Órganos que tenemos en nuestro cuerpo y que no valen para absolutamente nada

ENFERMEDADES

En el cuerpo humano hay algunos órganos carecen de una función. Algunas son vestigios evolutivos y otras está todavía en discusión su utilidad.
En el cuerpo humano hay algunos órganos carecen de una función. Algunas son vestigios evolutivos y otras está todavía en discusión su utilidad. La Voz de la Salud

A algunas partes de nuestro organismo, la evolución del ser humano las ha dejado sin ninguna función útil. Otras, pese a ser necesarias, pueden extirparse sin que afecte a nuestra calidad de vida

15 feb 2022 . Actualizado a las 15:56 h.

Los seres humanos tendemos a creernos superiores a otras especies. Pero lo cierto es que estamos lejos de ser unas máquinas perfectas. Si lo fuésemos, no tendríamos partes en nuestro cuerpo que no sirven literalmente para nada, ¿no?, ¿qué sentido tiene? La evolución ha dejado su firma en nuestro organismo, proveyéndonos de una serie de órganos vestigiales que, si en su día tuvieron sentido, actualmente lo único que nos aportan son disgustos. ¿Cuáles son y dónde están? Les presentamos a nuestras partes obsoletas que deberían desaparecer en la próxima actualización del software humano. 

El apéndice

El apéndice es un órgano en forma de cilindro ubicado en nuestro intestino grueso y que no sirve para nada. Está conectado al ciego de nuestro intestino y la observación en algunos mamíferos sugiere que algún día fue un alojamiento de bacterias que se encargaban de colaborar en la digestión de hojas. Hace tiempo que los seres humanos no se alimentan de hojas de los árboles, sustituyéndolas por alimentos más fáciles de digerir. Ante este cambio de hábito alimenticio, el apéndice perdió su sentido, aunque lo cierto es que sigue habiendo discusión sobre si el apéndice es un órgano vestigial o si, tras quedarse obsoleto, ha ido adaptando algún otro papel. Se ha apuntado que podría colaborar en nuestra función inmune, pero son solo teorías que nunca han sido verificadas. Por tanto, y a falta de que la ciencia nos abra los ojos, este órgano solo sirve para que los cirujanos novatos se entrenen extirpándonos el apéndice cuando se inflama. Por cierto, si crees que tienes apendicitis porque tienes dolor abdominal, recuerda que el apéndice está en el lado derecho

 

El pezón masculino

La verdad es que sería genial que tuviesen una función, que la lactancia pudiese ser una responsabilidad compartida y que no solo las mujeres tuviesen que sufrir los problemas que genera y las satisfacciones que produce. Pero de momento no es posible, pese a que los hombres también tengan pezones. El pezón masculino es totalmente inútil. Ni sirve ni sirvió nunca para nada y parece difícil que vaya a hacerlo algún día. Los hombres tienen pezones porque se generan durante la gestación, en el proceso de embriogénesis, antes de que el genoma del embrión defina su sexo y cuando el proceso de formación es todavía idéntico independientemente de que el embrión acabe desarrollándose en un niño o una niña.

Las muelas del juicio

Los dentistas dan gracias a la evolución todos los días de que conservemos estas muelas, totalmente inútiles pero muy rentables para el negocio odontológico por la necesidad de tener que extirparlas. No puede ser más obvio que las muelas del juicio no valen para absolutamente nada, pero estaría bien que, ya que no nos aportan nada, tampoco molestasen. No es el caso. La evolución y el cambio de alimentación de nuestra especie ha hecho que esos dos pares de dientes ni siquiera encajen en nuestra mandíbula y muchas veces haya que extirparlas para que no nos duelan. En nuestro pasado más simiesco eran útiles para tener una mordida más potente y poder destrozar según que alimentos, pero por entonces no cocinábamos. Ya no hacen falta esas cuatro muelas (con un poco de suerte no llegarán a salirte todas)  para comer sopa, hummus, pasta o un solomillo. Por cierto, se llaman muelas del juicio porque cuando salen suelen hacerlo en individuos ya maduros (es decir, que ya tienen juicio). Nada de ese mito de que si te las quitan vayas a perder el juicio. De hecho, en inglés se las conoce como wisdom teeth (dientes de la sabiduría)

El coxis

El coxis (también cóccix, hueso sacro y, más popularmente, rabadilla) también es una parte de nuestro cuerpo inútil y claramente vestigial (¿hay algo más vestigial que tener una cola?). Otra maravillosa parte del cuerpo que lo único que nos aporta es dolor. Se trata de una zona que duele muchísimo cuando hay una caída e incluso puede generar problemas si nos pasamos sentado mucho tiempo (más en el caso de las mujeres por tener una pelvis más amplia, lo que se traduce en mayor presión al sentarse). Se trata de la última pieza ósea de la columna vertebral y es el resto que nos queda de los días en los que teníamos cola. 

Plica semilunaris

¿Habéis visto alguna vez dormir a un perro o a un gato? Si habéis tenido la oportunidad de presenciar esta maravilla de la naturaleza con detenimiento habréis reparado en que los canis lupus familiaris, igual que muchos otros animales, tienen un tercer párpado. En aves y reptiles se ve de manera muy obvia. Se trata de una membrana que se expande sobre el ojo ocular con el fin de protegerlo y lubricarlo. Los humanos tenemos los restos de esta membrana. Se llama plica semilunaris pero es más identificarla como esa «cosa rosa del rabillo del ojo», son los restos que nos quedan de ese tercer párpado.

 Músculos de las orejas

Nuestras orejas están preparadas muscularmente para moverse independientemente, el único problema es que no sabemos hacerlo (pese a que todavía queda por ahí alguna persona que si es capaz de darles un poco de movimiento). Como muchos animales, contamos con musculatura (músculo occipitofrontal) para poder orientar nuestras orejas hacia un sonido y poder identificar su origen, pero la evolución nos ha hecho perder la información genética que nos explicaba cómo hacerlo. Lo sentimos, el software está desactualizado y no hay actualizaciones disponibles.

Piel de gallina (piloerección)

Erizarse es un mecanismo de defensa habitual entre muchos animales para parecer más grandes y peligrosos ante una amenaza. Es una fórmula con mucho éxito y que encontramos presentada de mil maneras en el reino animal. Desde el pez globo que se hincha hasta tu perro que eriza los pelos de su espalda cuando no se siente cómodo o percibe una amenaza. Probablemente la piloerección (médicamente se la conoce como cutis anserina) que conservamos los humanos sea la más ridícula de todo el reino animal, parece difícil asustar a nadie con un mecanismo que conocemos como «piel de gallina», pero ahí está.  La piel de gallina es una reacción involuntaria de nuestro sistema simpático ante emociones intensas o situaciones de frío y se trata de un mecanismo vestigial, de cuando teníamos pelo recubriendo todo nuestro cuerpo, y no cumple ninguna función fisiológica a día de hoy.

Falanges del dedo meñique del pie

Los humanos ya no es que seamos muy hábiles moviendo los dedos de los pies, pero cuando hablamos del quinto dedo (conocido también como meñique, aunque los dedos de los pies y los de las manos no reciban el mismo nombre) la cosa se torna dramática. ¿Podemos ser más torpes? No lo intentéis, las falanges del quinto dedo son un resto de nuestro pasado escalando árboles.

Órganos que se extirpan y sin lo que seguimos viviendo

La lista que presentamos a continuación se trata de órganos que tienen una función muy bien definida pero sin los que, y gracias a los avances médicos, podemos seguir haciendo una vida relativamente normal.

El bazo: es común en traumatismos fuertes (por ejemplo accidentes de tráfico) que el bazo reviente y los médicos se vean obligados a extirparlo. También es un síntoma típico de la mononucleosis la inflamación del bazo por lo que, durante el curso de la enfermedad, es necesario tenerlo vigilado para que no se presenten complicaciones. El bazo es un órgano bastante desconocido para una gran parte de la población y que trabaja para nuestro sistema inmunitario y también para el circulatorio. Sin embargo, es posible vivir sin él.

El riñón: pese a que los riñones son un órgano básico para el correcto funcionamiento de nuestro organismo, podemos vivir sin uno de ellos (ya sabéis que tenemos dos). De hecho, es típico donar un riñón para trasplantar a un ser querido compatible. Incluso podríamos sobrevivir sin ninguno gracias a la diálisis, aunque evidentemente dista mucho de ser la situación ideal. 

La vesícula biliar: se trata de otro órgano que es relativamente común que sea extirpada. La vesícula se sitúa bajo el hígado y es la encargada de secretar bilis, una sustancia que ayuda a descomponer las grasas durante la digestión. Un exceso de colesterol en la bilis puede derivar en cálculos biliares que terminen en una colecistectomía (extirpación de la vesícula). Es un procedimiento común y que no impide una vida normal.

El colon: el cáncer de colon es uno de los cánceres más frecuentes y también uno de los que tienen una mayor tasa de supervivencia. La función del colon en nuestro organismo es la de compactar las heces preparándolas para una correcta deposición. No obstante, es habitual que sea necesario extirparlo ante la presencia de tumores. Sin él, se puede seguir haciendo una vida normal aunque es probable que sea necesario someterse a una dieta para restablecerse y los pacientes pueden notar cambios en sus hábitos deposicionales. 

El estómago: aunque parezca increíble, la gastrectomía es una operación que consiste en quitarnos parte o todo el estómago. Si la retirada es total (obligada ante la presencia de un cáncer muy extendido, por ejemplo), se conectará directamente el esófago al intestino. Y sí, con un tratamiento adecuado puede llegarse a conservar una dieta relativamente normal acompañándola de suplementos vitamínicos.

Los órganos reproductivos: Tanto los testículos como los ovarios son órganos pares, por lo que su extirpación no supondría la imposibilidad de tener hijos. A las mujeres también se les puede tener que extraer el útero (histerectomía), una operación que conlleva la imposibilidad de tener hijos pero que, tras un proceso de recuperación, permite gozar de una vida normal. 

Lois Balado Tomé
Lois Balado Tomé
Lois Balado Tomé

A Coruña (1988). Redactor multimedia que lleva más de una década haciendo periodismo. Un viaje que empezó en televisión, continuó en la redacción de un periódico y que ahora navega en las aguas abiertas de Internet. Creo en las nuevas narrativas, en que cambian las formas de informarse pero que la necesidad por saber sigue ahí. Conté historias políticas, conté historias deportivas y ahora cuento historias de salud.

A Coruña (1988). Redactor multimedia que lleva más de una década haciendo periodismo. Un viaje que empezó en televisión, continuó en la redacción de un periódico y que ahora navega en las aguas abiertas de Internet. Creo en las nuevas narrativas, en que cambian las formas de informarse pero que la necesidad por saber sigue ahí. Conté historias políticas, conté historias deportivas y ahora cuento historias de salud.