No es bueno que el hombre esté solo

> Moncho Núñez Centella

LA VOZ DE LA ESCUELA

San Antonio Abad, uno de los padres fundadores del movimiento ermitaño, de monjes sin contacto con la sociedad. Óleo de Juan Bautista Maíno (1581-1649). Museo del Prado, Madrid
San Antonio Abad, uno de los padres fundadores del movimiento ermitaño, de monjes sin contacto con la sociedad. Óleo de Juan Bautista Maíno (1581-1649). Museo del Prado, Madrid cuadro

Adjetivos: solo

02 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

En el capítulo segundo del libro del Génesis (2,18) se pone en boca de Dios la frase que titula esta página, significando la necesidad de ayudas propias de la existencia humana. Y eso que en aquel caso la afirmación divina se refería a un adulto, sin que por tanto tenga sentido pensar en las otras muchas dependencias que son propias de la infancia y adolescencia, palabra esta última que por cierto ya denota en su etimología la carencia o falta de algo. O sea, que la soledad no parece buena para el adulto, y no digamos nada si ha llegado a la ancianidad, etapa que tiene también sus carencias específicas y engendra una amenaza inevitable: envejecer es quedarse solo. Pues bien, hace pocos días (21/10/16) publicó La Voz una alarmante encuesta del INE; en ella se reflejaba el creciente número de gallegos que viven sin compañía, y se estima que dentro de quince años el 31,3 % de los hogares de Galicia estarán habitados por una sola persona. Para mayor preocupación, por entonces uno de cada tres gallegos será mayor de 65 años, lo que nos obliga a pensar en el sostenimiento de semejante sistema; pero hoy no toca. Como estas cosas han de tomarse en pequeños sorbos, esta página se limita al tema de la soledad.

Esa es una situación poco atractiva para las personas, a pesar de lo que pueda decir el romántico Lamartine en la primera de las citas. Quizás sea cuestión de educación o hábito, si hacemos caso a Jean de la Bruyère, o también de dosis, como inteligentemente apunta Aute, un cantautor que supo pisar como pocos el terreno de las fronteras afectivas que diluyen la soledad. Sea cual sea el motivo por el que cantamos, el adjetivo que nos ocupa es recurrente en el mundo de la canción. La memoria me lleva a títulos tan emblemáticos como Lola, un tema veraniego de Los Brincos en 1967, cuyo texto comienza violentamente afirmando: «La otra noche bailando estaba con Lola y me dijo que se encontraba muy sola». Tremendo pareado. Curiosamente a ese cuarteto musical masculino de hace medio siglo alguien quiso definirlo como los Beatles españoles. Sin comentarios. Precisamente hace ahora 50 años, Paul MacCartney, con la ayuda de John Lennon, comenzaba su hermoso cántico Eleanor Rigby con una invitación: «Ah, look at all the lonely people». Hemos de fijarnos en las personas solitarias.

En concreto, los Beatles decían que Eleanor Rigby recogía el arroz en la puerta de la iglesia tras una boda. Muchas personas que viven solas han de apañárselas así. Quizás esa señora Rigby -sea quien fuere- disfrutaría en el pueblo de Trigueros (Huelva) cuando el último domingo de enero llevan a hombros en procesión una imagen de San Antonio Abad ininterrumpidamente durante día y medio (hasta la tarde del lunes). En su recorrido por todas las calles del pueblo, los vecinos lanzan a su paso desde balcones y ventanas todo tipo de alimentos, como pan, bacalao, chorizos e incluso jamones y paletillas ibéricas, de modo que los puede recoger cualquiera de los presentes. En tiempos de la Segunda República se hizo público que aquel Antonio Abad, de profesión santo y vecino de Trigueros, tenía desde 1929 su carné de militante de la UGT, en consonancia con el hecho de que había repartido sus tierras. Aunque sea muy difícil separar la leyenda de su biografía, parece indudable que ese santo Antón (251-356), que dio cuanto tenía a los pobres, encontró valores de la vida ascética en el desierto, con su soledad y austeridad, y así los defendió; se le considera pionero e impulsor de las órdenes eremitas. Yo no sé si el aislarse del mundo favorece la santidad, pero aunque Antón no dejó escrito alguno, entre los apotegmas que se le atribuyen uno advierte que «quien vive en la soledad del desierto está libre de tres combates: el del oído, la charlatanería y la vista»; para empezar no está mal, pero luego el santo -famoso por sus tentaciones- reconoce que es difícil «dominar enteramente los deseos de mujer». Vaya. Quizás el Génesis no andaba descaminado.

Citas 

Estar solo es reinar; ser libre es vivir

Alphonse de Lamartine (1790-1860)

Todo nuestro mal proviene de no saber estar solos

Jean de la Bruyère (1645-1696)

Se canta para no estar demasiado solo

Luis Eduardo Aute (1942-¿?)

El hombre sabe al fin que está solo en la inmensidad indiferente del universo del que ha emergido por azar

Jacques Monod (1910-1976)

Las venturas nunca vienen por pares; las desgracias nunca vienen solas

Charles Dickens (1812-1870)

Los jóvenes van en grupo, los adultos por parejas y los viejos solos

Proverbio sueco

Mientras todo te vaya bien contarás con miles de amigos, pero si vienen tiempos difíciles te verás solo

Publio Ovidio Nasón (43 antes de Cristo- 8 d. de C.)

 Actividades

1. Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870) fue un poeta romántico, cuya obra más célebre es «Rimas y leyendas». La rima que hace el número LXXIII narra el ambiente que acompaña la soledad de la muerte. Léela en goo.gl/G5zkWq e identifica el estribillo de dos versos que se repite cada tres estrofas.

2. Existe una visión poética de la soledad. Por ejemplo, Rosalía de Castro escribió: «¿Qué es soledad? Para llenar el mundo basta a veces un solo pensamiento». Y en su «Oda a la vida retirada», Fray Luis de León dice: «Vivir quiero conmigo, / gozar quiero del bien que debo al cielo / a solas, sin testigo, / libre de amor, de celo, / de odio, de esperanzas, de recelo».

Busca en Internet otros poemas donde se hable del tema. Trata de clasificarlos en dos grupos, según la sensación que transmitan sobre la soledad sea positiva o negativa.

3. La pintura también sirve para describir, evocar o sugerir la soledad. Una de las obras clásicas a este respecto es «El perro», una de las pinturas negras de Goya, que forma parte de la decoración de los muros de la llamada Quinta del Sordo. Haz una colección de imágenes que a tu juicio reflejen también esa idea. No te olvides de mirar la obra de Edward Hopper, a quien se ha llamado el pintor de la soledad.

4. Una frase socorrida para definir la soledad de alguien es decir que está más solo que la una. Ese dicho, según parece, se refiere a unas elecciones locales en el País Vasco a finales del XIX. El candidato Iñaki Launaguerregaray, popularmente conocido por Laúna, se presentó como independiente, pero sus rivales habían pactado el reparto de cargos dejando a Laúna al margen de la cosa, y así quedó acuñada la expresión. Completa las frases siguientes del modo que creas más convincente:

? Es más feo que?

? Es más tacaño que?

? Está más delgada que?

? Está más seco que?

? Está más perdida que?

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