La ultraderecha gana por primera vez tras la Segunda Guerra Mundial en un estado alemán

Carlos Peralta
C. Peralta REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

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El partido radical Alternativa por Alemania es primera fuerza en el land de Turingia, y segunda en el de Sajonia, muy cerca de los democristianos

02 sep 2024 . Actualizado a las 11:05 h.

La ultraderecha alemana gana, por primera vez, las elecciones en un estado federal. Alternativa por Alemania (AfD, por sus siglas en alemán) es la fuerza más votada en Turingia, el estado situado en el centro del país. La Unión Democristiana (CDU) obtuvo el 23,8 % de los sufragios.

Los extremistas rozaron la primera posición en el otro estado que acudió a las urnas: Sajonia. Aquí resistió su actual ministro-presidente, el democristiano Michael Krestschmer, que según las encuestas a pie de urna de la cadena pública ARD obtuvo cerca del 31,8 % de los votos. AfD logró un 30,7 %. La tercera plaza queda lejos del apoyo de los sajones a estas dos formaciones. La Liga Sahra Wagenknecht (BSW), el partido bautizado con el nombre de su populista líder, es la tercera fuerza con el 12 %. Sus resultados son aún mejores en Turingia, con un 15,6 %.

La tarde electoral en estos estados deja lecturas completamente opuestas. Fue el día grande para Björn Höcke, candidato de la AfD en Turingia y, para muchos, a efectos prácticos el líder del partido. Poco tardó en reclamar que le dejen gobernar. «Somos el partido del pueblo número uno en Turingia. No deben llamarnos extrema derecha», aseguró ayer el candidato más respaldado en este estado, un profesor de Historia que, en la víspera de estos comicios, ha sido protagonista de muchos perfiles publicados en medios que recordaban que fue condenado por utilizar vocabulario relacionado con el régimen nazi en un discurso. Su triunfo, sin embargo, apunta a ser insuficiente para alzarse como ministro-presidente. AfD es una línea roja para los partidos tradicionales. «La gente está harta de que se hable de un cordón sanitario contra nosotros», agregó Höcke.

AfD afiló su discurso antimigratorio después del atentado de Solingen. El 23 de agosto, un hombre de origen sirio que esquivó su deportación apuñaló mortalmente a tres personas e hirió a otras ocho. El canciller, Olaf Scholz, ya avisó de que endurecería las normas de asilo y, pocos días después, Alemania retomó la deportación de delincuentes afganos.

El crecimiento de la AfD obliga a la CDU a tomar la iniciativa para formar Gobierno. «Nosotros también vemos esto como una oportunidad para un cambio político bajo la dirección de la CDU», aseguró el candidato en Turingia, Mario Voigt. El cambio en el Parlamento Regional Turingio es considerable. El partido del actual ministro-presidente, La Izquierda, era primera fuerza con 29 escaños. Ayer los sondeos le estimaron un 15,6 %, lo que difícilmente se traducirá en más de 16 representantes. En Sajonia no llegaron al porcentaje mínimo y no tendrán presencia en la Cámara regional. El panorama tampoco es halagüeño para el Partido Socialdemócrata (SPD) del canciller, Olaf Scholz. Si esta formación ya tuvo menos apoyos en las europeas que los ultraderechistas, ahora en Turingia lograron el 6,2 % y en Sajonia un 7,6 %. Los sondeos a pie de urna de la ARD apenas difieren de los resultados oficiales, que se conocerán previsiblemente a primera hora del día de hoy.

La CDU salva los muebles

Si la AfD aprovechó la figura personalísima de su líder, la CDU se valió también del carisma del actual ministro-presidente, Michael Kretschmer, al frente del Ejecutivo sajón desde el 2017. Su ajustado triunfo le permitirá intentar buscar apoyos en Magdeburgo, sede del Parlamento Regional. «La gente aquí en Sajonia ha confiado en nosotros, no han hecho un voto de protesta», reivindicó orgulloso el ministro-presidente, que gobernó en esta última legislatura con el apoyo del SPD y Los Verdes (5,2 % de votos ayer). La Liga Sahra Wagenknecht, que triplicó en intención de voto a su formación originaria, La Izquierda, será ahora un actor esencial en la continuidad de Kretschmer. «La CDU tendrá que decidir si sigue con Los Verdes y con el SPD y que todo continúe como está, o si querrá hablar con BSW y entonces el partido podrá cambiar algo», remarcó la candidata sajona, Sabine Zimmermann. Wagenknecht le tendió más la mano a los democristianos: «Tenemos grandes esperanzas de que podamos formar un buen gobierno con la CDU».

El calendario electoral no da demasiado respiro en Alemania. El próximo 28 de septiembre, otro estado oriental como Brandemburgo pasará por las urnas. Y, un año y pocos días después, están previstas las elecciones generales. En este territorio, vecino tanto de Turingia como de Sajonia, Dietmar Woidke, del PSD, ejerce de ministro-presidente desde el 2013. El estado no es especialmente relevante a nivel población —alberga a 2,5 de los más de 83 millones de habitantes de Alemania—, pero, al tratarse de un bastión socialdemócrata, la salida de Woidke supondría un capítulo más en la tendencia decreciente del partido del actual canciller.