¿Alerta alimentaria de Salmonella en huevos Kinder sorpresa? Así es la salmonelosis, una de las intoxicaciones más comunes

Lucía Cancela
Lucía Cancela LA VOZ DE LA SALUD

ENFERMEDADES

En la imagen, el producto que pertenecía a uno de los lotes afectados.
En la imagen, el producto que pertenecía a uno de los lotes afectados.

Los síntomas más comunes suelen ser diarrea, vómitos, náuseas, fiebre o dolor abdominal, y aparecen, por regla general, entre las 12 y 36 horas siguientes al consumo del alimento

08 abr 2022 . Actualizado a las 10:35 h.

Varios lotes de huevo Kinder Sorpresa y otros productos de la marca han sido retirados de los estantes de los supermercados por un brote de Salmonella. Algunos de ellos fueron distribuidos en España. La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición conoció la noticia después de que los Servicios de la Comisión Europea dieran la voz de alarma. ¿Cómo es posible que esta bacteria apareciese en los huevos de chocolate de la conocida marca? Entre sus ingredientes aparecen la leche, o la mantequilla, dos productos susceptibles de contraerla.

¿Qué es la Salmonella?

La salmonelosis, causada por la bacteria Salmonella, es una de las intoxicaciones alimentarias más comunes. Este microorganismo vive, por lo general, en los intestinos de los animales y de los humanos y son expulsados a través de las heces. 

Esta intoxicación se caracteriza por la aparición brusca de fiebre, dolor abdominal, diarrea, náusea y, a veces, vómitos. Los síntomas suelen manifestarse entre las 12 y 36 horas siguientes a la contaminación. La enfermedad dura de dos a siete días. 

La bacteria tiene una gran capacidad de adaptación, lo que le permite sobrevivir en distintos ambientes durante meses, o incluso años. Se multiplica en un amplio rango de temperaturas, desde los 5 a los 45 º.C, aunque vive con mayor facilidad entre los 35 y 37 ºC.

La mayoría de los pacientes, cursan la enfermedad con signos leves y se recuperan con tratamiento específico. No ocurre lo mismo en niños pequeños y ancianos, en los que la deshidratación causada por la enfermedad «puede ser grave y poner en peligro la vida», señala la Organización Mundial de la Salud

La infección sistémica es una complicación que, según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, afecta al 5 % de los casos. Siendo los más frecuentes pacientes inmunodeprimidos que pueden cursar con meningitis, encefalopatía, endocarditis, neumonía, abscesos, osteomielitis, celulitis o artritis. 

Si bien una embarazada no tiene mayor probabilidad de contraer la infección que el resto de la población, sí aumenta el riesgo de sufrir complicaciones. 

¿Cómo se transmite?

La Salmonella acostumbra estar presente en animales, tanto domésticos como salvajes. Eso sí, su prevalencia es mayor tanto en especies comestibles como las aves de corral, los porcinos y vacunos, como en las mascotas (gatos, perros, pájaros y reptiles, como las tortugas). 

Por lo general, el consumo de huevos, carne, aves de corral y leche, todos ellos de origen animal, o de agua contaminada, es el principal foco de infección en personas. Aunque ojo, también puede derivar de la ingesta de hortalizas contaminadas por estiércol.

Otras formas de transmisión entre individuos son por vía fecal-oral, cuando un portador tiene una higiene de manos deficiente, y mediante el contacto con mascotas infectadas. En muchas ocasiones, los animales no presentarán signos de la enfermedad. 

Alimentos más frecuentes asociados con la salmonelosis

  • Huevos y productos a base de huevo crudo o poco cocinados
  • Carne cruda o poco cocinada, sobre todo, en aves de corral 
  • Leche y productos lácteos no sometidos a tratamientos que eliminen la salmonela 
  • Agua contaminada
  • Frutas y hortalizas crudas

Métodos de prevención

La prevención se basa en estrictas medidas de control en todas las etapas de la cadena alimentaria. Sin excluir ninguno de los pasos. Desde la producción agrícola, la elaboración, hasta la fabricación y la preparación de alimentos.

¿Cómo se puede evitar la salmonelosis?

A nivel personal, las prácticas para evitar la contaminación con Salmonella son similares a las que se deben tomar ante otras enfermedades bacterianas de transmisión alimentaria. 

En primer lugar, se habla de mantener la higiene en la cocina

  • Lávate las manos con jabón y agua caliente antes y después de manipular los alimentos, tras entrar en contacto cualquier material sucio (como un pañal o la basura) y una vez hayas usado el cuarto de baño. 
  • De igual manera, es preciso limpiarse las manos, las superficies y los utensilios después de haber tocado carnes, pescados, huevos, frutas y vegetales no lavados. Es decir, cualquier tipo de alimento crudo. 
  • En la nevera, los alimentos crudos deben estar separados de los cocinados. A mayores, el último grupo tendrá que almacenarse en recipientes cerrados.

Entre fogones: 

  • Cualquier alimento de origen animal se debe cocinar antes de su consumo. Se trata de una medida muy eficaz para eliminar la salmonella, especialmente, si se somete a 70º.C durante al menos dos minutos. Asegúrate de que el calor ha irradiado todo el producto de manera homogénea. 
  • Lo mismo se aplica a las preparaciones envasadas. Si su etiqueta recuerda que su consumo ha de ser cocinado, nunca optes por el formato crudo.
  • Si decides no consumir tu elaboración de forma inmediata, la Aesan recomienda refrigerarlo tan pronto como sea posible. La temperatura ambiente es la favorita para la aparición de nuevas bacterias.

Huevos, precaución aparte

Los huevos nunca deben lavarse, pues este proceso puede ayudar a que la salmonella del exterior de la cáscara pase a su interior. Hay más. Si decides incluir un plato con huevo crudo, véase la mayonesa casera, es importante que tengas en cuenta lo siguiente: 

  • Extrema las medidas de higiene
  • Casca los huevos en un recipiente distinto al que utilices para la preparación. De esta forma, evitarás la contaminación cruzada
  • Prepara la mayonesa (por ejemplo) con la menor antelación posible
  • Mantén el plato con refrigeración en todo momento 
  • Deséchalo si no lo consumes en el día. 
  • Lo mismo para las tortillas poco cuajadas o los huevos frutos, que se deben consumir inmediatamente después de su elaboración

Lucía Cancela
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Graduada en Periodismo y CAV. Me especialicé en nuevos formatos en el MPXA. Antes, pasé por Sociedad y después, por la delegación de A Coruña de La Voz de Galicia. Ahora, como redactora en La Voz de la Salud, es momento de contar y seguir aprendiendo sobre ciencia y salud.

Graduada en Periodismo y CAV. Me especialicé en nuevos formatos en el MPXA. Antes, pasé por Sociedad y después, por la delegación de A Coruña de La Voz de Galicia. Ahora, como redactora en La Voz de la Salud, es momento de contar y seguir aprendiendo sobre ciencia y salud.