Los supervivientes de la bomba atómica de Hiroshima ganan el Nobel de la Paz

Andrés Rey REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

La famosa cúpula de la bomba atómica en Hiroshima, fotografiada por el Ejército estadounidense en 1945.
La famosa cúpula de la bomba atómica en Hiroshima, fotografiada por el Ejército estadounidense en 1945. HIROSHIMA PEACE MEMORIAL MUSEUM

La organización Nihon Hidankyo lleva más de 60 años ayudando a «describir lo indescriptible» y fue una pieza clave para la instauración del tabú nuclear

11 oct 2024 . Actualizado a las 21:53 h.

Salieron arrastrándose entre los escombros, envueltos en el eco de dos bombas atómicas, con la piel quemada, los cuerpos irradiados y sus amigos y familiares aniquilados por gigantescas nubes en forma de hongo. Luego fueron rechazados. Han pasado casi 80 años y el mundo apenas mira directamente a los supervivientes de Hiroshima y Nagasaki, monumentos vivos del horror de la Segunda Guerra Mundial. Pero este viernes por fin llegó el momento. La organización japonesa Nihon Hidankyo, que durante décadas ha reunido a miles de hibakusha —así se conoce en Japón a los que sobrevivieron—, ha ganado el Premio Nobel de la Paz.

«Sus esfuerzos para lograr un mundo libre de armas nucleares» fueron los que llevaron al comité a decidirse por ellos, entre candidatos de gran relevancia como la UNRWA (la agencia de la ONU para los refugiados palestinos) y el Tribunal Internacional de Justicia (TIJ) de La Haya. Y es que, a lo largo de los años, estos hibakusha han usado sus testimonios para crear conciencia sobre las consecuencias de la guerra nuclear.

El Nobel reconoce su labor en un momento en que la mayoría de ellos tienen entre 80 y 100 años y mueren por centenares cada mes. En un momento, además, en que la historia podría repetirse, entre amenazas veladas de ataques nucleares por parte de Rusia y ante el amplio desarrollo de los programas atómicos de Irán y Corea del Norte. Pero nadie en Nihon Hidankyo olvida a los 200.000 muertos en las dos ciudades japonesas, el 6 y el 9 de agosto de 1945.

Describir lo indescriptible

«Los hibakusha nos ayudan a describir lo indescriptible, a pensar lo impensable y a comprender el dolor causado por las armas nucleares», dijo este viernes Jorgen Watne Frydnes, presidente del Comité Noruego del Nobel. Todos los supervivientes, incluidos los que forman parte de Nihon Hidankyo, fueron piezas clave para la instauración del tabú nuclear. Después de 80 años, no se han vuelto a usar armas de este tipo.

La organización fue fundada en 1956. Japón, que un día había sido marcial, había florecido hasta convertirse en una cultura volcada a la concordia. Los niños hacían el signo de la paz en las fotos, en las ceremonias olímpicas aparecían palomas blancas... pero muchos japoneses se sentían más cómodos apartando la mirada de las más de 100.000 personas que habían sobrevivido. «Después de las bombas, fuimos oprimidos por Estados Unidos y abandonados por el Gobierno japonés durante mucho tiempo», lamentó este viernes Sueichi Kido, secretario general de Nihon Hidankyo y superviviente de Nagasaki.

Esta vez el primer ministro nipón, Shigeru Ishiba, reconoció que era «extremadamente significativo» que la asociación recibiera el Nobel de la Paz, pero está decidido a adoptar una postura militar más enérgica. Aunque el pueblo japonés sigue apoyando abrumadoramente el desarme atómico, algunos jóvenes empiezan a respaldar la teoría de la disuasión: armarse no para atacar, sino para prevenir ataques.

«Mi mayor deseo es que el mundo, por favor, abola las armas nucleares mientras estemos vivos», concluyó el presidente de Nihon Hidankyo, Toshiyuki Mimaki.