María Quindós, oncóloga: «Existe riesgo de recaída en el cáncer de ovario avanzado, sobre todo, en los tres años siguientes al diagnóstico»

Cinthya Martínez Lorenzo
Cinthya Martínez LA VOZ DE LA SALUD

ENFERMEDADES

La doctora María Quindós es miembro del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Ovario (Geico).
La doctora María Quindós es miembro del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Ovario (Geico).

La doctora subraya que entre los factores de riesgo para este tipo de tumor se encuentran «no haber tenido hijos y no haber tomado anticonceptivos orales»

08 may 2023 . Actualizado a las 17:34 h.

Hoy se conmemora el Día Mundial del Cáncer de Ovario, uno de los de tipo ginecológico más difícil de diagnosticar. Y no por el hecho de que no se presenten síntomas, sino porque estos se suelen atribuir a otro tipo de afecciones mucho más frecuentes y menos alarmantes. Se calcula que entre un 70 y un 80 % de las pacientes son diagnosticadas en una etapa avanzada de la enfermedad. Además, representa la cuarta causa de muerte por cáncer en mujeres tras el de pulmón, mama y colon. Según cifras de la Sociedad Española de Oncología Médica, se estima que a lo largo de 2023 se diagnosticarán unos 3.600 casos en España. Conocemos más sobre él con la doctora María Quindós, miembro del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Ovario (Geico) y oncóloga médica en el Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac). 

—La mayoría de los cánceres de ovario se diagnostican tardíamente. ¿Por qué? 

—Porque es un cáncer que produce signos y síntomas vagos, inespecíficos, que inicialmente se pueden confundir con alteraciones gastrointestinales como hinchazón abdominal, saciedad precoz y alteraciones del hábito intestinal. Además, actualmente no disponemos de un screening eficaz ni métodos de detección precoz eficaces y validados, lo que repercute en que se diagnostique tardíamente en etapas avanzadas.

—¿Existen soluciones a esta problemática?

—No disponemos de un screening eficaz y validado, pero sí es importante realizar revisiones ginecológicas de forma periódica. Las pruebas diagnósticas incluyen estudios de imagen, como la ecografía transvaginal, y analítica con el marcador tumoral Ca-125. También es importante concienciar e informar a la sociedad de la existencia del cáncer de ovario y cuáles son esos síntomas de alarma por los que debe consultar.

—¿Cuáles son?

—Se debe consultar con un especialista si se tienen síntomas gastrointestinales como distensión abdominal progresiva o una sensación repetida y persistente de plenitud con las comidas, incluso con pequeñas cantidades. También por molestias pélvicas y abdominales persistentes que no están relacionadas con otras causas, molestias al orinar y con la deposición que tampoco tengan otra explicación aparente; y sangrado vaginal inapropiado.

—Existen diferentes tipos de cáncer de ovario. ¿Cuáles son los más frecuentes?

—Sí, existen tres tipos de cáncer de ovario: el cáncer epitelial, tumores de células germinales y tumores del estroma. Estos dos últimos no son muy frecuentes. Entre el 85 y el 90 % de los cánceres de ovario son epiteliales y, dentro de este grupo, hay cinco subtipos histológicos. El más frecuente y que sufren el 70 % de las pacientes es el seroso papilar de alto grado, pero también existen el endometrioide, el mucinoso, el de células claras y el seroso papilar de bajo grado. Cada uno de ellos con diferentes alteraciones moleculares que van a influir en la respuesta a los tratamientos.

—¿Es cierto que a día de hoy se diagnostican más casos en mujeres jóvenes?

—La mayor parte de las pacientes se diagnostican en la menopausia. De hecho, la edad media de diagnóstico según la SEOM está en torno a los 63 años. Sí que existe una mayor incidencia en países desarrollados y puede deberse a un mayor envejecimiento de la población y a factores reproductivos, como una mayor nuliparidad, la edad tardía del primer hijo o no optar por la lactancia materna. No obstante, a la hora de hablar de cáncer de ovario en mujeres jóvenes hay que descartar un origen genético, testando la mutación BRCA1 y BRCA 2 en línea germinal.

—¿Se podría hablar de posibles causas de un cáncer de ovario?

—No, no existe una causa conocida del cáncer de ovario, la mayoría son esporádicos.

—¿Y de factores de riesgo?

—Uno de los factores que puede aumentar el riesgo de sufrir cáncer de ovario es la edad, ya que la mayoría se desarrollan después de la menopausia, así como tener antecedentes familiares de cáncer de ovario, útero o mama. Otros son menstruar desde muy temprano o tener una menopausia tardía, no haber tenido hijos y no haber tomado anticonceptivos orales. Asimismo, un estilo de vida no saludable que conlleve obesidad y sedentarismo, así como el hábito tabáquico, también son factores de riesgo. 

—A día de hoy el abanico de tratamientos es más amplio. ¿Cuáles están disponibles? 

—Un pilar del tratamiento del cáncer de ovario continúa siendo la cirugía, el objetivo es que sea completa sin dejar enfermedad residual. Los equipos multidisciplinares y los comités de tumores son importantes para la toma de decisiones consensuadas. Dentro del tratamiento sistémico el esquema de quimioterapia es el doblete de platino. Y en los últimos años, gracias a un mejor conocimiento de la biología molecular de este tipo de cáncer, tenemos disponibles otros abordajes de mantenimiento, como los inhibidores de PARP y los antiangiogénicos, que han mejorado los resultados de eficacia y probablemente han aumentado las posibilidades de curación de las pacientes con cáncer de ovario avanzado.

—¿Se esperan novedades para un futuro próximo? 

—Están en marcha numerosos ensayos clínicos, dentro del Grupo Español de Investigación de Cáncer Ginecológico estamos participando de manera activa y esperemos que nos den nuevas alegrías y mejoren los resultados de eficacia con toxicidades aceptables, siempre teniendo en cuenta la calidad de vida de las pacientes. Además, en el congreso americano de oncología que se celebrará en junio en Chicago se presentarán datos prometedores de combinación de inhibidores de PARP con inmunoterapia en pacientes con cáncer de ovario avanzado sin mutación en el gen BRCA.

—¿Existe riesgo de recidiva en las mujeres que han pasado por este tipo de cáncer? 

—Sí, existe riesgo de recaída en el cáncer de ovario avanzado, sobre todo, en los tres años siguientes al diagnóstico. Aunque está disminuyendo, gracias a la introducción del tratamiento de mantenimiento con los inhibidores del PARP tras la quimioterapia con doblete de platino.

—¿Y que aparezca un nuevo tipo de tumor?

—Las pacientes que presentan una mutación en el gen BRCA-1 o BRCA-2 en línea germinal, que son en torno al 10 o al 15 %, es importante realizar un seguimiento estricto para la detección precoz de cáncer de mama y acudir a una consulta con un especialista en cáncer hereditario.

—¿Cuál considera usted que es el principal reto al que nos enfrentamos a la hora de hablar del cáncer de ovario?

—Facilitar el desarrollo de la medicina de precisión, que ha permitido en los últimos años avances en el tratamiento del cáncer de ovario para nuestras pacientes. Esta aprovecha las características clínico-patológicas, genéticas y alteraciones moleculares del tumor para intentar encontrar el mejor tratamiento disponible de una forma individualizada. De esta manera, tendremos tratamientos con una mayor eficacia y reduciendo toxicidades.

Cinthya Martínez Lorenzo
Cinthya Martínez Lorenzo
Cinthya Martínez Lorenzo

De Noia, A Coruña (1997). Graduada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela, me especialicé en nuevas narrativas en el MPXA. Después de trabajar en la edición local de La Voz de Galicia en Santiago, me embarco en esta nueva aventura para escribir sobre nuestro bien más preciado: la salud.

De Noia, A Coruña (1997). Graduada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela, me especialicé en nuevas narrativas en el MPXA. Después de trabajar en la edición local de La Voz de Galicia en Santiago, me embarco en esta nueva aventura para escribir sobre nuestro bien más preciado: la salud.