Carney defiende a Trump que «Canadá no está a la venta» y este responde «nunca digas nunca»
INTERNACIONAL

Su primer cara a cara tuvo lugar en un ambiente amable, a pesar de la amenaza de anexión por EE.UU. y los aranceles
06 may 2025 . Actualizado a las 21:55 h.El primer ministro canadiense, Mark Carney, afirmó este martes en el despacho oval ante Donald Trump que «Canadá no está a la venta». «Nunca digas nunca», le respondió el presidente estadounidense en un ambiente distendido y amable, aunque en el que quedaron visibles sus desencuentros. Este primer cara a cara entre ambos dirigentes pretendía ser un nuevo comienzo en las relaciones bilaterales, tras la guerra comercial abierta por Washington, los exabruptos públicos del republicano hacia su vecino del norte y las recientes elecciones en Canadá, ganadas por el dirigente liberal. Pero ni Trump ni Carney esperaban llegar a acuerdo alguno.
Poco antes de abrir las puertas de la Casa Blanca, Trump volvió a cuestionar en redes sociales los supuestos «subsidios» brindados a Canadá y que se le diese «protección militar gratis». «No necesitamos nada de lo que tienen», proclamó en Truth Social, aludiendo a cuestiones concretas como la fabricación de vehículos o el suministro energético. Ya ante Carney y las cámaras, Trump rebajó el tono y abogó por mantener unas relaciones de «amistad» pese a sus discrepancias. «Quiero ser amigo de Canadá», dijo.
El republicano insiste desde hace meses en que el vecino del norte debería convertirse en el estado número 51 de EE.UU. En el encuentro bilateral, repitió que de llevarse a cabo su propuesta tendría «impresionantes beneficios» para los canadienses, como «impuestos más bajos, un ejército gratuito». «Sería un maravilloso matrimonio porque son dos lugares que se llevan muy bien», reiteró. Carney respondió aludiendo al pasado empresarial de su anfitrión: «Como sabe por el mercado inmobiliario, hay algunos lugares que nunca están a la venta. Estamos sentados en uno de esos en estos momentos. Y el palacio de Buckingham que usted visitó también». «Es cierto», respondió Trump.
Deriva económica
Las derivadas económicas y comerciales marcaban en gran medida esta primera cita, pero Trump ya dejó claro a preguntas de los periodistas que nada de lo que el canadiense dijera podía traducirse en una revisión de la política de aranceles. «Es como es», alegó. En el aire estaba también el futuro del acuerdo comercial que suscribieron EE.UU., Canadá y México precisamente durante el primer mandato de Trump y que expira, si no hay cambios, en el 2026. El inquilino de la Casa Blanca se preguntó «si es siquiera necesario» ampliarlo, pese a que sigue defendiendo que «es un buen pacto para todos».
Según Carney, puede servir «de base para una negociación más amplia, ya que «algunas cosas van a tener que cambiar».