Angustiados por los deberes

> Ana T. Jack

LA VOZ DE LA ESCUELA

Los índices de rendimiento escolar no se corresponden con el sobreesfuerzo que suponen los deberes
Los índices de rendimiento escolar no se corresponden con el sobreesfuerzo que suponen los deberes OSCAR CELA

Los estudiantes españoles son de los que más horas dedican a las tareas escolares

21 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Tres datos que tener en cuenta.

Primero: los estudiantes españoles dedican un promedio de seis horas y media semanales a hacer los deberes, una de las cifras más altas de todos los países del mundo.

Segundo: los deberes escolares contribuyen a ampliar la brecha entre el alumnado de nivel socioeconómico medio y alto y los que pertenecen a familias más desfavorecidas.

Y tercero: el porcentaje de estudiantes españoles que padecen estrés a causa de los deberes es también de los más altos de Europa (un 70 % de las chicas y un 60 % de los chicos de 15 años sufren ansiedad por este motivo).

Los dos primeros datos los ofreció, hace ya un par de años, la OCDE (Organización para el Desarrollo y la Cooperación Económica). Poco después fue la Organización Mundial de la Salud (OMS) la que alertó sobre la situación de niños y adolescentes en España: son los cuartos más estresados de toda Europa por la carga de deberes, solo por detrás de malteses, escoceses e islandeses. Y, sin embargo, los índices de rendimiento escolar no se corresponden con el sobreesfuerzo realizado en casa. En ese mismo informe, la OMS advertía de que esta presión perjudica la salud física y psicológica de niños y adolescentes, «y da lugar a un incremento de patologías como dolores de cabeza, de barriga o de espalda y a estados de ánimo de tristeza, angustia y nerviosismo».

A pesar de estos datos, hay muchos defensores de los deberes, no solo entre el profesorado, sino también entre los propios padres, que en ocasiones llegan a mostrar su preocupación si sus hijos no llevan tareas para hacer en casa.

A FAVOR / EN CONTRA

¿Qué es lo que esgrimen los defensores de los deberes? Estos son sus argumentos:

1 Refuerzan lo aprendido en clase. Sirven para afianzar conocimientos, dominar destrezas básicas y asimilar aprendizajes que de otra manera quedarían en el aire.

2 Crean un hábito de trabajo diario, fundamental para superar la educación secundaria.

3 Obligan al alumno a organizar su trabajo, a programar los tiempos y a aumentar su autonomía progresivamente.

4 Suponen poner en práctica el valor del esfuerzo, la perseverancia y el sentido de la responsabilidad.

5 Fomentan la capacidad de concentración, el razonamiento y la memoria.

6 Permiten desarrollar habilidades de búsqueda de información, investigación y selección de recursos para completar los conocimientos.

7 Es una forma de implicar a los padres en la evolución escolar de sus hijos.

8 Son un instrumento esencial para que el profesor verifique los progresos del alumno.

Normalmente sus defensores también matizan que, lógicamente, los deberes deben ser razonables: ni excesivos, ni repetitivos ni iguales para todos. El problema es que, como sabemos por experiencia, a veces el sentido común es el menos común de los sentidos.

Estas son diez razones (y de peso) para pensárselo dos veces antes de mandar tareas para hacer en casa:

1 Los deberes iguales para todos no son eficaces. ¿Para qué cogerles manía a las fichas en primero de primaria?, ¿qué necesidad hay de hacer ejercicios sobre adverbios y adjetivos en tercero, cuando aún no tienen una buena comprensión lectora? En cuanto a los deberes en secundaria, después de pasarse una media de seis a ohco horas en el centro escolar, si en ese tiempo no han alcanzado los objetivos educativos… difícilmente lo harán en casa.

2 Son aburridos. ¡Sobre todo cuando es obligatorio copiar los enunciados!

3 No crean hábito. Cualquier profesor de secundaria sabe que parte de sus alumnos, a pesar de que llevan años teniendo deberes para casa, siguen sin hacerlos. Todo ese supuesto entrenamiento no ha servido para nada.

4 Aumentan las desigualdades. No todos los progenitores cuentan con el nivel de formación necesario para ayudarles ni con recursos económicos para pagar a un profesor.

5 Son excesivos. Según el informe Pisa 2012, en Finlandia, país de referencia en educación, los estudiantes son los que menos tiempo dedican a hacer los deberes: poco más de dos horas a la semana.

6 Los deja sin tiempo libre... y la vida es mucho más que solo estudiar. Unicef también ha dado la voz de alarma sobre el poco tiempo libre del que disponen los escolares españoles, entre el colegio y los deberes.

7 Son motivo de ansiedad y estrés. La Sociedad Española de Psiquiatría es otra de las organizaciones que han advertido sobre el aumento de estrés en escolares, con medicación incluida (ansiolíticos y antidepresivos).

8 Crea tensiones entre padres e hijos y enfrentamientos constantes. Acaban frustrados, agotados y odiando los deberes (unos y otros).

9 Impone horarios irracionales: comidas apresuradas, menos horas de sueño, sedentarismo, abandono de deportes por falta de tiempo...

10 No se adaptan a las necesidades individuales de cada estudiante. Los deberes son iguales para todos. Pero si un estudiante ya domina un concepto, hacérselo repetir más veces en casa solo le crea sensación de hastío. En el caso de los alumnos con dificultades de aprendizaje, los deberes son una constante fuente de frustración.

escuela de padres 

TEMA DEL MES: ¿En qué invierten su tiempo?

ETAPA: Educación infantil, primaria y secundaria.

LA FRASE: «Antes las tardes eran para jugar y no para hacer deberes» (Eva Bailén).

ALGUNAS CLAVES: Pensar en que el tiempo libre que precisan niños y adolescentes para dedicar al juego, al deporte, a la lectura o a estar en familia es incluso más importante que hacer los deberes.

PARA SABER MÁS: «En la escuela falta una asignatura: mi tiempo libre» es el nombre de la campaña puesta en marcha por la Ceapa (Confederación Española de Padres y Madres del Alumnado) para demandar vacaciones libres de deberes escolares y de exámenes para realizar a la vuelta: https://goo.gl/tV9Akr