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Los seguros de decesos están hechos para cubrir a los nuestros en el momento en que ya no estemos. Estas coberturas, que normalmente se han caracterizado por presentar soluciones para los gastos de la ceremonia, han ido mucho más allá. Hoy, con la cantidad de cambios que ha habido, conviene que tengamos otras cosas en cuenta.

Ofrecer facilidades y seguridad a esos amigos o familiares que nos sobreviven, es el mayor gesto final que puede tener una persona, su última muestra de amor para los que siempre han estado en vida. Ahora, al margen de esos gastos a los que habrá que hacer frente para el cuerpo, existen nuevas iniciativas.

¿Qué es exactamente el seguro de decesos?

Conocemos como seguro de decesos al contrato que cubre los gastos derivados del fallecimiento de una persona. Pagados tiempo antes gracias a una mensualidad, los que sobreviven no tendrán que estar al día del sepelio pudiendo, además, llevar su dolor de la mejor manera posible.

Dependiendo de la cobertura elegida, cabe la opción de que nos hagamos con una adjudicación de herencias, la fe de vida o la partida de testamentos. Esto, que queda visible en la firma, es algo que determinará el tipo de protección con el que cuentan los familiares en cuestión.

Nuevas coberturas, seguros de decesos adaptados al tiempo

Las pólizas de decesos también se han actualizado. Gracias a los distintos estudios basados en viejas experiencias, las empresas han buscado soluciones para los problemas de hoy, para que la familia o los amigos puedan hacer frente a la demanda que se presenta tras la falta del ser querido.

Así, desde el borrado de la huella digital hasta el testamento online son aspectos que podemos saldar con facilidad y es que, en un mundo cada vez más informatizado es importante que haya adaptaciones para el milenio que tenemos. Poco a poco, pero sabiendo dar los pasos en firme, se están consiguiendo los objetivos.

Por otro lado tenemos el eco funeral, una nueva tendencia que invita a que cuidemos el medio ambiente, a que dejemos menos contaminación incluso cuando ya no somos dueños de los actos de nuestro cuerpo. Reduciendo el impacto se puede decir que incluso en ese momento seremos fieles a nuestros principios.

Las empresas, que se están organizando para conceder los deseos del fallecido, han incluido este punto en muchas de sus coberturas y es que, cada vez son más las personas que quieren verse reconstruidas en otro ser vivo. Con la posibilidad de plantar un árbol en tu memoria para cuando ya no estés, seguro que lo observamos de otra manera.

En definitiva, las coberturas de decesos pueden hacer la existencia más sencilla a los sobrevivientes de quien ya no está. Hoy, más modernizadas que hace unos años, tenemos la oportunidad de pensar mejor en aquellos que se quedan, en los que llorarán nuestra falta y que merecen ser respetados hasta el final. ¿Te vas a quedar tú sin cubrir lo que siempre has protegido en vida?