Tras la firma, las tropas israelíes comenzarán a replegarse. Hamás tendrá después otro plazo de 72 horas para entregar a los rehenes. Estados Unidos enviará a 200 solados a Gaza para comprobar que se cumple el pacto
12 oct 2025 . Actualizado a las 08:54 h.El Gobierno de Israel, reunido con el primer ministro, Benjamín Netanyahu, aprobó este viernes el acuerdo inicial de paz con Hamás, que conlleva la liberación de todos los rehenes israelíes, un alto el fuego y la retirada parcial de Gaza del Ejército de Israel.
«El Gobierno ha aprobado el esquema para la liberación de todos los rehenes, tanto vivos como muertos», anunció la oficina del primer ministro en un escueto mensaje en la red social X.
La aprobación llegaba después de horas de reunión de los ministros israelíes con Netanyahu y con el enviado especial del presidente de EE.UU., Donald Trump, para Oriente Medio, Steve Witkoff, y el yerno del mandatario norteamericano, Jared Kushner.
La ratificación del acuerdo era el último paso que se esperaba para poner en marcha los mecanismos previstos en esta primera fase del plan auspiciado por Trump, que también aceptó el jueves en la madrugada Hamás, y que prevé un alto el fuego que entre en vigor en Gaza 24 horas después de esta firma final, según confirmó en una comparecencia Tal Heinrich, la portavoz de la Oficina del primer ministro israelí.
Retirada parcial de tropas israelíes
El acuerdo también contempla la retirada de las tropas israelíes hasta unos puntos determinados de la Franja, de manera que reduce su control de más de un 80 % a un 53 % del territorio del enclave.
Tras estos primeros pasos, Hamás tendrá un plazo de 72 horas para comenzar la liberación y entrega de los rehenes al Comité de la Cruz Roja, que se producirá fuera de las cámaras y sin las ceremonias como las organizadas por Hamás en treguas anteriores.
Antes de hacer público el anuncio, Netanyahu se dirigió a sus ministros y a Witkoff y Kushner en la reunión para reconocer el momento «crucial» en el camino hacia conseguir «uno de los principales objetivos» de Israel, el regreso de los rehenes. «No lo podríamos haber hecho sin la extraordinaria ayuda del presidente Trump y su equipo: Steve Witkoff y Jared Kushner», agregó el primer ministro israelí.
EE.UU. enviará 200 soldados a Gaza para supervisar el acuerdo
El Ejército de Estados Unidos enviará 200 soldados a Gaza para que se unan a las tareas humanitarias de supervisión en el marco de la implementación de la primera fase del acuerdo de paz con Hamás.
De acuerdo con el Comando Central de Estados unidos, los efectivos enviados establecerán un «centro de coordinación civil-militar» en territorio israelí y palestino. Las tropas trabajarán en conjunto con soldados de otros países como Egipto, Turquía y Emiratos Árabes Unidos como parte de un apoyo acordado al acuerdo firmado este miércoles.
El almirante Bradley Cooper será el oficial a cargo de las tropas que tienen como objetivo garantizar el cumplimiento de la seguridad y observar el accionar de las fuerzas locales.
Las fuentes militares agregaron que este despliegue en Oriente Medio ha sido practicado con las tropas durante los últimos meses y aseguran que los planes de seguridad que se desarrollarán serán compartidos con las autoridades de Israel.
El acuerdo de paz, firmado este miércoles bajo la mediación internacional, contempla la liberación de rehenes, el cese de hostilidades y el inicio de un proceso gradual de desescalada en Gaza.
Además, establece mecanismos de supervisión multilateral para garantizar que ninguna de las partes incurra en acciones ofensivas, buscando sentar las bases para negociaciones futuras hacia una solución más amplia y duradera en la región.
Hamás e Israel asumen el fin de la guerra
Mikel Ayestaran
Hamás asume el «fin oficial de la agresión de las fuerzas de ocupación israelíes contra la Franja de Gaza». En un discurso, su principal líder, Jalil al Haya, confirmó este jueves que «se ha alcanzado un acuerdo de alto el fuego permanente» y que la organización ha recibido «garantías» de los enviados estadounidenses y de los mediadores árabes y turcos de que «la guerra ha terminado completamente».
La organización islamista e Israel siguieron discutiendo durante toda este jueves los últimos flecos del documento cerrado de madrugada en la ciudad egipcia de Sharm el Sheij. El acuerdo que establece el camino hacia la paz en Gaza fue refrendado a media mañana por los negociadores de ambas partes, y aprobado por el Gobierno de Benjamin Netanyahu ya por la noche. Antes de la reunión, Netanyahu se reunió con los dos enviados de Trump, Steve Witkoff y Jared Kushner.

Si el guion se cumple, por primera vez desde marzo las armas callarán en Gaza y se pondrá en marcha la primera fase de un acuerdo que contempla el intercambio de los 48 rehenes, 20 de ellos con vida, por 1.950 presos palestinos, la entrada de ayuda humanitaria y el repliegue de las fuerzas israelíes a las líneas delimitadas por Estados Unidos dentro de Gaza.
Si todo avanza según lo previsto, el próximo lunes apunta a ser el día clave para el intercambio. «Gracias, Trump. Quien salva una vida, salva al mundo», rezaba uno de los muchos carteles de agradecimiento al presidente de EE.UU. en la plaza de los Rehenes de Tel Aviv. Desde las tres de la mañana del jueves, cuando se hizo público el acuerdo entre Hamás e Israel, comenzó a llegar gente a esta plaza que ha sido el epicentro de la protesta civil que, durante dos años, sin descanso, ha pedido la liberación de los cautivos. Uno de los primeros familiares en llegar a la plaza fue Itzik Horn, padre de Iair, liberado en el acuerdo anterior, y de Eitan, quien volverá a casa ahora después de más de dos años de cautiverio. «Espero ver a Eitan y a los demás el lunes. Entonces me creeré de verdad lo que está pasando», declaró Horn ante los medios.
El papel de Trump
La madrugada del jueves fue muy larga y la alegría se extendió desde los escombros de Gaza hasta el corazón de Tel Aviv. Después de cuatro días de intensas negociaciones en Egipto, la presión de Donald Trump obligó a ceder a las dos partes y él mismo anunció en redes sociales que aceptaban «la primera fase de nuestro plan de paz. Lo que significa que los rehenes saldrán muy pronto e Israel retirará sus tropas a las líneas delimitadas como primeros pasos hacia una paz fuerte y duradera». El presidente anunció su intención de viajar este fin de semana a Oriente Medio para la «firma oficial» del acuerdo en una doble visita a Egipto e Israel, donde hablará en el Parlamento. Trump agradeció el papel de Catar, Egipto y Turquía como mediadores.
Hamás confirmó en un comunicado que este pacto significa «el final de la guerra en Gaza, la retirada de las tropas de ocupación, la entrada de ayuda humanitaria y el intercambio de prisioneros». Ambas partes tratarán ahora de mostrar una imagen de victoria ante los suyos tras dos años que dejan más de 67.000 muertos y la destrucción absoluta de la Franja, pero tanto Israel como Hamás han tenido que ceder ante la presión de Trump.

Hamás acepta liberar a todos los rehenes sin lograr la retirada del Ejército hebreo, que seguirá controlando el 53 % de la Franja hasta que se entregue al último de los cautivos y solo después se retirará hasta la denominada «zona de contención», en los límites de la Franja. Y las garantías sobre el «el final de la guerra» están en manos de Trump, quien en marzo no movió un dedo cuando Netanyahu rompió de forma unilateral el acuerdo por fases al que llegaron en enero.
Los israelíes también han tenido que ceder y parar sus operaciones sin haber acabado con los islamistas, el mantra que repetían las autoridades para justificar el uso máximo de la fuerza. Hamás ha sido descabezada, ha perdido a los cerebros del ataque del 7 de octubre, pero fuentes militares israelíes declararon en mayo a medios como Haaretz que el enemigo contaba con una fuerza de 40.000 hombres, la mitad de ellos combatientes. El brazo armado del grupo ha logrado reclutar suficientes milicianos nuevos para compensar las bajas, lo que mantendría su fuerza relativamente estable, aunque se trata de combatientes sin apenas entrenamiento.
Netanyahu tampoco ha logrado que sus soldados y servicios de inteligencia liberaran a los rehenes en operaciones especiales y ha tenido que aceptar el intercambio para que abandonen la Franja de forma segura. En todo caso, quedan muchos enigmas por resolver como el papel que jugará Tony Blair, cómo se formará la fuerza internacional que se desplegará en Gaza, cómo y cuándo entregará sus armas Hamás.
Detalles del intercambio
De entre los casi 2.000 presos que recibirá Hamás no estará ninguno de los milicianos que participaron en la operación Inundación de Al Aqsa el 7-O. Los islamistas se habrían comprometido además a no celebrar ningún tipo de ceremonia en la entrega de los rehenes, según el Canal 12 israelí. La confección de la lista final se suele cerrar en el último, como ocurrió en anteriores intercambios, y los medios israelíes aseguran que Marwan Barguti, el carismático líder de Al Fatah condenado a cinco cadenas perpetuas, seguirá entre rejas pese a la petición de Hamás.
Los islamistas reclamaron tiempo para poder recuperar los cuerpos de algunos rehenes. Otros no podrán retirarlos porque se encuentran en zonas bajo control del enemigo y por eso se planea establecer un grupo de trabajo conjunto —formado por Israel, EE.UU., Catar, Turquía y Egipto— creado para localizar los cuerpos de los rehenes fallecidos cuyo paradero se desconoce.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, confirmó su interés en participar además en el grupo de trabajo que supervise el alto el fuego y la implementación de sus cláusulas. La entrada de ayuda humanitaria es otro de los puntos clave de la primera fase del acuerdo. Israel ha empleado el hambre como arma de guerra hasta el punto de que la ONU declaró la situación de hambruna hace más de un mes. Desde el organismo internacional señalaron que su plan para los primeros 60 días tras la entrada en vigor del alto el fuego pasa «por aumentar el suministro de alimentos a cientos de camiones cada día».
Tom Fletcher, responsable de ayuda humanitaria, adelantó que «aumentaremos el suministro de alimentos en Gaza para llegar a 2,2 millones de personas que necesitan ayuda alimentaria y a unas 500.000 personas que necesitan nutrición. Es necesario revertir la hambruna en las zonas donde se ha afianzado y prevenirla en otras». La ONU pidió a Israel el acceso inmediato de 170.000 toneladas de alimentos, medicamentos, refugio y otros suministros. Según la Organización Mundial de la Salud 400 gazatíes han muerto de desnutrición desde principios de año, una cuarta parte de ellos niños.
Los líderes de todo el mundo no tardaron en darle el visto bueno al acuerdo de Sharm el Sheij, aunque con la advertencia de que se debe respetar lo pactado. El presidente Emmanuel Macron, anfitrión de una cumbre franco-árabe este jueves en París sobre la transición en Gaza, elogio los esfuerzos de Trump y de los mediadores, pero matizado que «este acuerdo debe marcar el fin de la guerra y el comienzo de una solución política basada en la solución de dos Estados», un extremo que Israel aún no acepta.