
Alardeó ante el Congreso de sus políticas contra la inmigración, la inclusión y el gasto público
06 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.En el primer discurso de su segunda presidencia, Donald Trump avisó al Congreso de los Estados Unidos de que la renovación del país que pretende solo acaba de empezar y prometió «un retorno del sueño americano», que considera «imparable», con el que justifica sus políticas migratorias, la imposición de aranceles a socios comerciales y su acercamiento a Rusia para acabar la guerra de Ucrania.
El mandatario subrayó los logros de sus primeras seis semanas al frente de la Casa Blanca y eludió mencionar las consecuencias de sus políticas. Trump, que definió este período como lleno de una acción de gobierno «veloz y constante», ofreció un discurso pensado para incitar al jolgorio entre los miembros de su partido y evitar entrar en cualquier consideración política de calado.
Epidemia del despilfarro
Durante más de una hora y media, el republicano recicló sus argumentos habituales y justificó la que quiere que sea una transformación radical de EE.UU. Apuntó a una supuesta epidemia de despilfarro y abuso en el Gobierno federal, alertó de los peligros de la entrada de migrantes y se quejó de las desventajas que supone para EE.UU. participar de un comercio mundial que, dijo, era injusto.
La oposición demócrata tuvo que contentarse con protestar desde la bancada. El más audaz, el legislador por Texas Al Green, de 77 años, se alzó en su asiento y gritó que los republicanos no tienen «un mandato para recortar el Medicare», el programa federal que da cobertura sanitaria a los mayores de 65 años y a las personas con discapacidades. La intervención terminó ahogada por los gritos de «USA» de los republicanos y le valió a Green ser expulsado de la Cámara.
El fin de la guerra de Ucrania
Según Trump, la guerra de Ucrania podría estar al borde de la conclusión de aceptar Kiev su auspicio. El presidente contó que había recibido una carta de Volodímir Zelenski en la que se mostraba dispuesto a «acudir a la mesa de negociaciones cuanto antes para acercarse a una paz duradera», un gesto que «apreciaba». Con todo, en la porción de su discurso que dedicó a la guerra en el este de Europa, no ofreció ninguna justificación a su acercamiento la Rusia.
En sus consideraciones en torno a sus medidas económicas y comerciales, Trump acusó a la Administración anterior del repunte de la inflación que experimenta el país.
El precio de los huevos
El mandatario aseguró que «Joe Biden permitió que el precio de los huevos se salga de control», pese a que eso se debe en buena medida a la gripe aviar, y acusó a los países a los que ahora quiere imponer aranceles, México y Canadá, de ser ellos los que cobran de más a EE.UU. Una acusación en la que se olvidó de mencionar que las actuales condiciones comerciales entre los tres países norteamericanos responden a un tratado que él mismo negoció en su primera legislatura.
Sobre la inflación, el presidente dejó caer que confía en que vuelva a estar bajo control gracias a los ingresos provenientes de los yacimientos energéticos del país. «Tenemos más oro líquido bajo nuestros pies que ningún otro país en la Tierra», afirmó.
Fin a la diversidad y la inclusión
En un discurso en el que volvió a expresar su deseo de controlar Groenlandia y el canal de Panamá, el jefe de la Casa Blanca celebró también que su país «ha dejado de ser woke» y sacó pecho por sus políticas contra la diversidad y la inclusión. Presumió de haber sacado a «los hombres de las competiciones deportivas de mujeres», haber convertido en política de Estado que «solo existen dos sexos» y de estar «protegiendo» a los menores al eliminar «el apoyo a la ideología de género y de equidad divisivas y radicales».
DOGE y los recortes
Una vez más, Trump reafirmó su apoyo a la labor que Elon Musk al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE). «Está trabajando muy duro», dijo. Según DOGE, su desmantelamiento del Gobierno federal se ha saldado con más de 105.000 millones de dólares en recortes, una cifra que no han justificado más allá de publicar recibos por cerca de 18.000 millones de ahorro que, con todo, han puesto en entredicho diversos análisis.