La formación musical aporta múltiples beneficios para el desarrollo cerebral
09 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.«Es que yo tengo muy mal oído». Así solemos disculparnos por no saber identificar al autor de una pieza clásica o sentirnos algo torpes para entender un idioma extranjero. Y es verdad que en el desarrollo de este tipo de habilidades, al igual que ocurre con el resto de las aptitudes intelectuales, el componente genético es muy importante. Pero no lo es menos la estimulación ambiental recibida en los seis primeros años de vida, un período clave para el desarrollo de la inteligencia musical, estrechamente relacionada con el aprendizaje de idiomas y con el desarrollo de las habilidades matemáticas, entre otros factores. Así que, más que mal oído, puede que hayamos estado poco estimulados en la infancia y que nuestras neuronas no hayan establecido las conexiones necesarias, en su momento, para desarrollar nuestra inteligencia musical. Al menos, nos queda el consuelo de que estamos a tiempo de hacerlo con nuestros hijos. Pero no contemos demasiado con la formación musical que van a recibir en su paso por el sistema educativo.
Por desgracia, la educación musical es una de las más olvidadas en muchos sistemas de enseñanza. El nuestro no es una excepción, sobre todo a partir de los últimos cambios legislativos. Y es una pena, porque pocas herramientas hay tan potentes y completas como la música para acompañar a niños y jóvenes en el modelado de aptitudes y habilidades básicas, tanto intelectuales como emocionales.
No se trata solo de aprender notas, melodías, armonías, ritmos o frecuencias. Sabemos, a partir de las investigaciones científicas, que la formación musical en la infancia y la juventud mejora la concentración, la atención, la memoria, las habilidades lingüísticas y el dominio de las matemáticas, entre otros muchos beneficios a nivel cognitivo. A nivel social y psicológico, las ventajas de recibir una formación musical también son muchas: la capacidad de trabajar en equipo, la autoconfianza y la expresión de las emociones propias y la compresión de las ajenas son algunas de ellas. En el caso de niños con necesidades educativas especiales la música, en combinación con las terapias convencionales, puede ser una herramienta poderosa para el tratamiento de trastornos cerebrales y lesiones adquiridas, al ayudar a recuperar habilidades lingüísticas y motrices. Es también un recurso excelente para trabajar los trastornos relacionados con las emociones, la comunicación y los afectos.
Así pues, independientemente de que nuestros hijos puedan disponer de más o menos habilidades naturales para tocar un instrumento o apreciar una ópera, debemos intentar facilitarles en la medida de lo posible una educación que aumente su sensibilidad y su capacidad de disfrute hacia la música. Será un regalo.... para toda la vida.
Beneficios de la música en la infancia
Un niño que recibe formación musical consigue:
1 Aumentar la memoria, la capacidad de atención y la concentración.
2 Facilitar el aprendizaje de idiomas y de las matemáticas.
3 Desarrollar el ritmo y las habilidades motrices.
4 Potenciar la creatividad.
5 Facilitar la expresión y comprensión emocional.
6 Favorecer el desarrollo del lenguaje.
7 Comprender el valor del esfuerzo y la perseverancia en la búsqueda de un objetivo.
8 Mejorar la memoria y la discriminación auditiva.
9 Fortalecer su autoestima, su autoconfianza y la seguridad en sí mismo.
10 Aumentar su habilidad de trabajo en equipo e interiorizar valores como la cooperación y la solidaridad.
Pero, sobre todo, un niño que crece rodeado de música tendrá una existencia más plena, divertida y placentera.
Escuela de padres
? TEMA DEL MES: ¿Cómo se desarrolla el cerebro?
? ETAPA: Infantil, primaria y secundaria.
? El dato: Los beneficios que aporta al cerebro aprender a tocar un instrumento en la infancia se mantienen a lo largo de toda la vida (incluso en la vejez) aunque se haya abandonado la práctica (estudio del Centro Médico de de la Universidad de Kansas publicado por la Asociación Americana de Psiquiatría.)
? La frase: «Si no fuera físico, probablemente sería músico. A menudo pienso en música. Vivo mis sueños en música. Veo mi vida en términos musicales. No puedo decir si habría podido hacer alguna pieza creativa de importancia en la música, pero sí sé que lo que más alegría me da en la vida es mi violín» (Albert Einstein).
? Errores que conviene evitar: Intentar la enseñanza precoz de un instrumento musical antes de que el niño tenga la suficiente madurez y el desarrollo psicomotor necesario.
? Algunas claves: Incorporar la música de todo tipo (clásica, actual, pop, rock, infantil?) de forma habitual en el día a día desde los primeros años de vida, o incluso antes.
? Para saber más: «Música, emociones y neurociencia» es el título de un capítulo del programa de televisión «Redes», dirigido por Eduard Punset. En él entrevista al neurobiólogo y psicólogo Stefan Koelch, de la Universidad de Berlín. Entre otras cosas, asegura que «las personas a las que se les estimula el lenguaje musical aprenden más rápido los procesos del lenguaje, los matices, la sintaxis y la habilidad de escucha. Cantar o hacer música es muy beneficioso para todos los niños» (goo.gl/UrK0BN).