Nuevos tiempos de eminencias grises

Una eminencia gris es un consejero o asesor poderoso que actúa entre bastidores, de manera que su influencia no es oficial. El primer ejemplar de ese género se definió en su tiempo como eminencia porque estaba vinculado a un cardenal de la Iglesia católica, el duque de Richelieu, de quien el fraile capuchino François Leclerc du Tremblay (el padre José) era brazo derecho. Si el notable regidor y primer ministro de Francia llevaba la púrpura cardenalicia y era conocido como eminencia roja, su influyente consejero vestía el hábito de su orden, de un color gris topo, que sirvió para acuñar la expresión que desde entonces define a los que tienen poder sin asomar mucho la cabeza. El padre José, que nunca llegó a cardenal, tenía una red de información al servicio de Richelieu, y terminó siendo (en la sombra) uno de los artífices de la Paz de Westfalia (1648). Entonces se dio fin a las guerras en Europa y se puso el germen de un nuevo orden, basado en el concepto de soberanía nacional, y estableciendo el principio de que la integridad territorial es el fundamento de la existencia de los Estados. Por supuesto que todas las historias de todos los países están rellenas de eminencias grises. ¿Verdad que el lector puede decir el nombre de unas cuantas contemporáneas, por ejemplo, en Cataluña?

En portugués, la figura del padre José se designa eminencia parda, lo que nos da pie para entrar en los matices de la infinita variedad de grises. El Diccionario de la lengua española dice que el gris resulta de mezclar el blanco y el negro, pero los pintores podrían puntualizar que así se obtiene el gris neutro, y que eso es una simplificación de todo un mundo cromático. Un artista sabe que se pueden obtener grises con mezclas de colores complementarios: azul con naranja, rojo con verde o amarillo con morado. Como puede verse, hasta podría hacerse alguna lectura política de esa paleta. Si la mezcla es a partes iguales, saldrá un gris más o menos neutro, pero si lo queremos más cálido habrá que incrementar en cada caso la proporción de rojo, amarillo o naranja. Otra opción para conseguir un gris es recurrir a la base, es decir, mezclando los tres colores primarios: rojo, azul y amarillo. Así obtendremos, con todos los matices debidos a las proporciones, un gris marengo, que dicen que es muy elegante, supongo que por oscuro. El gris perla tiene en ropa otras posibilidades, quizás algo más alegres y que antiguamente servían para vestir el alivio que sucedía al luto.

Ni marengo ni perla era el gris de los uniformes de la Policía Armada en mi juventud. Entonces eran los grises por antonomasia. Aquellos funcionarios representaban con profesionalidad el poder establecido, que tenía una complicada relación con las ilusiones de muchos compatriotas de otros colores. Por entonces estudiábamos que la visión era cosa de conos y bastones. Esas son las células que hay en el fondo del ojo y que son capaces de detectar las radiaciones del espectro visible y enviar las correspondientes señales eléctricas al cerebro. Hay millones en cada retina, y reciben esos nombres en función de su forma, aunque los bastones bien podrían denominarse porras, ya que no tienen empuñadura. Los conos están en el centro, y son los responsables de la percepción del color. Parece que los hay de tres tipos, sensibles al rojo, al verde y al azul, pero solo funcionan cuando hay luz intensa. Los bastones son más numerosos, y funcionan sobre todo cuando la luz es escasa porque son mucho más sensibles. Los bastones no saben de colores, y en la práctica solo perciben la luz azul verdosa. Con ellos podemos ver en la oscuridad, aunque sea solo en blanco y negro. Creo que todos preferimos la luz y los colores que esta nos regala. Si se me permite, desconfíen de las eminencias grises.

P. S. Grises son también los colores que quiso Picasso para el Guernica de la guerra fratricida, del humo de los incendios y de la ceniza de la muerte, como la del monte quemado. Es el color de la tristeza, y de la rabia reprimida.

palabras con historia 

Los arrepentimientos son propios de los cabellos grises

Charles Dickens (1812-1870)

Cuando el cielo esté gris, acuérdate de cuando lo viste profundamente azul

Anónimo

Azul, verde, gris, blanco o negro; liso, rizado o montañoso; ese océano no está en silencio

H. P. Lovecraft (1890-1937)

La mayor parte de mi ropa es negra, gris o azul oscura; de hecho, no uso muchos colores

Leonardo di Caprio (1974)

La inmensa mayoría de las biografías humanas son un gris entre el espasmo y el olvido

George Steiner (1929)

La tarde era tan gris como la estación, como la ciudad, como yo mismo. Me siento gris por dentro y por fuera

Mario Levrero (1940-2004)

La naturaleza humana no es en blanco y negro, sino en negro y gris

Graham Greene (1904-1991)

Hoy como ayer, mañana como hoy, ¡y siempre igual! Un cielo gris, un horizonte eterno y andar... Andar

Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870)

 actividades

1. Si tienes a mano una caja de pinturas de colores, trata de obtener distintos tipos de grises mezclando dos colores complementarios. ¿Qué resultado te gusta más? Prepara también un gris por mezcla de los tres colores primarios. ¿Cómo puedes conseguir el gris más frío?

2. El color gris es muy abundante en la naturaleza. Haz una lista de minerales o seres vivos que tengan algo de ese color, pero que no lleven la palabra gris en su nombre.

3. Averigua el significado de las siguientes expresiones:

• ámbar gris
• sustancia gris
• cerebro gris

4. El cuadro más famoso de Picasso está pintado exclusivamente en tonos grises. ¿Qué razones crees que tuvo el pintor para tomar esa decisión? ¿Qué sentimientos te evoca el contemplar esa escena? ¿Qué sabes sobre ese cuadro? ¿Cómo se llama? ¿Qué representa? ¿En qué museo está? Una película mediocre, pero muy famosa hace unos años se titulaba «50 sombras de Gris». ¿Cuántos matices de gris eres capaz de enumerar en el cuadro de Picasso?

5. (Solo para profesores) En su obra «Eminencia gris» («Grey Eminence: A Study in Religion and Politics. A Biography of father Joseph»), publicada en 1941, Aldous Huxley escribe lo siguiente: «Más recientemente, el Estado ha asumido en todas partes el papel de educador universal, posición que expone a los Gobiernos a tentaciones peculiares a las cuales todos, tarde o temprano, sucumben, como lo vemos en los tiempos actuales, en que el sistema escolar se utiliza en casi todos los países como un instrumento de dominio oficial, militarización y propaganda nacionalista». ¿Se os ocurre comentar algo? ¿A quién debe corresponder la responsabilidad de la educación de los niños?

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