Nada más salir se definió como un «preso político de Kamala Harris». El exasesor de Trump fue condenado a cuatro meses de cárcel por no acudir a la citación de la comisión del Congreso que investigaba el asalto al Capitolio
29 oct 2024 . Actualizado a las 23:00 h.Steve Bannon, exasesor de Donald Trump, salió este martes de prisión tras cumplir una condena de cuatro meses por desacato al Congreso, lo que le permitirá retomar su discurso público a una semana de las elecciones presidenciales. Nada más salir, en rueda de prensa en Manhattan, se definió como un «preso político de Kamala Harris».
Bannon, una de las figuras más influyentes de la ultraderecha estadounidense, fue condenado por no acudir a una citación de la comisión que investigaba el asalto al Capitolio. El comité quería que testificara porque creía que tenía algún conocimiento previo sobre lo que iba a ocurrir ese 6 de enero del 2021, cuando miles de seguidores de Trump asaltaron la sede del Congreso. Este incidente se saldó con cinco muertos y cerca de 140 agentes heridos.
Además, en diciembre del 2020, Bannon, que seguía asesorando de forma informal a Trump, le aconsejó que enfocara sus esfuerzos en el 6 de enero, fecha en que se debían certificar los resultados electorales, según el libro Peril, de los periodistas Bob Woodward y Robert Costa.
Ha seguido siendo un fiel partidario de Trump incluso cuando fue encarcelado en la prisión federal de Connecticut en julio pasado, insistido en que influiría en la carrera presidencial desde la cárcel y que su programa War Room (habitación de guerra) seguiría motivando a los seguidores del expresidente, recuerda la CNN.
Mientras estuvo en prisión Bannon se mantuvo en contacto con un pequeño grupo de seguidores, y algunos actuaron como anfitriones invitados de su podcast, según dos fuentes familiarizadas con el asunto contactadas pro CNN.
Tras trabajar en la primera campaña electoral de Trump en el 2016, se convirtió en estratega jefe en la Casa Blanca desde que el magnate asumió el poder en enero del 2017 hasta agosto del mismo año. Duró menos de siete meses en la Casa Blanca debido, en parte, a que su discurso para desmantelar a la clase política y acabar con las élites tuvo poco encaje en la Administración de Trump, que pronto se llenó de millonarios. También chocó con los republicanos del Congreso por su oposición a recortar los impuestos a los ricos.
Considerado uno de los profetas de la derecha populista alt-right, Bannon ha declarado que su objetivo es convertirse en «la infraestructura global para el movimiento populista mundial» y ha apoyado numerosos movimientos políticos ultraderechistas y populistas en todo el mundo, especialmente en Europa.