Trump vuelve a los tribunales

Mercedes Gallego NUEVA YORK / COLPISA

INTERNACIONAL

Brendan McDermid | REUTERS

La jueza encargada del posible caso de conspiración para alterar las elecciones del 2020 no se deja intimidar por la cercanía de las nuevas presidenciales

06 sep 2024 . Actualizado a las 11:46 h.

Los abogados de Donald Trump están de vuelta en los tribunales para defenderle de cuatro de los delitos más serios que se han presentado contra él en un tribunal federal: «Conspiración para defraudar a EE.UU., conspiración para obstruir un procedimiento oficial, obstrucción de un procedimiento del Congreso y conspiración para impedir que se ejerza el derecho al voto y que ese voto sea contado».

La estrategia de la defensa es prolongar el proceso hasta después de las elecciones, pero la jueza Tanya Chutkan no está dispuesta a aceptarlo. El calendario electoral «no es relevante para su caso», atajó. No fue el único corte en seco que dio al letrado John Lauro. Su primera argucia legal es buscar la desestimación del caso en base a la supuesta ilegitimidad del nombramiento del fiscal especial Jack Smith, lo que funcionó en Florida con una magistrada afín nombrada por Trump, Aileen Cannon. Chutkan no se lo compró y permitirá a la Fiscalía dar a conocer nuevas pruebas contra el exmandatario antes de las presidenciales del 5 de noviembre.

Ante las referencias al juez del Tribunal Supremo, Clarence Thomas, que en la sentencia sobre la inmunidad presidencial introdujo esa duda, Lauro se daba golpes de pecho como un «originalista» que sigue al pie de la letra el texto primitivo de la Constitución. «Usted puede ser un originalista, pero yo soy una jueza», le interrumpió.

Fue un estreno caliente para una sesión farragosa de procedimientos. Chutkan prometió que al final del día daría a conocer el calendario para las siguientes vistas, que no incluirá fecha de juicio, porque es consciente de que su decisión será apelada, lo que pospondrá indefinidamente el proceso que acaba de iniciar. Le toca decidir qué partes de la imputación revisada, que ha vuelto a presentar la Fiscalía, pueden ir a juicio sin cruzarse con la inmunidad que el Supremo ha extendido a las funciones del presidente.

Para la defensa, las conversaciones de Trump con su vicepresidente Mike Pence, al que trató de convencer para que el 6 de enero no certificase los resultados electorales, caen dentro de esa relación privilegiada entre presidente y vicepresidente, pero la acusación pública considera que ocurrieron durante el ejercicio del papel legislativo de Pence, que no afecta al ejecutivo.

Al intentar demostrarlo, Smith sacará a la luz testimonios presentados ante el gran jurado y declaraciones ante el FBI que los abogados de Trump consideran inflamatorias «en este momento tan sensible», dada la proximidad de las elecciones. «No voy a permitir que se me arrastre a una disputa electoral», le atajó de nuevo Chutkan.

Hunter Biden, culpable

Para no cambiar la narrativa, Hunter Biden, oveja negra de Joe Biden, se sacrificó este jueves en los juzgados de Los Ángeles al anunciar sorpresivamente que se declara culpable de los delitos de fraude fiscal de los que está acusado. La campaña de Trump estaba deseando que los detalles jugosos de su vida sórdida de drogas y prostitución acaparasen titulares, pero el hijo del presidente no le dará ese gusto.

Mientras, varios republicanos empiezan a anunciar públicamente que pondrán «al país por delante del partido» para votar a Kamala Harris en noviembre, en lugar del candidato de su partido. La excongresista republicana Liz Cheney, hija del que fuera vicepresidente de George W. Bush, Dick Cheney, y el marine James McCain, hijo del difunto senador que fuera candidato presidencial del Partido Republicano frente a Barack Obama, son los últimos en hacer pública esa decisión «de conciencia».