Starmer anuncia medidas «dolorosas» ante el «agujero negro» de la economía

íñigo Gurruchaga LONDRES / COLPISA

INTERNACIONAL

Keir Starmer, primer ministro del Reino Unido.
Keir Starmer, primer ministro del Reino Unido. TOLGA AKMEN / POOL | EFE

El primer ministro presentará en octubre el Presupuesto del Reino Unido con la advertencia de que «las cosas irán a peor antes de mejorar»

27 ago 2024 . Actualizado a las 21:59 h.

El primer ministro británico, Keir Starmer, advirtió este martes que el Presupuesto que presentará su Gobierno al final de octubre será «doloroso» y que la evolución de la economía del país irá a peor antes de mejorar. Lanzó la advertencia en un discurso pronunciado en el jardín de Downing Street, ante las cámaras y una audiencia de sesenta empleados en diversos sectores y dueños de pequeñas empresas.

Starmer y su ministra de Economía y Hacienda, Rachel Reeves, han repetido desde la victoria electoral del pasado 4 de julio cómo al llegar al Ejecutivo descubrieron un agujero adicional de unos 26.000 millones de euros en las cuentas del Estado para este ejercicio. La pasada semana, Reeves se indignó porque el endeudamiento creció 5.000 millones más de los previstos en los cuatro primeros meses del año.

Las cifras de la economía británico no son brillantes, pero en los últimos meses ha habido una mejoría. La inflación ha bajado al 2,2%, un índice muy cercano al 2% que es el objetivo que debe cumplir el Banco de Inglaterra. Los precios en los comercios han caído por primera vez en los últimos tres años. La recesión de inicio del año ha terminado y el PIB ha crecido un 0,6% entre abril y junio.

Pero en su discurso Starmer no dibujó precisamente un futuro inmediato idílico. «Las cosas empeorarán antes de mejorar», sentenció, Lamentó el «caos y la ruina» que, a su juicio, dejó el anterior gabinete conservador y que será imposible de resolver con soluciones rápidas. De hecho, se vio capaz de regenerar el país, pero advirtió de que necesitará dos mandatos. «Hemos heredado no solo un enorme agujero negro económico sino un agujero negro en la sociedad y por eso hemos adoptado medidas para hacer las cosas de manera diferente», manifestó en alusión a las finanzas, pero también a los recientes altercados provocados por radicales y grupos ultra en todo el país a raíz del asesinato de tres niñas en un club estival de la localidad de Southport.

Distintos comentaristas han señalado que el Gobierno culpa a los conservadores de haber generado tal «agujero negro» para limitar la expectativa de un inmediato bienestar laborista. De hecho, el primer ministro aseguró que los numerosos disturbios ocurridos en las calles, aparte de revelar una «sociedad poco saludable», son atribuibles al «populismo» alimentado por el último Ejecutivo conservador. En el plano estrictamente económico, el primer ministro británico martilleó con su argumento central: la prioridad de fomentar el crecimiento de la economía para permitir que los servicios públicos puedan mejorar. Su gabinete prevé introducir una ley para impedir que resistencias locales e intereses corporativos impidan la construcción de viviendas (el objetivo es de 1,5 millones) e infraestructuras.

Ahorro de subvenciones El efecto que tiene la estabilidad de un Gobierno con una amplia mayoría puede ser positivo. Para eso, Starmer y Reeves señalan una y otra vez que están dispuestos a tomar las medidas difíciles necesarias. Así, con el propósito de ahorrar unos 2.400 millones de euros, cancelarán el pago de subvenciones al consumo de energía de los pensionistas, creadas por el Gobierno conservador en el contexto de la guerra en Ucrania.

La cancelación ha provocado protestas, aunque Reeves parece que podría extender una subvención municipal a hogares en situación de pobreza para proteger a los mayores de edad más vulnerables. El objetivo, según la primera mujer que ocupa el ministerio, es «enderezar» las cuentas del Estado. Pero los laboristas prometieron que no aumentará el impuesto de la renta, el IVA y un impuesto a los empleados. Se especula sobre los impuestos que sí subirán. Starmer defendió también el acuerdo al que ha llegado el Gobierno con los médicos en formación y con los conductores de trenes para poner fin a las huelgas de ambos colectivos, que han causado grandes trastornos, y sortear esas barreras a la economía. Los aumentos, basados en las recomendaciones de un ente independiente y en la inflación de los precios, han sido también objeto de críticas.