Manuel Díaz, oftalmólogo: «En el año 2050 casi todos los menores de 25 años serán miopes»

Laura Inés Miyara
Laura Miyara LA VOZ DE LA SALUD

ENFERMEDADES

El doctor Manuel Díaz Llopis es catedrático de la Universidad de Valencia por la Facultad de Medicina y Óptica-Optometría, y Presidente de la Sociedad Española de Miopía.
El doctor Manuel Díaz Llopis es catedrático de la Universidad de Valencia por la Facultad de Medicina y Óptica-Optometría, y Presidente de la Sociedad Española de Miopía.

El Presidente de la Sociedad Española de Miopía explica cómo se ha convertido este defecto ocular en la pandemia del siglo XXI

08 sep 2022 . Actualizado a las 14:33 h.

Cuando hablamos de una pandemia, lo primero en lo que pensamos es una enfermedad con las características del covid-19: infecciosa, contagiosa y de propagación rápida. Pero hay otra patología muy distinta que, en las últimas décadas, sigilosamente pero sin freno ha ido escalando posiciones en el ránking de los problemas de salud más frecuentes. Algo que todo este tiempo hemos tenido frente a nuestras narices y que se revela ahora como uno de los principales desafíos sanitarios a nivel global de cara a los próximos años. Hablamos de la miopía.

«Un trastorno de la visión en el que puedes ver con claridad los objetos que están cerca tuyo, pero ves borrosos los objetos alejados. Se produce cuando la forma del ojo hace que los rayos de luz se inclinen (refracten) incorrectamente, lo que enfoca las imágenes delante de la retina en lugar de sobre la retina», así se define. Pero la miopía es mucho más que un defecto que nos hace ver mal de lejos. Es un factor de riesgo significativo para desarrollar patologías oculares severas como el glaucoma.

Y lo peor de todo son las cifras. ¿Has notado que cada vez hay más personas en nuestro entorno que llevan gafas? No es solo una percepción. Desde hace dos siglos, la humanidad va camino a volverse completamente miope. Si hace cincuenta años la población con miopía rondaba el 25 %, entre los jóvenes de hoy, ese porcentaje es más cercano al 95 %. El doctor Manuel Díaz Llopis, catedrático de oftalmología de la Universidad de Valencia y Presidente de la Sociedad Española de Miopía, explica cómo hemos llegado hasta este punto.

—¿Cuán alarmante es el aumento de los casos de miopía a nivel mundial?

—Está claro que la humanidad se está haciendo miope y en el transcurso de tres siglos va a ser miope al 100 %. Para 2050 la mayor parte de la población menor de 25 años, casi todos, será miope. Los que ya son miopes, que son el 70 %, tendrán ya 40, 50 o 60 años.

El primer estudio sobre la incidencia de la miopía se hizo en París a principios del siglo XIX, sobre el año 1.800. Y entonces, era miope aproximadamente un 15 % de la población. Eso ha ido incrementándose, especialmente desde hace dos generaciones. Es decir, la generación que nació entre 1950 y 1960 era aproximadamente un 25 % miope, la población que nació sobre 1990 ya era un 50 % miope y la población que está ahora llegando a la adolescencia es un 95 % miope. El último estudio de estudiantes matriculados en la Universidad de Taiwán mostró que eran un 99 % miopes. La humanidad se hace miope a un ritmo descarado. Hoy en día, usted va a un colegio y entre los niños de 14 años, la mitad de la clase ya lleva gafas. Y son todos miopes. Con lo cual, la progresión de la miopía en el último siglo ha sido del 50 al 100 %, y se calcula que para el año 2050 serán 100 % miopes, a medida que se van muriendo las generaciones anteriores y van quedando las nuevas.

—¿A qué se debe este aumento? ¿Por qué hay más casos de miopía que antes?

—No está muy claro por qué está aumentando la miopía. Pero hay una serie de factores muy importantes. La incidencia de la miopía no es igual en todas partes del mundo y está ligada al desarrollo de las civilizaciones. Por ejemplo, África es el continente menos miope de todos. Sudamérica, que se está desarrollando bastante últimamente, ha incrementado bruscamente su miopía en los últimos años. En Japón ya son, desde hace muchos años, miopes todos. Y en China hay clínicas de varios pisos tipo Corte Inglés, con escaleras mecánicas, dedicadas únicamente a la miopía. Entonces, hay una relación directa entre sociedades desarrolladas y miopía.

No está claro por qué, pero posiblemente esté ligado a la longevidad de la vida. Es como si hubiera una especie de percepción biológica. El desarrollo obliga a una vida vista de cerca. Hoy, uno tiene que ver el ordenador y el WhatsApp, no necesita defenderse de leones ni de los normandos que asedian el castillo desde la otra colina. Por lo tanto, esa especie de supervivencia de la raza humana, cuando hoy en día puedes bombardear un país sentado en tu ordenador con conexión a Internet, requiere ver de cerca. Si la gente empieza a vivir 80, 90 o 100 años y, a partir de los cuarenta, no ve de cerca (porque el que no es miope, a los 40 años necesita gafas de cerca), como los miopes no tienen presbicia, una manera de sobrevivir si no hubiera gafas es ser miopes. Hay una relación clara del aumento de la miopía con la longevidad de la humanidad y el desarrollo económico que la hace posible. No es tanto, como la gente cree, por estar usando la tablet o el móvil.

—¿Entonces la luz de las pantallas no influye en esto?

—No, no influye para nada. Lo que pasa es que uno de los factores que sí influyen en el desarrollo de la miopía entre los 6 y los 15 años es la exposición de los ojos a la luz solar, y lo que ha ocurrido en las últimas décadas es que ha habido una reducción drástica de la exposición a esa luz. Hay niños que ya no quieren salir a jugar, lo que quieren es estar en su cuarto jugando con la tablet.

Hay un fenómeno que está demostrado, que es que la exposición solar estimula la producción de dopamina dentro del ojo durante el desarrollo. Así es como frena la miopía. Esto está demostrado, por ejemplo, en estudios científicos en los países nórdicos, donde la miopía se desarrolla más en los niños durante el invierno, porque no salen de casa. Pero la miopía es algo multifactorial. Hay factores socioeconómicos, factores como la longevidad, y factores como la estimulación dada por la exposición a la luz. Y hay una cierta incidencia de que los padres sean miopes, pero es que cuando ya todos los padres son miopes, es muy difícil establecer la herencia.

Miopía y astigmatismo

La miopía y el astigmatismo se suelen complementar y aparecer de manera simultánea. Si la miopía es una dificultad para ver de lejos causada por un crecimiento excesivo de la longitud del globo ocular, el astigmatismo tiene que ver con la forma de la córnea, que en estos pacientes no es totalmente esférica, sino ligeramente ovalada en uno de sus lados (con una forma similar a la de un balón de rugby). Esto último se manifiesta en una visión borrosa o una dificultad para enfocar la visión, sobre todo de noche, que se compensa entrecerrando los ojos.

Fuente: Sociedad Española de Miopía

—¿Qué consecuencias trae la miopía a largo plazo?

—Las personas con miopía no desarrollan presbicia, pero es igual, porque como uno en la vida no puede estar levantándose las gafas para ver el WhatsApp, o un ticket, o lo que está comiendo, y al mismo tiempo ver a la gente, o por dónde camina, pues al final el miope cuando cumple los 40 también necesita gafas de ver de cerca y de lejos. Dependes de las gafas y las lentillas para hacer una vida normal, no te las puedes quitar.

Y luego, si la miopía supera las ocho dioptrías, se considera patológica. La miopía es que el ojo crece más de lo normal. Con cada milímetro que el ojo crece más de lo normal estamos hablando de tres dioptrías. Si el ojo crece más de 3 o 4 milímetros por encima de lo normal, partiendo del principio de que el ojo mide 24 milímetros, si mide 28 milímetros de tamaño, son ocho dioptrías. Hay que tener en cuenta que una persona con solo tres dioptrías, de lejos, sin gafas, tiene un 10 % de visión. Se quita las gafas y le falta el 90 % de visión, con lo cual, si no tiene las gafas, no puede salir de casa. Cuando el ojo tiene ocho dioptrías, el porcentaje de complicación aumenta. Una cosa es ser alto y otra es ser un gigante, que es algo patológico. A partir del límite de la normalidad, que podrían ser unas seis u ocho dioptrías, el riesgo de que ese ojo desarrolle cataratas, tensión ocular, desprendimiento de retina, es potencialmente mayor.

Tengamos en cuenta que el problema fundamental es el siguiente. Un niño, cuando empieza a desarrollar la miopía, que suele ser a los nueve, diez u once años, pierde cada año dioptrías. Como la miopía normalmente progresa hasta los 23 o 24 años, ese niño tiene por delante catorce años de progresión. Si ese niño pierde 0,10 por año, al final de su progresión, tendrá una dioptría y media. Bueno, es un ojo normal; si va bien con gafas y lentillas, fenomenal. Y si no, se opera con láser, que es una cirugía sencilla, ocho minutos los dos ojos, mil euros de coste y recuperación rápida, porque ya te vas viendo a tu casa. Ese es un escenario. Pero otro escenario es que ese niño no pierda 0,1 al año, sino que pierda, por ejemplo, 0,75. Al cabo de 15 años, estamos hablando de diez dioptrías. Entonces, el riesgo de desprendimiento de retina lo multiplicas por cien. El riesgo de cataratas y de tensión ocular aumenta también. Todo eso es irreversible una vez que el ojo ya ha crecido. Te podrás quitar la miopía con una lente intraocular o lo que sea, pero el ojo ya es débil y el riesgo a lo largo de la vida no te lo puedes quitar.

—¿Se puede prevenir la miopía?

—Sí. No se insiste bastante en las campañas médicas de prevención de la miopía, porque a los médicos que están saturados en la sanidad pública solo les falta que además de los adultos vayan todos los niños a hacerse revisiones cada seis meses. Entonces, es un sistema un poco autodestructivo de sanidad pública, porque estas revisiones están normalizadas en otros países de Europa, donde la gente no va a las ópticas, van al médico. No se trata de ir a la óptica y que me cambien las gafas cada año.

Hoy en día y hace 15 años tenemos un tratamiento eficaz para frenar la miopía que mucha gente no conoce y es el colirio de atropina. Yo lo estoy recetando desde el año 2003 y es un colirio que se le puede administrar a los niños dos veces al día, súper diluido, que no tiene efectos sobre la pupila y, por lo tanto, tiene cero efectos secundarios. Tiene la capacidad de frenar la progresión de la miopía en un 65 %.

Otra cosa que hay que hacer es reeducar a los padres y a los niños para que usen las tablets y los videojuegos en las horas de nocturnidad. Es decir, a las siete de la tarde has terminado de estudiar y ya te puedes poner a ver pantallas, pero no un sábado por la mañana. No porque la tablet te vaya a hacer miope, sino porque te está impidiendo salir a jugar a la cuerda, a pillar o a lo que tú quieras. Y necesitas esa exposición al sol.

La miopía en el mundo

Un 50 % de los jóvenes de entre 21 y 30 años son miopes en España. En el resto de Europa, la cifra es del 30 % de la población total. Singapur es el país con mayor tasa de miopía infantil del mundo: el 47 % de los niños la sufren. En China, las tasas de miopía han pasado de un 10 o 20 % hace medio siglo a un 90 % en la actualidad, y en Corea los miopes representan más del 95 % de la población joven.

—¿Se puede desarrollar miopía en la edad adulta?

—Es muy raro que una persona de 25 o 30 años empiece a desarrollar miopía. Hay unas falsas miopías y para eso está la medicina. Ir a las ópticas en lugar de ir al médico es una cosa absurda. Puede pasar en personas de más edad que presentan una catarata, y el primer síntoma puede ser empezar a ser miopes. Una tensión ocular alta se manifiesta como que veo menos. Si me ponen unas gafas para miopía, veo mejor, pero no es que me haya hecho miope. ¿Cómo te vas a hacer miope a los 45 años? Es imposible, como tampoco te crece a esa edad el pie. Si te crece el pie de la talla 38 a la 40 a los doce años, es normal; si te crece de la 40 a la 48 a los cincuenta años, tendrás un tumor, un edema o algo. Entonces, hay enfermedades que aparecen simulando una miopía. Algunos fármacos que se dan para la jaqueca y también algunos antibióticos como las sulfamidas pueden introducir una falsa miopía. Otra de las causas de una falsa miopía es el inicio silencioso de una diabetes.

Laura Inés Miyara
Laura Inés Miyara
Laura Inés Miyara

Redactora de La Voz de La Salud, periodista y escritora de Rosario, Argentina. Estudié Licenciatura en Comunicación Social en la Universidad Nacional de Rosario y en el 2019 me trasladé a España gracias a una beca para realizar el Máster en Produción Xornalística e Audiovisual de La Voz de Galicia. Mi misión es difundir y promover la salud mental, luchando contra la estigmatización de los trastornos y la psicoterapia, y creando recursos de fácil acceso para aliviar a las personas en momentos difíciles.

Redactora de La Voz de La Salud, periodista y escritora de Rosario, Argentina. Estudié Licenciatura en Comunicación Social en la Universidad Nacional de Rosario y en el 2019 me trasladé a España gracias a una beca para realizar el Máster en Produción Xornalística e Audiovisual de La Voz de Galicia. Mi misión es difundir y promover la salud mental, luchando contra la estigmatización de los trastornos y la psicoterapia, y creando recursos de fácil acceso para aliviar a las personas en momentos difíciles.