Cuarto intento de Meloni de trasladar a migrantes ilegales a centros de Albania

Darío Menor ROMA / COLPISA

INTERNACIONAL

El buque Libra con los migrantes a bordo, a su llegada al puerto albanés.
El buque Libra con los migrantes a bordo, a su llegada al puerto albanés. Florion Goga | REUTERS

El Ejecutivo italiano envía a un grupo de 40 extranjeros tras aprobar un nuevo decreto con el que pretende superar el bloqueo planteado por los jueces en las tres ocasiones anteriores Roma

11 abr 2025 . Actualizado a las 22:08 h.

Italia vuelve a tratar de hacer funcionar los dos centros de internamiento para inmigrantes que ha construido en Albania. Después de que en tres intentos anteriores la Justicia obligara a llevar de vuelta a territorio italiano a los enviados al país balcánico, tras ser rescatados en aguas del canal de Sicilia, este viernes el Gobierno de Giorgia Meloni vuelve a intentar relanzar este controvertido proyecto, en el que ha gastado alrededor de mil millones de euros.

Este viernes partió desde el puerto de Brindisi, al sur del país, la nave militar Libra con 40 migrantes a bordo, que serán llevados a los centros albaneses de Shengjin y Gjader para que permanezcan allí a la espera de que se tramite la repatriación a sus países de origen. A diferencia de en los tres intentos anteriores por utilizar los campamentos construidos en Albania, los 40 extranjeros no fueron rescatados en el canal de Sicilia, sino que se encontraban ya en territorio italiano.

El Ejecutivo aprobó el pasado 28 de marzo un decreto que permite llevar a los centros albaneses a los irregulares que estén a la espera de ser expulsados de Italia. Con esa iniciativa, Meloni trata de salvar el acuerdo firmado en noviembre del 2023 con el primer ministro albanés, Edi Rama, cambiando el uso de los centros. El de este viernes es el primer viaje de la Libra con este nuevo marco legislativo, aunque habrá que esperar para saber si los jueces no vuelven a echar por tierra los planes del Gobierno, como ocurrió en las tres anteriores ocasiones.

Cesare Parodi, presidente de la Asociación Nacional de Magistrados, ha defendido la «legitimidad» de la decisión de sus colegas y lamentó que esta cuestión se haya convertido en un punto de «profunda incomprensión» entre el Ejecutivo de Meloni y el poder judicial.

Dudas

También advirtió Parodi de que, pese al nuevo decreto gubernamental, es previsible que este nuevo intento por hacer funcionar los centros de internamiento construidos en Albania se tope con una decisión de los magistrados que no sea «distinta de las anteriores». Existen serias dudas de que las autoridades italianas puedan garantizar a los inmigrantes enviados al país balcánico los mismos derechos de los que gozan en los centros de internamiento ubicados en territorio italiano donde, por ejemplo, pueden recibir visitas de sus abogados y de sus familiares.

Tanto los partidos de la oposición como las oenegés piden al Gobierno que dé carpetazo de una vez a esta controvertida iniciativa. Francesco Ferri, de la organización humanitaria ActionAid, ha señalado que no existe «ninguna situación de emergencia» en los centros donde los irregulares esperan a ser repatriados, ya que están «al 52 % de su capacidad». Las dificultades burocráticas hacen además que las expulsiones lleguen con cuentagotas, hasta el punto de que las autoridades italianas solo consiguen expulsar anualmente a alrededor del 10 % de las personas que han recibido una orden de repatriación.