El presidente Said se queda sin rivales después del arresto de seis candidatos electorales en Túnez
INTERNACIONAL
Los comicios del 6 de octubre se encaminan a convertirse en un plebiscito sobre el actual mandatario
06 ago 2024 . Actualizado a las 21:10 h.Las elecciones presidenciales que tendrán lugar el próximo 6 de octubre en Túnez se encaminan hacia un plebiscito para ratificar la reelección de Kais Said, el presidente que dio un «autogolpe» en el 2021 y puso fin a la transición democrática en el país magrebí. Tan solo unas horas antes del cierre del período para presentar las candidaturas ante la Junta Electoral, seis aspirantes fueron condenados a penas de cárcel, y se suman a otra treintena de dirigentes políticos que se hallan entre rejas tras tres años de deriva autoritaria.
Cinco de los aspirantes, el magistrado Murad Messaouidi, el activista Nizar Chaari, Abdelatif Mekki, exdiputado del partido islamista Ennahda, la catedrática Leilla Hammami y el militar retirado Mohamed Adel Dou, han sido sentenciados a ocho meses de cárcel y a la privación de presentarse de por vida como candidatos a las elecciones por, supuestamente, haber falsificado firmas de apoyo. De acuerdo con la ley electoral, uno de los requisitos para participar en las presidenciales es atesorar un mínimo de 10.000 firmas de diez provincias diferentes.
Una sexta candidata, Abir Moussi, exresponsable del partido del dictador Ben Alí y una de las políticas más populares, fue condenada a dos años de cárcel por haber criticado la falta de independencia del ISIE, la Junta Electoral. Además, otros aspirantes se hallaban ya entre rejas, como Lotfi Mraihi, el que ya fuera candidato independiente en las presidenciales del 2019, o Issam Chebbi, presidente del Partido Republicano.
Unos días antes, once aspirantes, entre ellos Mekki y Chaari, hicieron pública una carta en la que denunciaban un clima de intimidación y la existencia de graves violaciones de su derecho a concurrir en la contienda por parte de algunas instituciones del Estado. Entre las violaciones, el rechazo a proporcionarles su certificado penal, uno de los documentos necesarios para hacer efectiva la candidatura.
Los fallos se dieron a conocer horas después de que Said presidiera el lunes una sesión del Consejo Nacional de Seguridad en el palacio de Cartago. En el encuentro, Said advirtió de la existencia de una conspiración por parte de «fuerzas contrarrevolucionarias y opuestas al pueblo tunecino y al movimiento de liberación nacional». Estas serían las responsables de los cortes de luz y de agua que padecen algunas regiones de Túnez. Desde su ascenso al poder en las elecciones del 2019, Said ha denunciado repetidamente ser víctima de conspiraciones e incluso intentos de asesinato, y ha justificado su candidatura como un acto de «lucha por la autodeterminación nacional».
Túnez, cuna de las llamadas «Primaveras Árabes», fue el único país de la región capaz de sostener una transición democrática durante una década. Aunque el proceso atesoró logros importantes, como garantizar la libertad de expresión y la celebración de elecciones libres, una larga crisis económica provocó una profunda decepción entre la población. Este contexto explica que el «autogolpe» de Said fuera acogido con esperanza por amplias capas de la población. Desde entonces, numerosas organizaciones de la sociedad civil han denunciado la violación de derechos como la libertad de expresión o asociación, así como las interferencias a la independencia judicial.