El padre de la familia accidentada en Tanzania recibe el alta y el hijo sigue grave
INTERNACIONAL
Los cuerpos de las víctimas, madre e hija, serán repatriados próximamente gracias a los seguros de viaje que habían contratado
08 ago 2024 . Actualizado a las 12:42 h.El padre de la familia de Gecho que sobrevivió a un trágico accidente en Tanzania el pasado domingo, en el que perdieron la vida su esposa e hija, ha sido dado de alta, según confirmó ayer la televisión pública vasca. El afectado, que había sido hospitalizado en Nairobi, Kenia, sufría varias fracturas tras el siniestro y fue trasladado junto a su hijo menor desde un centro médico en Tanzania.
El joven, de quince años, sigue ingresado en estado crítico debido a fracturas en las costillas y lesiones en los pulmones, según informaron las mismas fuentes.
El accidente ocurrió mientras la familia visitaba el cráter de Ngorongoro, un popular destino turístico en Tanzania. Durante el ascenso por una carretera empinada, el vehículo todoterreno en el que viajaban se salió de la vía y cayó por la ladera. Elena, la madre, y su hija Inés, de 17 años, fallecieron en el acto. El padre, Íñigo, y su hijo Ignacio resultaron heridos y fueron inicialmente atendidos en el hospital de Arusa, en Karatu, antes de ser trasladados a Nairobi para recibir tratamiento especializado, dado que el estado del adolescente era especialmente grave.
Tras el accidente, tanto el Gobierno español como el vasco activaron protocolos de asistencia a la familia, en colaboración con las embajadas en Tanzania y Kenia. Según informa el diario El correo, los cuerpos de las víctimas serán repatriados próximamente gracias a los seguros de viaje que la familia había contratado. Además, allegados de la familia han viajado a África para brindar apoyo a los sobrevivientes y ayudar en las gestiones necesarias.
En cuanto a las causas del accidente, todo indica que el conductor perdió el control del vehículo al tomar una curva cerrada en una carretera con una pendiente pronunciada, lo que provocó que volcara y rodara por la ladera hacia el interior del cráter, que tiene una profundidad de 600 metros. Expertos en viajes por la región señalaron que esta es una zona especialmente peligrosa, donde los conductores deben tener una formación específica para evitar accidentes. Según estas fuentes, la falta de experiencia y habilidad del conductor contribuyó al trágico desenlace.