Stop al acoso escolar

Ana T. Jack

LA VOZ DE LA ESCUELA

Excluir a alguien de los juegos de grupo es una de las formas que puede revestir el acoso
Excluir a alguien de los juegos de grupo es una de las formas que puede revestir el acoso Michael Coghlan

Claves para enfrentarse a situaciones de maltrato entre iguales

15 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El acoso escolar, también llamado bullying o maltrato entre iguales, no tiene nada que ver con una broma puntual, aunque esta sea de muy mal gusto. Tampoco con un insulto o una pelea en el patio. Ni con un enfado entre amigos. Ni siquiera con una agresión esporádica. Tiene que ver con algo mucho más serio. Hablamos de maltrato entre iguales cuando un menor, o un grupo de menores, intimida a otro, lo acosa, insulta, humilla, excluye, pega, amenaza, chantajea o abusa de él de forma repetida y durante un tiempo prolongado con la clara intención de hacerle daño. Este tipo de comportamientos se caracterizan, por tanto, por ser:

  •  Acciones deliberadamente hostiles.
  •  Hay ausencia de provocación por parte del acosado (aunque su forma de ser, sus rasgos físicos o su supuesta orientación sexual sean el desencadenante indirecto de la agresión).
  •  Incidentes que se repiten a lo largo de un período de tiempo.
  •  Una situación de indefensión para la víctima, que no sabe cómo salir de ella.

Los casos de maltrato pueden suponer violencia física directa (empujones, patadas, agresiones) o indirecta (esconder o romper objetos, poner una chincheta en el asiento…). Pero las agresiones más frecuentes en los contextos educativos son las verbales directas (poner motes, insultar, burlarse) o indirectas (hablar mal a espaldas del acosado, difundir falsos rumores sobre él, reírse cuando pasa por delante…). Un tercer tipo de maltrato es el social, que consiste en organizar juegos o actividades sin contar con esa persona, dejarla fuera del grupo de Watsapp de forma deliberada o impedir su participación en trabajos de grupo, partidos, etcétera. En este sentido, si el medio utilizado para molestar a la víctima es Internet, hablamos de ciberacoso, aunque hoy en día casi todas las situaciones vividas en el contexto real se suelen trasladar al virtual.

Estas situaciones de violencia tienen efectos psicológicos y emocionales muy negativos para todos los implicados:

  • Para la víctima, que puede llegar a sufrir ansiedad, temor, depresión y baja autoestima, y ver afectado su rendimiento escolar, su salud física y mental y sus relaciones sociales.
  • Para el acosador, porque sus conductas de maltrato pueden permanecer en el tiempo y manifestarse en futuras relaciones (de pareja, con los hijos…) o incluso a llegar a convertirse en antisociales o delictivas. El acosador, aunque muchas veces es aceptado entre sus compañeros por temor, acaba recibiendo el rechazo de los iguales.
  • Para los espectadores, que se acostumbran a vivir en un clima de abuso e injusticia con pasividad, convirtiéndose en cómplices de los agresores. Es probable que sientan remordimientos en un futuro por su forma de actuar cobarde y encubridora.

En todo caso, los padres tiene un papel decisivo en la prevención de estas conductas de abuso, tal y como iremos exponiendo a lo largo de las próximas semanas.

Diez ideas falsas sobre el «bullying»

1 Solo son bromas, es mejor no meterse

No es cierto. A veces es difícil distinguir entre una broma y una situación de abuso, pero cuando la víctima empieza a asustarse ya no es una diversión.

2 La víctima lo busca, lo merece

Nadie merece ser víctima de maltrato, sea cual sea su conducta. Es una mala excusa para justificar la agresión.

3 El maltrato forma parte del crecimiento del niño e imprime carácter

Una cosa es aprender a afrontar las adversidades y otra muy distinta ser objeto de abusos. Las víctimas se convierten en personas desconfiadas, ansiosas y aisladas.

4 La mejor manera de defenderse es devolviendo las agresiones

No es cierto. La reacción violenta de la víctima empeora la situación, ya que le sirve al agresor como excusa perfecta para realizar nuevos actos violentos.

5 El maltrato es cosa de niños

Una cosa es el juego, en los que surgen los naturales conflictos interpersonales, y otra muy distinta las conductas violentas. Permitirlas en la infancia supone formar adultos incapaces de respetar las normas sociales.

6 Las víctimas siempre provienen de ambientes marginales

No es verdad. Está demostrado que se da en todos los niveles socioeconómicos y en todos los centros educativos, públicos y privados.

7 Los acosados son personas endebles, débiles

No. La víctima puede ser cualquiera, aunque suele ser pacífica y tranquila.

8 Solo la víctima precisa ayuda

No es cierto. Precisan ayuda la víctima y los agresores, aunque de manera diferente. Tanto unos como otros deben encontrar alternativas a su comportamiento.

9 Mi hijo no es víctima ni agresor, no me debo preocupar

Los testigos de las situaciones de acoso están implicados moralmente en la situación de abuso. La ley del silencio contribuye la que esos hechos se sigan produciendo.

10 Si mi hijo lo denuncia, será un chivato

Denunciar una situación de maltrato no es ser un chivato. Hay que enseñar a los hijos a ser solidarios, a ponerse en la piel del maltratado y a cortar la situación contando los hechos al profesorado. De hecho, ayudar a parar una situación de injusticia es un acto de valentía.

escuela de padres

 ? TEMA DEL MES: Problemas de convivencia.

? ETAPA: Primaria y secundaria.

? LA FRASE: «La única forma de combatir el maltrato es la cooperación entre alumnado, familias y docentes» (Collell y Escudé).

? ALGUNAS CLAVES: Transmitir a los hijos la idea de que ante las situaciones de intimidación o maltrato entre iguales hay que actuar.

? COMPORTAMIENTOS QUE EVITAR: Mirar para otro lado cuando se conocen casos, de forma directa o indirecta, de acoso escolar.

? PARA SABER MÁS: Programa de sensibilización sobre o maltrato entre iguais, Consellería de Educación e Ordenación Universitaria, Xunta de Galicia: http://www.edu.xunta.gal/portal/es/node/15333