Qué es lo que les quita el sueño

> Ana T. Jack

LA VOZ DE LA ESCUELA

Acabar muy tarde las actividades extraescolares tiene efectos negativos sobre el sueño
Acabar muy tarde las actividades extraescolares tiene efectos negativos sobre el sueño MONICA IRAGO

Las actividades extraescolares, los deberes y, sobre todo, las pantallas

28 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Los niños y adolescentes españoles se van a la cama una hora más tarde que sus congéneres europeos… y se levantan media hora antes. Este cálculo es el que hacen médicos y especialistas en trastornos del sueño, que advierten de los perjuicios que provoca el hecho de descansar menos horas de las necesarias a nivel físico, mental y de comportamiento. Las actividades extraescolares tardías que obligan a los menores a llegar a casa a la hora de la cena, en especial los entrenamientos deportivos; los deberes cuando son demasiados y, sobre todo, las pantallas de todo tipo (ordenadores, consolas, tabletas, televisiones y móviles) son los principales responsables del robo de horas al sueño de nuestros niños. Como si irse a la cama fuera una pérdida de tiempo… Pero, muy al contrario, dormir es una actividad fundamental para el bienestar físico y mental de cualquier persona, especialmente importante para los menores: es durante el sueño cuando se segrega la hormona del crecimiento, se regulan los niveles de azúcares y se consolida el aprendizaje, entre otras muchas funciones.

Según un estudio realizado por la Asociación Española de Pediatría, los niños de 11 años de la actualidad duermen 30 minutos menos que los de esa misma edad en los años ochenta. Esta misma investigación revela que un tercio de los menores padecen problemas del sueño que afectan a su desarrollo y un porcentaje similar (el 29 %) tienen dificultades para mantenerse despiertos en clase. Según los autores del estudio, una de las causas de esta situación es el alto porcentaje de escolares que no tienen fijado un horario para irse a la cama por la noche: el 66 % de los adolescentes de entre 12 y 15 años deciden por sí mismos cuándo es el momento oportuno para irse a dormir. El segundo factor responsable es el uso de dispositivos electrónicos hasta el mismo momento de cerrar los ojos para descansar. Y esta situación afecta cada vez a niños más pequeños, que parece que necesitan atontarse un buen rato ante la pantalla antes de coger el sueño.

La falta de descanso en los estudiantes provoca las siguientes alteraciones:

  1. Cansancio, malestar físico y embotamiento.
  2. Malhumor e irritabilidad. Aumento de conflictos con compañeros y profesores.
  3. Falta de concentración y dificultad para mantener la atención, hasta el punto de mostrar la misma sintomatología que con un trastorno por déficit de atención con hiperactividad.
  4. Aumento de los índices de obesidad y diabetes.
  5. Disminución del rendimiento intelectual, en especial a la hora de enfrentarse a la resolución de problemas, de retener datos (memorizar) y de comprender las explicaciones.
  6. Aumento de la ansiedad y el estrés, tristeza y apatía
  7. Lentitud intelectual y en la ejecución de respuestas.
  8. Desmotivación general hacia las tareas escolares.

Lo bueno de este problema es que tiene fácil solución: pequeños cambios en los hábitos diarios pueden servir para aumentar la calidad y cantidad del sueño y con ello eliminar todas las consecuencias negativas de las que hablábamos.

Vamos a la cama, que hay que descansar

Para facilitar el descanso suficiente y de calidad de tu hijo, sigue las siguientes pautas:

 1. Cuida que la cama, la almohada y la temperatura de la habitación sean adecuadas. Su lugar de descanso debe estar alejado de ruidos y luces.

2. Márcale un horario fijo para irse a la cama: todos los días el mismo, aunque se retrase un poco el fin de semana. Ni siquiera los exámenes o una mala organización con los deberes deberían afectar demasiado a la hora de acostarse.

3. Asegúrate de que duerme el número de horas suficiente. Aunque depende de cada persona, en edad escolar se suele recomendar:

  • En educación infantil: de 10 a 12 horas.
  • En educación primaria: de 9 a 11 horas.
  • En la adolescencia: de 8 a 10 horas.

4. No permitas que tenga una pantalla de televisión, una consola, el móvil ni una tableta o un ordenador en su habitación: es mejor que estos aparatos estén situados en lugares comunes de la casa donde podáis controlar el tiempo que se pasa delante de esas pantallas y el uso que les da.

5. A la hora de acostarse, retírale el teléfono móvil o asegúrate de que lo apaga. Son demasiadas las tentaciones que ofrece: redes sociales, juegos... Muchos padres se sorprenden de que sus hijos se conecten a Internet de madrugada: «¡Pero si a esa hora estaba en la cama!». Pues sí, pero con el móvil debajo de la almohada.

6. Anímale a que, antes de apagar la luz, lea un libro, un cómic, un tebeo... lo que sea. Está demostrado que mientras que las pantallas excitan y provocan la vigilia, la lectura invita a un sueño reparador y plácido.

escuela de padres 

? TEMA DEL MES: ¿En qué invierten su tiempo?

? ETAPA: Educación primaria y secundaria.

? EL DATO: Los niños que duermen más horas suelen alimentarse mejor (comen bastante más fruta y verdura y van a establecimientos de comida rápida con menos frecuencia), abusan menos de las tecnologías y tardan menos tiempo en hacer los deberes (datos del último estudio Caser sobre salud familiar).

? COMPORTAMIENTOS QUE EVITAR: Permitir que se metan en la cama con una pantalla en sus manos o delante de sus ojos.

? ALGUNAS CLAVES: Establecer hábitos y rutinas de sueño adaptadas a cada etapa del desarrollo.

? PARA SABER MÁS: Documento sobre los trastornos del sueño en la infancia y medidas que facilitan un descanso adecuado, elaborado por la Asociación Española de Pediatría (Aeped):

https://www.aeped.es/sites/default/files/documentos/34-sueno.pdf