El decálogo de la gripe: ¿funcionan los antigripales?, ¿qué diferencia hay entre la A y la B?, ¿cuándo preocuparse?

ENFERMEDADES

Este año la irrupción de la gripe se ha adelantado. Aquí dejamos diez preguntas y respuestas sobre esta enfermedad infecciosa
23 nov 2022 . Actualizado a las 17:55 h.La gripe está de vuelta. Quizás tú mismo has notado ya sus efectos, si todavía no ha llamado a tu puerta, seguro que conoces a alguien que se ha tenido que enfrentar en estos días a ese malestar, fiebre, mocos, tos y cansancio. Estamos en temporada, así que aquí van diez preguntas y sus correspondientes respuestas sobre esta enfermedad.
1. ¿Qué es la gripe?
Es una enfermedad infecciosa respiratoria causada por un virus cuya máxima incidencia se observa en otoño e invierno. El virus se transmite con facilidad, propagándose rápidamente. Esta enfermedad supone un importante problema de salud. A nivel mundial, cada año mueren unas 650.000 personas por causas relacionadas con la gripe. Llevando el foco a España y a la temporada 2019-2020: 619.000 personas acudieron a las consultas de atención primaria por gripe, hubo 27.700 hospitalizaciones con gripe confirmada por ensayos de laboratorio, 1.800 ingresos en la UCI y 3.900 muertes.
Diferencia entre gripe A y B
Lo cierto es que hay cuatro tipos de virus influenza: A, B, C y D. Los causantes de las epidemias estacionales son los virus gripales de tipo A y B.
- Los virus de la gripe A se clasifican en subtipos en función de las combinaciones de dos proteínas de su superficie: la hemaglutinina (HA) y la neuraminidasa (NA). Los subtipos actualmente circulantes en el ser humano son el A(H1N1) y el A(H3N2). Todas las pandemias conocidas han sido causadas por virus gripales de tipo A.
- Los virus de tipo B no se clasifican en subtipos, pero los circulantes actualmente pueden dividirse en dos linajes B/Yamagata y B/Victoria.
- Los virus de tipo C se detectan con menos frecuencia y suelen causar infecciones leves, por lo que carecen de importancia desde el punto de vista de la salud pública.
- Los virus de tipo D afectan principalmente al ganado y no parecen ser causa de infección ni enfermedad en el ser humano.
«Venimos de dos temporadas gripales vividas en plena pandemia del SARS-Cov-2, con una hegemonía de ese virus. Hay que recordar que ya en la última temporada de gripe asistimos, en inicio, a una emergencia de los virus gripales, luego relegaron su posición un poco y, posteriormente, tuvieron ya en primavera un mantenimiento de su actividad intertemporada, lo que para nosotros es un hecho inusual. Es decir, este 2022 hemos asistido en intertemporada (período que va del 1 de abril al 30 de septiembre) a la circulación del virus de la gripe A, tanto del subtipo H3 como H1. Y también hemos asistido a algunos brotes en los meses de verano en pacientes institucionalizados», explica José María Eirós, catedrático de Microbiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valladolid y director del Centro Nacional de Gripe de Valladolid. El experto asegura que esto les hace pensar que «la gripe podría venir este año con más intensidad y con una mayor extensión en el tiempo. Una gripe precoz, que aparece antes de lo normal. Es decir, lo que tenemos claro por ahora es que es más precoz y que, probablemente, habrá más casos en número, pero lo que no sabemos es la gravedad del virus este año».
2. ¿Cómo se transmite?
La gripe se transmite de persona a persona, en la mayoría de las ocasiones, por vía aérea, a través de gotitas respiratorias producidas por una persona infectada al hablar, toser o estornudar. También se puede contraer gripe por contacto, al tocar una superficie u objeto que tiene el virus (gotitas o secreciones de la nariz o la garganta de una persona infectada) y posteriormente tocarse la boca, la nariz o los ojos, aunque esto ocurre de forma más esporádica.
3. ¿Cuáles son los síntomas de la gripe?
Fiebre, dolor de garganta, mucosidad nasal, tos seca, cefalea, dolor muscular y cansancio. Estos son los principales síntomas que presentan las personas contagiadas. No tienen por qué darse todos, y también pueden aparecer otros como la pérdida de apetito. Hay que recordar que, según las estimaciones, la mitad de las infecciones gripales son asintomáticas.
«La gripe tiene un comienzo algo más brusco. Empieza con escalofríos, fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, dolores articulares, cansancio, congestión nasal, dolor de garganta y, en muchos casos, también se tiene tos. Pero no hay por qué tener todo esto. Lo más frecuente es que te levantes mal, con fiebre y que te duela todo, y a lo largo del día van apareciendo más síntomas», explica la doctora Isabel Jimeno, responsable del grupo de trabajo de vacunas de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG).
En niños, las manifestaciones gastrointestinales (náusea, vómitos, diarrea) pueden acompañar la fase respiratoria, mientras que en pacientes de edad avanzada es más frecuente la aparición de dificultad respiratoria, el empeoramiento de las patologías previas y la ausencia de fiebre.
Los síntomas de la enfermedad comienzan entre el primer y cuarto día después de la entrada del virus al organismo. Algunas personas se infectan por el virus de la gripe pero no desarrollan la enfermedad, pero sí pueden transmitirla.
Definición oficial de caso de gripe
Persona que presenta una aparición súbita de, al menos, uno de los cuatro síntomas generales siguientes: fiebre o febrícula, malestar general, cefalea, mialgia. A esto hay que añadir, al menos, uno de estos tres síntomas respiratorios: tos, dolor de garganta, disnea. Además, hay que descartar otra sospecha diagnóstica.
4. ¿Cuánto tiempo se puede contagiar la gripe?
La mayoría de los adultos sanos pueden infectar desde 24 a 48 horas antes de que se desarrollen los síntomas y hasta 5 o 6 días después de haber contraído el virus. La excreción viral es mayor en los 3-5 días posteriores al comienzo de la enfermedad, aunque en niños puede prolongarse más de una semana.
5. ¿Cómo se diferencian los síntomas de gripe, covid-19 y de los de un simple resfriado?
La sintomatología de gripe, covid-19 y un cuadro catarral puede ser similar. Aunque la última opción suele ser más leve. Comparten vías de transmisión y tanto la variedad de síntomas como el tipo de infección tiene un amplio abanico. A día de hoy existen test de antígenos combinados para el autodiagnóstico, que permiten a una persona en su propia casa saber si tiene el SARS-CoV-2, el virus de la gripe A o el virus de la gripe B.
«El resfriado es más leve. Al principio, se tiene un poco de dolor de cabeza y la nariz tapada, y después va a más, pero el comienzo brusco con más fiebre, con los dolores articulares y el cansancio, eso es más de la gripe», recuerda la doctora Jimeno.
6. ¿Cómo podemos prevenir contagiarnos?
La vacunación es la medida más eficaz para prevenir la gripe y sus complicaciones. En la temporada 2019-2020, según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, evitó el 26 % de las hospitalizaciones, el 40 % de los ingresos en UCI y el 37 % de las defunciones atribuibles a la gripe en las personas a partir de los 65 años.
Hay que recordar que los virus de la gripe tienen una elevada capacidad para variar sus antígenos de superficie (proteínas con especial relevancia en la capacidad del virus para infectar). Estas variaciones implican la aparición de nuevos virus de la gripe frente a los que el ser humano no tiene protección. Por este motivo la vacuna debe actualizarse cada año.
- Lavarse las manos con frecuencia es la medida de higiene más importante. Las gotitas que se emiten al toser, estornudar o hablar pueden quedar en las manos, donde el virus puede sobrevivir unos minutos.
- Es importante enseñar a los más pequeños a lavarse las manos con frecuencia con agua y jabón, como mínimo durante 40 segundos y hasta, aproximadamente, 1 minuto.
- Estas gotitas también pueden depositarse en superficies (de muebles, tiradores de puertas, objetos etc.), donde el virus puede permanecer de horas a días. Por eso es importante limpiar más frecuentemente estas superficies con los productos de limpieza habituales.
- Gesto imprescindible: taparse la boca y la nariz al toser o estornudar.
- Evitar tocar los ojos, la nariz y la boca, ya que son posibles vías de contagio.
- Utilizar pañuelos desechables. De no tenerlos, toser o estornudar contra la parte interna del codo.
- Mientras dure la enfermedad, hay que evitar el contacto estrecho con otras personas, especialmente si presentan algún factor de riesgo.
- La recomendación de las autoridades sanitarias es quedarse en casa hasta pasar 24 horas sin fiebre y sin tomar medicamentos que la bajen. En caso de salir usar mascarilla (ahora lo sabemos más que nunca) para evitar la propagación del virus.
7. Si el frío no influye, ¿por qué las epidemias se producen en invierno?
«Lo que ocurre es que el aire enfría nuestra mucosa nasal y esta se seca más. Eso lo notamos mucho. Por ello, funciona peor como barrera y se facilita la entrada de los virus, o mejor dicho, dificulta menos la entrada de los virus. También estamos más tiempo en espacios cerrados porque hace frío y estamos mucho más juntos. Ahora que ya no tenemos medidas de seguridad, la gripe volverá a subir otra vez como siempre. Y por último, el frío favorece que los virus se multipliquen», resume la especialista de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG).
«El frío no provoca un bajón de las defensas, sino que actúa como una señal para que el cuerpo y el sistema inmune empiecen a prepararse», explica la doctora Carmen Martín Alonso de la Sociedad Española de Inmunología (SEI). Al mismo tiempo, causa el efecto contrario: «Las bajas temperaturas tienen consecuencias muy directas en la piel y mucosas, dehisdratándolas y creando microfisuras. Esas zonas son las que facilitan la entrada de pequeños patógenos», detalla la experta.
8. ¿Cómo se puede complicar una gripe y cuándo es necesario acudir a urgencias?
Cualquier persona puede padecer complicaciones tras una gripe, pero son más frecuentes en aquellas con enfermedades crónicas o determinadas situaciones (edad avanzada, embarazadas, menores de 6 meses, sobrepeso, etc.).
Las complicaciones más frecuentes tras una infección por el virus de la gripe son: neumonía, otitis, sinusitis, deshidratación o empeoramiento de una enfermedad crónica de base, como insuficiencia cardíaca congestiva, asma o diabetes.
¿Cuándo preocuparse? «Cuando hay una alteración importante del estado general. Cuando una persona nota un aumento de la frecuencia respiratoria o una dificultad para respirar (disnea). Y cuando se tiene sospecha de que puede haber una afectación de la capacidad pulmonar, cuando hay un dolor intenso de tórax o un dolor punzante mantenido. También, sobre todo en personas mayores, hay que tener cuidado si aparece una alteración de las capacidades habituales», explica José María Eirós.
9. ¿Cuál es el tratamiento?
«Los lectores tienen que saber que existen fármacos antivíricos con actividad antrigripal. Es decir, como en otras enfermedades víricas, hay fármacos eficientes. Si una persona se ve bastante afectada, se le puede recetar un inhibidor de la neuraminidasa, que hay varios en el mercado. Nosotros tenemos experiencia con zanamivir y oseltamivir», explica José María Eirós.
Estos fármacos antivíricos, si se dan en los primeros días tras el inicio de los síntomas, pueden reducir la duración de la enfermedad, pero siempre deben ser recetados por un médico.
Las personas que no presentan mayor riesgo de complicaciones no tienen una clínica de gravedad y no precisan hospitalización, normalmente es suficiente el tratamiento sintomático. Y aquí viene la pregunta de siempre, ¿paracetamol o ibuprofeno?
«Aconsejamos usar analgésicos o antitérmicos. Esto es lo habitual y si no hay ninguna complicación, con medicaciones sencillas, basta. Es mejor tomar un analgésico o un antitérmico que un antiinflamatorio. Si hay una complicación, hay que acudir a ser valorado. Y otro consejo es extremar las medidas anticontagio. Ahora no se nos hará tan raro que si una persona está con gripe lleve mascarilla. Hay que protegerse», insiste la neumóloga Rosario Menéndez, de la SEPAR (Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica).
Sanidad recomiendo no administrar aspirina a niños ni adolescentes porque podría provocar un síndrome raro pero grave que se denomina Síndrome de Reye.
Antigripales, ¿funcionan?
«Los fármacos antigripales que se anuncian extensivamente en otoño e invierno NO curan ni previenen la gripe. No actúan sobre el virus de la gripe y su efecto es aliviar los síntomas que la infección produce. Suelen contener varios medicamentos asociados para combatir los síntomas de la infección», explica el Ministerio de Sanidad en su último documento sobre la gripe.
¿Y los antibióticos?
Debe quedar claro que los antibióticos no son efectivos frente a la gripe por ser una enfermedad vírica, son fármacos que actúan frente a las bacterias. No son eficaces ni para mejorar los síntomas ni para acortar la duración de la enfermedad, por el contrario, su uso puede crear resistencias a estos fármacos.
10. ¿Exite algún remedio «casero» que esté demostrado que alivia los síntomas?
Descanso e hidratación son dos de los mantras en un proceso gripal. A partir de ahí, hay varias opciones a las que podemos recurrir para sentirnos un poco mejor. Tomar algo caliente puede ser beneficioso y contrarrestar algunos síntomas. Infusiones o sopas no tienen una acción específica frente al vius, pero pueden dar sensación de bienestar. Otra opción es tomar una ducha caliente, aprovechando el vapor del agua para reducir la inflamación de la nariz. Los vaporizadores o humidificadores para el hogar pueden ayudar también a rebajar la congestión. Aunque tomar miel no nos va a curar, su eficacia como paliativo sí puede resultar muy interesante. Otra forma de lograr un alivio sintomático local, en este caso para el dolor de garganta, es hacer gárgaras de agua salada.