Así es la criptosporidiosis, la diarrea causada por un parásito que se extiende por Europa

Laura Inés Miyara
Laura Miyara LA VOZ DE LA SALUD

ENFERMEDADES

La infección ha hecho sonar las alarmas en distintos países de Europa.
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En España ya son más de 3.400 los casos confirmados, un repunte importante frente a los 815 que se registraron en el 2022

13 nov 2023 . Actualizado a las 16:16 h.

Las autoridades sanitarias europeas alertan sobre un marcado aumento de casos de criptosporidiosis en varios países de la región, entre los que se encuentra España. Desde finales del verano, esta enfermedad ocasionada por el parásito Cryptosporidium ha estado causando síntomas gastrointestinales asociados principalmente a la diarrea. Se trata de un cuadro que puede resultar grave en personas especialmente vulnerables, como los niños pequeños o los pacientes inmunosuprimidos, llegando a provocar la muerte en determinados individuos.

Qué es la criptosporidiosis

La criptosporidiosis es una infección que cursa con dolor abdominal y diarrea líquida, en algunos casos acompañados de náuseas, vómitos, fiebre o debilidad. Está causada por el parásito Cryptosporidium, un patógeno altamente prevalente en la naturaleza que puede estar presente en el suelo, los alimentos y el agua. También puede encontrarse en el agua y las superficies que hayan estado en contacto con heces de humanos o animales infectados.

La enfermedad se puede contraer a través del consumo de agua o alimentos contaminados, o al tener contacto directo con personas o animales infectados. Esto ocurre porque el parásito deposita sus huevos, llamados ooquistes, en el huésped y esos huevos son expulsados posteriormente a través de las heces, llegando a contaminar el agua o la tierra. Por eso, cuando aparece un brote en una zona, se suelen recomendar medidas como evitar el consumo de agua del grifo. A nivel nacional, el mayor brote se registró en septiembre en varios municipios del área de Tarazona, en Zaragoza, donde las restricciones de consumo de agua siguen vigentes.

El síntoma más común de la criptosporidiosis es la diarrea líquida, aunque también se puede presentar:

  • Deshidratación
  • Pérdida de peso
  • Calambres o dolor de estómago
  • Fiebre
  • Náusea y vómitos

De manera general, los síntomas pueden empezar de 2 a 10 días después del contacto con el parásito. En personas con sistemas inmunitarios sanos, pueden durar entre una y dos semanas. En algunos casos, los síntomas pueden durar más o incluso aparecer y desaparecer a lo largo de un mes. En cambio, en aquellos pacientes que tienen una inmunidad debilitada, la enfermedad puede volverse crónica y grave. Los grupos de mayor riesgo en este sentido son aquellas personas que están bajo tratamientos como la quimioterapia, los pacientes trasplantados o los que tienen VIH.

La detección del parásito para el diagnóstico de los pacientes se puede hacer a través del análisis de una muestra fecal. Dado que los parásitos pueden estar más o menos presentes en cada deposición, se suelen pedir hasta tres muestras tomadas en días diferentes.

Repunte en Europa

La criptosporidiosis puede ser potencialmente mortal en pacientes inmunodeprimidos y niños pequeños. En el 2021, el año más reciente con datos completos, hubo 144 hospitalizaciones por esta enfermedad en España. Actualmente, según el Centro Nacional de Epidemiología, estamos ante un repunte de casos, con más de 3.400 confirmados en el país en los últimos meses. Esto supone un aumento significativo comparado con el 2022, año en el que se registraron 815 pacientes con la enfermedad.

En Irlanda se han detectado cerca de 50 casos, la mayoría de ellos asociados a viajes turísticos a Salou, en Tarragona. Lo mismo han concluido los informes en el Reino Unido, en los que se señala que un porcentaje significativo de los 2.411 afectados habían viajado a España.

El aumento de contagios en los países europeos comenzó a registrarse durante el verano, entre julio, agosto y septiembre. Esto responde al comportamiento típico de este parásito, teniendo en cuenta que los picos de esta infección suelen darse durante los meses más cálidos. Esto podría deberse a la mayor concurrencia de la población hacia zonas públicas de baño como piscinas o playas.

Tratamiento

En la mayoría de los casos, no se requiere ningún tratamiento, ya que las personas mejoran con el paso del tiempo. Se recomienda aumentar el consumo de agua para prevenir la deshidratación mientras duren los síntomas de diarrea o vómitos. En algunos casos, puede ser necesario un tratamiento antiparasitario con nitazoxanida para acelerar la recuperación. Si la diarrea persiste, se puede administrar un fármaco antidiarreico.

Para evitar la deshidratación, es conveniente preparar la limonada alcalina recomendada por la OMS, una bebida que permite reponer electrolitos de manera rápida. Se prepara con un litro de agua, una pizca de sal, una cucharadita de bicarbonato de sodio, dos cucharadas de azúcar y zumo de limón. Puedes beber toda la que quieras, pero sin forzarte. Para acompañar esta medida y mejorar tu hidratación puedes comer plátano y beber zumo de naranja.

La dieta astringente, recomendada durante décadas para el tratamiento de las gastroenteritis, no muestra en realidad una eficacia clara en los estudios que se han hecho al respecto. Por lo tanto, si no hay signos de deshidratación, se puede continuar con una dieta normal de tipo mediterráneo, priorizando los alimentos de bajo nivel de procesamiento y fraccionando las ingestas en varias comidas diarias de pequeño volumen, de ser posible, repartiéndolas en seis tomas.

Otros consejos para aliviar la diarrea:

  • Comer despacio y masticar bien.
  • Tomar los líquidos y el agua en pequeñas cantidades, especialmente luego de las deposiciones.
  • No tomar alimentos ni muy fríos, ni muy calientes, ya que pueden aumentar la cantidad y disminuir la consistencia de las heces.
  • Utilizar formas de cocción sencillas (hervidos, plancha, vapor, horno) y evitar los fritos, rebozados, empanados y guisos.
  • Eliminar los alimentos de difícil digestión, como carnes fibrosas, mariscos, legumbres o alimentos con mucha grasa.
  • Incluir en la dieta, mientras dure la diarrea, probióticos como el Lactobacillus Casei y Bifidobacterias, presentes en yogures y otras leches fermentadas, y en presentaciones farmacéuticas. Son muy beneficiosos para la salud, especialmente ante procesos diarreicos. La acción de sus bacterias lácticas se mantiene en el interior del intestino, actuando como protectores de su mucosa.
  • Mantener normas de higiene en la selección de alimentos y durante la realización de las comidas.

Prevención

Para evitar el contagio de este parásito, es importante mantener unas medidas higiénicas rigurosas, especialmente el lavado de manos con agua y jabón con frecuencia, sobre todo antes de preparar o comer alimentos, después de ir al baño, cambiar pañales o tocar animales. Hay que tener en cuenta que los desinfectantes para manos a base de alcohol no son eficaces contra la criptosporidiosis.

En las zonas donde el agua está contaminada con este patógeno, es fundamental extremar estas medidas, evitando bañarse en piscinas, arroyos, ríos y otros cuerpos de agua, así como las duchas públicas de gimnasios o clubes deportivos. Dado que el contagio puede producirse durante las relaciones sexuales, el uso de preservativo puede asimismo ayudar a esta prevención.

Si hay riesgo de que el agua potable esté contaminada, se la debe hervir antes de utilizarla para el cepillado de dientes y el lavado de alimentos. También se aconseja priorizar los alimentos cocidos, evitando la leche y especialmente los zumos no pasteurizados.

Laura Inés Miyara
Laura Inés Miyara
Laura Inés Miyara

Redactora de La Voz de La Salud, periodista y escritora de Rosario, Argentina. Estudié Licenciatura en Comunicación Social en la Universidad Nacional de Rosario y en el 2019 me trasladé a España gracias a una beca para realizar el Máster en Produción Xornalística e Audiovisual de La Voz de Galicia. Mi misión es difundir y promover la salud mental, luchando contra la estigmatización de los trastornos y la psicoterapia, y creando recursos de fácil acceso para aliviar a las personas en momentos difíciles.

Redactora de La Voz de La Salud, periodista y escritora de Rosario, Argentina. Estudié Licenciatura en Comunicación Social en la Universidad Nacional de Rosario y en el 2019 me trasladé a España gracias a una beca para realizar el Máster en Produción Xornalística e Audiovisual de La Voz de Galicia. Mi misión es difundir y promover la salud mental, luchando contra la estigmatización de los trastornos y la psicoterapia, y creando recursos de fácil acceso para aliviar a las personas en momentos difíciles.