Los «peelings», la herramienta para acelerar la renovación cutánea

Laura Inés Miyara
Laura Miyara LA VOZ DE LA SALUD

EL BOTIQUÍN

Los peelings químicos reducen las arrugas y ayudan a combatir el acné.
Los peelings químicos reducen las arrugas y ayudan a combatir el acné. La Voz de la Salud | iStock

Estos tratamientos dermatológicos estimulan la producción de colágeno y elastina, y mejoran distintas enfermedades cutáneas

26 abr 2023 . Actualizado a las 14:07 h.

Los peelings faciales están entre los tratamientos dermatológicos más demandados, ya que sin necesidad de una intervención quirúrgica ayudan a eliminar células muertas de las capas superficiales de la piel, estimulando la producción de otras nuevas. Esto permite unificar el tono, quitando manchas y minimizando cicatrices, y le da al rostro un aspecto más joven, al disminuir la apariencia de las arrugas.

En otras palabras, realizan una exfoliación. «Peeling es una palabra que hemos adoptado del inglés y que significa "pelar", es decir, realizar una exfoliación controlada de la piel. Digamos que generamos una herida controlada de la piel, que se ve obligada a renovarse, dando lugar al crecimiento de una capa superficial nueva más luminosa con menos manchas e imperfecciones. Por eso se usan para mejorar manchas como el melasma, tratar el acné o mejorar cicatrices», explica la dermatóloga Ana Molina.

Pero hay creencias erróneas cuando hablamos de estos tratamientos. Muchas personas tienen dudas acerca no solo de su eficacia, sino preocupación por la agresividad que se asocia en el imaginario popular a los peelings. Con la ayuda de expertos, intentamos responder a las preguntas más frecuentes sobre ellos.

¿Para qué sirve el peeling?

La función de este procedimiento es acelerar o estimular la renovación cutánea que, si bien ocurre en el cuerpo de manera natural, se va haciendo más lenta debido al envejecimiento, especialmente a partir de los 40. «Además, con los peelings se consigue estimular la dermis y producir nuevo colágeno y elastina. Asimismo, los peelings nos pueden ayudar a mejorar la penetración y efectividad de otros activos para el cuidado de la piel o el tratamiento de enfermedades cutáneas», explica el doctor Vicent Alonso Usero, dermatólogo del Grupo Español de Dermatología Estética y Terapéutica (GEDET), de la Academia Española de Dermatología y Venereología. Esto se traduce, como mencionamos, en un aspecto rejuvenecido, pero también ayuda a mejorar el acné.

Tipos de peelings

Los medios que se pueden utilizar para eliminar estas células muertas de la piel se dividen en dos grupos. Por un lado, está el peeling mecánico o físico, que se realiza con ayuda de partículas o de herramientas como esponjas o cepillos que retiran físicamente estas células. Por el otro, existen peelings químicos, sustancias que disuelven las células muertas. Estos últimos son los más populares, porque son los que ofrecen resultados más uniformes y predecibles.

«Habitualmente, al hablar de peelings nos referimos a los peelings químicos a base de ácidos y soluciones. No obstante, también podemos realizar peelings físicos que emplean partículas abrasivas, o utilizar dispositivos para la microdermoabrasión», apunta Alonso.

En este sentido, el farmacéutico especializado en cosmética Héctor Núñez, conocido en redes sociales como Cosmetocrítico, explica: «Hay que tener en cuenta que la exfoliación física depende de muchos factores. Dependerá del tamaño de la partícula, de la superficie de la partícula, si es lisa o rugosa, ya que si es rugosa exfolia más, del tiempo que se esté masajeando y de la presión que ejerzas. Los cepillos de limpieza de cerdas también, algunos son durísimos. Si estás haciendo dermaplanning, también estás exfoliando. Son muchos factores y puedes acabar debilitando la barrera cutánea, haciendo microheridas si eres un poquito bestia, e irritando la piel. Pero con los exfoliantes químicos, las variables son concentración y pH».

El peeling químico consiste en la aplicación de productos a nivel tópico, con el objetivo de regenerar la piel. Existen distintos tipos de peeling químico en función del activo utilizado y su concentración. Los más comunes son los peelings con ácido glicólico, salicílico y tricloroacético. La elección del agente a aplicar debe realizarla siempre un especialista, en función del tipo de piel de cada paciente y los resultados que se busque obtener.

«Asimismo, disponemos de peelings enzimáticos, a base de enzimas naturales que pueden ser utilizados en pieles más sensibles», dice Alonso. Así, «los peelings enzimáticos, como no dependen de un pH ácido, son mejor tolerados por las pieles sensibles. Su mecanismo de acción puede parecerse a unas tijeras: cortan las uniones de los aminoácidos que forman las proteínas. Entre ellas se encuentra la queratina presente en nuestras células muertas», explica Núñez.

Estos peelings enzimáticos están disponibles en versión cosmética, para aplicar en casa. «Si buscas un peeling enzimático, tengo varias recomendaciones para ti. Busca uno que sea en polvo, ya que con el tiempo, las enzimas se degradan en el agua. Que contenga las enzimas purificadas, mejor que los extractos botánicos. Y, si lo usas en un formato con agua, como una crema, que su pH sea al menos de 6 para mejorar su estabilidad», apunta Núñez.

¿Qué le ocurre a la piel tras un peeling?

Primero, hay que tener en cuenta que este es un tratamiento no invasivo y la recuperación es relativamente rápida. En cuanto a los efectos del peeling, podremos apreciarlos en su totalidad a los pocos días. 

Al principio, la piel se va a enrojecer. Esto dura unos días y, ocasionalmente, pueden aparecer costras o pieles secas en algunas zonas, según el tipo de ácido empleado. La piel estará completamente regenerada en un plazo de entre una semana y 10 días.

Tras el peeling, es recomendable mantener la piel hidratada con una crema reparadora, cicatrizante y calmante y, durante los primeros días, usar protector solar para salir a la calle, dado que la piel estará sensible y en pleno proceso de renovación.

¿A partir de qué edad están indicados los peelings?

Esto, en realidad, va a depender de distintos factores. Fundamentalmente, de cuál sea el problema que queremos tratar. «Depende de la necesidad de cada piel. Pero lo cierto es que con el paso de los años, la renovación celular de la piel disminuye, sobre todo, de forma drástica, a partir de los cincuenta. Si quieres centrarte en el envejecimiento, a partir de los treinta o cuarenta es una buena época para empezar», aconseja Núñez.

No obstante, es posible hacerlos incluso antes, si lo indica un profesional. «Los dermatólogos realizamos peelings en todas las edades, desde la adolescencia para problemas como el acné o las cicatrices del mismo, hasta la edad adulta y personas más mayores para tratar multitud de problemas dermatológicos médicos y estéticos», coincide Alonso.

Los peelings son especialmente atractivos después del embarazo, una etapa en la que los procesos hormonales provocan cambios en la piel. «Uno de los peelings más realizados en el posparto para mejorar textura, apariencia del poro y manchas faciales es el superficial-medio, que combina ácido tricloroacético con ácido láctico y ácido salicílico», observa la dermatóloga Lidia Maroñas.

Los peelings suelen estar indicados:

  • Si hay manchas o coloración en la piel y se quiere recuperar el tono uniforme.
  • Para rejuvenecer el aspecto de la piel y verla más luminosa.
  • Para personas con acné o piel grasa.
  • Para mejorar las imperfecciones de la piel.
  • Para mejorar la penetración de ciertos tratamientos cosméticos.

¿Cuántas veces al año se recomienda realizarlos?

«La frecuencia recomendada de los peelings puede variar según el tipo de piel y las necesidades individuales. En general, para peelings superficiales o medios, los dermatólogos suelen aconsejar realizar entre dos y cuatro tratamientos anuales para abordar diferentes problemas o condiciones de la piel», sostiene Alonso.

¿Cuándo es el mejor momento para hacerlo? «Cuando usamos peelings un poco más intensos, la época del año más adecuada para realizarlos suele ser el otoño y el invierno, ya que la exposición solar es menor y se reduce el riesgo de hiperpigmentación o irritación post tratamiento. No obstante, existen multitud de peelings más suaves que pueden realizarse prácticamente durante todo el año», aclara el dermatólogo.

¿Cómo elegir el mejor peeling para mi piel?

Existen centenares de tipos de peelings. No todos son adecuados para todas las pieles y todos los problemas cutáneos. ¿Cómo saber cuál podemos usar? Alonso recomienda tomar la decisión con ayuda de un experto.

«La clave para elegir un buen peeling para ti consiste en acudir a tu dermatólogo para realizar un correcto diagnóstico y una correcta planificación del tratamiento. La realización de peelings cutáneos, cuando es adecuada, puede aportar significativas mejoras en la calidad y características de nuestra piel, así como mejorar diferentes patologías dermatológicas», recomienda.

Laura Inés Miyara
Laura Inés Miyara
Laura Inés Miyara

Redactora de La Voz de La Salud, periodista y escritora de Rosario, Argentina. Estudié Licenciatura en Comunicación Social en la Universidad Nacional de Rosario y en el 2019 me trasladé a España gracias a una beca para realizar el Máster en Produción Xornalística e Audiovisual de La Voz de Galicia. Mi misión es difundir y promover la salud mental, luchando contra la estigmatización de los trastornos y la psicoterapia, y creando recursos de fácil acceso para aliviar a las personas en momentos difíciles.

Redactora de La Voz de La Salud, periodista y escritora de Rosario, Argentina. Estudié Licenciatura en Comunicación Social en la Universidad Nacional de Rosario y en el 2019 me trasladé a España gracias a una beca para realizar el Máster en Produción Xornalística e Audiovisual de La Voz de Galicia. Mi misión es difundir y promover la salud mental, luchando contra la estigmatización de los trastornos y la psicoterapia, y creando recursos de fácil acceso para aliviar a las personas en momentos difíciles.