Vista de los peñones de San Cristóbal, en Almuñécar
Vista de los peñones de San Cristóbal, en Almuñécar Carlos Ocampo

La curiosa etimología de un topónimo andaluz con mucha historia que contar

17 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Como me imagino que os habrán pedido a muchos de mis jóvenes lectores, yo también voy a comenzar el curso con una redacción sobre lo que hice este verano. Este año tomé el portante en diagonal y desemboqué en plena costa granadina, en una localidad con mucha historia, aunque ahora quizás muchos solo la conozcan por ser uno más de tantos destinos de veraneo masivo en el Mediterráneo. Las raíces de dicha localidad se remontan, sin embargo, al menos tres mil años atrás. A los fenicios debe, según el historiador griego Estrabón, que sitúa en este punto el primer contacto de este pueblo con el sur de la península ibérica (quizás durante el siglo IX antes de Cristo), su primer topónimo. Algo así como ‘ciudad en la montaña’ o ‘ciudad entre montañas’ significaba Seks, un nombre muy ligado a la orografía de uno de los enclaves más importantes entonces de la Europa occidental.

Los fenicios, de origen semita, se lanzaron a la conquista (más que militar, comercial) de la ribera mediterránea y, durante el apogeo de su expansión, su lengua se hablaba no solo en su territorio, sino también en las numerosas colonias que fundaron. Desarrollaron su propio alfabeto, que era silábico y se escribía de derecha a izquierda, lo que supuso un enorme avance sobre el egipcio (el jeroglífico, que representaba cada palabra por un solo signo), y en él se inspiraron los griegos para crear el suyo, que tanta influencia habría de tener para el resto de la humanidad. La lengua fenicia se habló hasta el siglo II de nuestra era, hasta que Cartago, su segunda capital, fue destruida por los romanos en el año 146 durante la Tercera Guerra Púnica.

Para entonces Roma no solo se había apoderado ya de Seks y latinizado su nombre, sino que el mismísimo Cayo Julio César le concedió un estatus político especial, reflejado en un nuevo nombre: Sexi Firmum Iulium (atestiguado por monedas acuñadas en su propia ceca). Fue por haberse puesto de su lado en la segunda guerra civil romana, en la que el dictador venció a su antiguo compañero de triunvirato Cneo Pompeyo Magno.

Durante largos siglos, Seks, o Sexi, tuvo gran importancia tanto para fenicios como para romanos por su industria de salazón de pescados, cuyas ruinas se conservan, y son accesibles, en el parque El Majuelo. De hecho hay quien relaciona con este topónimo el nombre que daban a uno de los peces más abundantes en aquellas costas, el colias sexitanus, con el que se elaboraba el garum, o garo. Pero no se ha llegado a identificar con exactitud de cuál se trata. ¿Era quizá la caballa?

ALMUÑÉCAR

Ya estaba yo, que tengo cierta facilidad para enamoriscarme de los lugares que visito, empezando a sentirme un poco sexi… tano cuando descubrí, a los pies del emblemático castillo de San Miguel y frente a los espectaculares peñones de San Cristóbal, la estatua en recuerdo de Abderramán I. Fue en este punto de la Península donde desembarcó en el 756, huyendo de Siria, el único superviviente de la masacre de la dinastía Omeya por parte de la Abasí. En ese momento, Al Ándalus era un emirato dependiente del califa sirio. Con la llegada de los musulmanes nuestra ciudad cambia de apelativo. Los árabes debieron de llamarla, según los especialistas en toponimia, Sexi Hisn al Murecab, que significa ‘fortaleza de la colina’, o quizás Al Munacab, ‘pueblo flanqueado’ o ‘al que se da la espalda’, o quizá todavía Al Monacar, ‘ciudad entre montañas’. Cualquiera de estos nombres podría haber evolucionado fonéticamente a Almuñécar.

Una ciudad con mucho que ver

La primera vista de Almuñécar es una interminable línea de edificios de más de diez alturas destinados a apartamentos y hoteles que acosan las largas y numerosas playas: otra víctima del bum del impulso del turismo mediterráneo del pasado siglo. Pero, como acabamos de ver, es mucho más que eso. Sexi ofrece al viajero, si quiere descubrirla, una rica historia y vestigios de ella que ayudan a entender esta península ibérica, además de otros atractivos.

La punta más prominente de la costa almuñequera es un monumento natural: los peñones de San Cristóbal, frente a los cuales se erige el castillo de San Miguel, una fortaleza defensiva iniciada por los árabes que culminó el rey Fernando el Católico. Quien se decida a rendirle visita podría fácilmente postergarla al ver interpuesto en sus intenciones el atractivo Parque Ornitológico Loro Sexi. Gracias al clima de la zona, alberga este zoológico una rica colección de aves tropicales que se sienten como en casa, además de una bonita colección de cactus.

Muy cerca de Loro Sexi está el parque El Majuelo, en el que podemos visitar las ruinas romanas de la fábrica de salazón. Tampoco hay que andar mucho para admirar los restos del quinto tramo del acueducto que llevaba el agua dulce a esta fábrica, a cuyos pies hay unas termas y un sifón que servía para elevar el agua.

Para los aficionados a la arqueología, un museo temático ocupa la llamada Cueva de los Siete Palacios, una construcción romana que se asienta en el poblamiento originario de la Edad del Bronce y que conserva el texto escrito más antiguo de la península ibérica, grabado en un vaso canopo que probablemente perteneció al faraón egipcio Apofis I. Quien vaya en busca de vestigios fenicios tendrá que acercarse además a alguna de las tres necrópolis que se conservan: Laurita, Puente de Noy y Cerro Villa.

NO ES FÁCIL SER DE SEXI

Pero ser de Sexi, a pesar de su historia y su belleza, no siempre es fácil. El Club Atletismo Sexitano necesitó algún tiempo más de lo normal y varios correos electrónicos para registrar su nombre en Facebook. Al completar el perfil, la red social rechazaba la sucesión de letras «sexi...» del gentilicio. Y no son pocos los naturales de Almuñécar que alguna vez han vivido bromas relacionadas con su primitivo topónimo.

A pesar de todo, no se privan de usarlo establecimientos como el hotel Sexi, cerca del cual se ubica el edificio Sexi, además del parque ornitológico y el Festival de Teatro Grecolatino Sexi Firmum Iulium. Aunque seguro que lo que más les mola a muchos es estudiar en el instituto que se llama Antigua Sexi.

ACTIVIDADES

1. Para una pequeña introducción a la toponimia, puedes leer un artículo publicado en La Voz de la Escuela («Un compendio de toponimia galega»: https://bit.ly/2pSwAqM) y un e-studio de noticias del programa Prensa-Escuela («Toponimia de andar por clase»: https://bit.ly/2yAFmh9).

2. Coruña, fenicia

Difícil arte, el de buscar el origen de los topónimos. No olvidemos, por ejemplo, que Coruña es uno de los que siguen en disputa, y para muestra una hipótesis de hace poco más de un año, de la que se hizo eco La Voz: https://bit.ly/2Om9t5O.

  • Busca en Internet otros posibles orígenes del nombre de la ciudad herculina.

3. La etimología de Ourense y de Lugo es fácil de averiguar, pero la de Pontevedra es más discutida. A ver si das con las tres.

4. Con esta orientación y la ayuda de Internet, intenta averiguar el origen del nombre de la localidad en la que vives y de al menos un par de nombres geográficos cercanos que te llamen la atención (un río, una montaña, un valle...).

5. Visita la web del IES Antigua Sexi: http://www.antiguasexi.es/wordpress/

  • Haz una parada en la Biblioteca, y detente a leer algunos de los poemas premiados en el XXXIV Certamen Literario Escolar convocado por la Concejalía de Cultura y Educación del Ayuntamiento de Almuñécar.