La biodiversidad en crisis

Francisco Franco del Amo

LA VOZ DE LA ESCUELA

Oso pardo, especie en peligro de extinción
Oso pardo, especie en peligro de extinción Frank Tverran en Pixabay

La celebración del Día Internacional de la Diversidad Biológica del año 2019 coincidió con la publicación de un informe demoledor sobre las especies en peligro de extinción

29 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El pasado miércoles se celebró en todo el mundo el Día Internacional de la Diversidad Biológica, que este año estuvo dedicado a la relación entre la biodiversidad y la alimentación. Este suplemento le dedicó dos páginas. Con la elección de este tema, la ONU pretendió llamar la atención de la opinión pública sobre el problema que supone la pérdida de variedades de cultivos y métodos locales de producción agrícola y ganadera. La desaparición de los alimentos tradicionales característicos de cada lugar produce dietas menos diversificadas, lo que a su vez incide en el aumento de enfermedades como la diabetes y la obesidad.

La celebración de este día internacional coincidió con la publicación de un estremecedor informe de la Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política sobre Biodiversidad y Servicios de Ecosistemas (Ipbes) que concluye que «alrededor de un millón de especies de animales y plantas están en peligro de extinción y muchas más podrían desaparecer en tan solo unas décadas». El informe fue elaborado por 145 expertos de 50 países, que revisaron y analizaron más de 15.000 fuentes científicas y gubernamentales para retratar la relación entre el desarrollo económico y su impacto en la naturaleza durante los últimos cincuenta años. Las conclusiones del nuevo dosier coinciden con los resultados del Panel Intergubernamental del Cambio Climático, en el sentido de que indican que la presión de la actividad humana sobre los ecosistemas naturales es tan intensa que está a punto de provocar su colapso. Solo cabe conjeturar sobre lo que pasaría después, pero a todos nosotros se nos viene a la mente la imagen distópica de un mundo en el que no merece la pena vivir.

LA CLAVE ES LA ECONOMÍA

¿Estamos a tiempo de evitar el derrumbe de los ecosistemas?. Los expertos de la Ipbes creen que sí. De hecho, en su informe proponen decenas de soluciones para conseguirlo. Sin embargo, todas sus propuestas dependen de que se cumpla un imperativo: los sistemas financieros y económicos mundiales deben evolucionar para construir una economía global sostenible que abandone el paradigma actual del crecimiento económico constante. Este parece ser el punto de apoyo en el que hincar la palanca para revertir la situación. Los expertos coinciden en que esta condición también serviría para solucionar otros problemas medioambientales que están sucediendo a escala global, como el cambio climático o la contaminación. Pero si echamos un vistazo rápido al periódico para informarnos sobre lo que traman los nuevos bloques comerciales, la impresión que obtenemos es que, en realidad, avanzamos a toda velocidad en sentido contrario. Así que parece que conseguir corregir el rumbo va a ser algo muy difícil que consumirá un tiempo que quizá no tengamos.

Algo que puede acelerar el proceso de cambio es la actitud de los ciudadanos. Es lo que mejor ha funcionado en otras situaciones de conflicto medioambiental. La celebración del Día Internacional de la Diversidad Biológica de este año también ha coincidido con la publicación de los resultados de un eurobarómetro especial dedicado a evaluar lo que piensan los ciudadanos europeos sobre la biodiversidad. Y los datos de esta macroencuesta (se entrevistó a 27.643 ciudadanos de los 28 Estados miembros) indican que los europeos estamos más preparados de lo que parece para el cambio de paradigma económico del que hablábamos antes.

Por ejemplo, dos de cada diez entrevistados manifestaron haber oído alguna vez el término biodiversidad y saber lo que significa. Esto supone un aumento del 11 % respecto al sondeo del 2015. Además, tres de cada diez sabían lo que es la Red Natura 2000, que incluye todas las áreas europeas de conservación de la biodiversidad, y un 60 % de ellos estuvieron «totalmente de acuerdo» en que la salud y el bienestar de las personas dependen de la naturaleza y la diversidad biológica. Y lo más importante: la gran mayoría, cerca de un 90 % , dijeron no estar dispuestos a aceptar daños a la naturaleza protegida a cambio de un mayor desarrollo económico. Estos datos permiten pensar que todavía es posible impulsar la creación de un nuevo orden económico que evite la pérdida de la diversidad biológica y el fin de los ecosistemas naturales. En la próxima conferencia (COP15) del Convenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica, que se celebrará en China en el 2020, está previsto que se complete la negociación de un acuerdo global de biodiversidad. Comprobaremos entonces si la comunidad internacional ha tomado nota de los terribles datos del informe de la Ipbes y ha sido capaz de reaccionar a tiempo.

actividades

  • En nuestra página web www.prensaescuela.es te puedes descargar el suplemento de la semana pasada en el que se habla también de la biodiversidad.
  • En esa misma web, pincha en Pregunta a un científico. Encontrarás numerosas preguntas (¡y respuestas!) sobre el tema que nos han hecho alumnos de toda Galicia y de América Latina.
  • Pregunta a tu familia qué animales abundaban cuando eran niños y que ahora rara vez se ven o simplemente ya no están en Galicia.
  • ¿Por qué es muy bueno para tu cuerpo que la dieta sea variada? ¿Qué pasaría si solo comiéramos hamburguesas? ¿O pasta?