «Eso también hace que no solo diagnostiquemos más, sino que también, podamos hacerlo antes», añade la oncóloga del Chuac. Una razón que, para Echavarría, no es suficiente: «Los avances en las técnicas diagnósticas, probablemente, no justifiquen este incremento, sino que se deben más al estilo de vida», considera. 

Para algunos tumores, también es posible hablar de genética. «En cáncer de mama y de ovario está clarísimo», señala el doctor León, que explica que para decir lo mismo respecto a otros, como el de pulmón, todavía se precisa de mayor investigación, pero es posible encontrar ciertas asociaciones. «Necesitamos más estudios y tiempo de seguimiento, pero sí empezamos a ver más asociaciones familiares de alteraciones moleculares con posterior desarrollo del cáncer. Claramente, ahí hay un componente genético», destaca. 

En algunos casos, este factor es suficiente para que la persona desarrolle un tumor; mientras que, en otros historiales, es el sumatorio de todos los factores lo que lleva al resultado final de la enfermedad. La genética no lo es todo. Es más, los cánceres hereditarios representan una minoría del total. 

Una detección más complicada

Llegar al diagnóstico en personas más jóvenes no es tarea fácil. Los expertos explican que existe una doble complicación. Por un lado, debido al riesgo mínimo que presentan, este grupo de población no forma parte de los programas de screening; y, por otro, tanto la sociedad, como la comunidad médica, no son tan conscientes de que un paciente de menor edad pueda tener estos problemas. «Para el caso de cáncer de mama puede ser relativamente más fácil detectar un nódulo, pero yo tengo pacientes de 30 o 40 años con cáncer de pulmón que nunca han fumado», ejemplifica el experto del CHUS. 

Esta dificultad se une, a su vez, con el avance más rápido del tumor a edades más tempranas. Con una mirada general, los cánceres en pacientes jóvenes presentan un comportamiento biológico más agresivo. «Algunos tipos, como en el de pulmón, son de mayor riesgo, van a crecer más rápido y hay más probabilidad de que vayan mal», lamenta el doctor León. Lo mismo sucede con el de mama, «en el que se observa una mayor proporción de tumores de alto grado y con características agresivas en los jóvenes, frente a las pacientes de mayor edad», señala la oncóloga del centro madrileño.

Con todo, los expertos consultados se muestran cautelosos al hacer esta afirmación. Hoy en día, se conoce que, dentro de un mismo tumor, puede haber varios subtipos. En función de cada uno, varía el tratamiento, la agresividad o el pronóstico. 

De los cánceres de aparición temprana se dice que tienen una firma genética peculiar y distinta a otros que aparecen en etapas posteriores de la vida. El ejemplo perfecto para hablar de esta distinción es el de pulmón. «Hay un perfil de gente más joven, que no es fumadora, y que tienen más posibilidad de tener alteraciones moleculares que otros pacientes mayores», detalla el doctor León. Esto, a su vez, trae buenas noticias, ya que puede aumentar las opciones de utilizar fármacos orales, «dirigidos a dianas específicas que, generalmente, funcionan mejor, con menos efectos secundarios y con más posibilidad de respuesta que la quimioterapia convencional», concluye el especialista.

¿Qué está sucediendo con el cáncer de colon?

De entre todos los tumores, llama la atención la incidencia del cáncer colorrectal en menores de 50 años. Las causas de esta aparición todavía no están del todo claras, pero la incidencia está creciendo a un ritmo del 3 % al año en muchos países, según un estudio del Instituto Oncológico Dana-Farber, de Boston, Estados Unidos. ¿Qué tiene que ver un paciente joven con uno de mayor edad? La investigación encontró similitudes y diferencias. Por un lado, muchos de los cánceres de inicio temprano no se asociaron a los factores de riesgo conocidos, ni a una predisposición genética. Además, estos incluyen una historia familiar, un estadio avanzado, metastásico y una presentación clínica con mayor presencia por el lado izquierdo del colon y el recto. Por el contrario, una vez superados los 50, se suele detectar más a raíz de cribados, lo que conlleva una menor probabilidad de metástasis y la presentación clínica era más común en el lado derecho. 

En rasgos compartidos por ambos grupos de edad, se concluyó la existencia de síndrome metabólico, una ingesta elevada de bebidas azucaradas, carne roja y procesada, así como una mayor prevalencia de obesidad y sedentarismo. En suma, el estudio también alertaba acerca de causas ambientales, como el incremento del uso de antibióticos, que pueden alterar la microbiota intestinal. 

Precisamente, el estudio del microbioma y su relación con los tumores, en especial, con los colorrectales, es una de las líneas de investigación más destacadas por la doctora Quindos: «Este es el ecosistema de micobacterias que tenemos en el intestino y en la cavidad bucal, de las que se sabe que tienen unas funciones importantes en la defensa contra agentes extraños», señala la especialista del Chuac.

Así, esta comunidad microbiana, que es única en cada individuo, tiene un alto potencial: «Hay estudios que indican que, según el microbioma, el tratamiento oncológico, como la inmunoterapia, puede ser más eficaz», añade. Posibles respuestas a preguntas que todavía no han terminado de formularse.