La crisis de la sanidad británica causó más de 14.000 muertes en el 2023

Juan Francisco Alonso LONDRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Una ambulancia traslada a un paciente a un hospital de Londres.
Una ambulancia traslada a un paciente a un hospital de Londres. ANDY RAIN | EFE

Un informe del Real Colegio de Medicina de Emergencia afirma que muchas personas fallecieron debido a las demoras en las salas urgencias

02 abr 2024 . Actualizado a las 09:08 h.

Años de recortes, falta de personal y la pandemia del covid 19 han golpeado con dureza al Servicio Nacional de Salud británico (NHS, por sus siglas en inglés), el cual hoy —más de 75 años después de su fundación— está sumido en una crisis que está teniendo un elevado coste en vidas. Solo en Inglaterra, el año pasado unas 14.000 personas fallecieron mientras esperaban a que un médico los atendiera en las salas de urgencias de sus hospitales.

El escalofriante dato figura en un informe del Real Colegio de Medicina de Emergencia (RCEM), en el cual se afirma que el hecho de que cientos de miles de pacientes debieran aguardar hasta doce horas en las urgencias para que un doctor los atendiera se cobró la vida de una media de 268 personas a la semana. Ese cálculo se basó en estudios previos, los cuales arrojaron que se produjo una muerte entre cada 72 pacientes que pasaron entre ocho a doce horas sin tratamiento.

No es la primera vez que el RCEM presenta datos alarmantes. El año pasado, en un informe similar, estimó que a lo largo del 2022 se produjeron entre 300 y 500 muertes semanales en Inglaterra, debido a la incapacidad de los centros de salud de atender con prontitud a los pacientes.

El NHS de Inglaterra admitió recientemente que en el 2023 más de 1,5 millones de pacientes tuvieron que esperar doce horas o más en las urgencias de los principales hospitales antes de ser tratados. «Las esperas excesivamente largas siguen poniendo a los pacientes en riesgo de sufrir graves daños. El esfuerzo y el dinero deben destinarse a donde el daño es mayor», afirmó el presidente del RCEM, el doctor Adrian Boyle.

El plan de recuperación del NHS anunciado por el Gobierno de Rishi Sunak fijó como objetivo que para marzo que el 76 % de los pacientes que acuden a las urgencias fueran admitidos, trasladados o dados de alta en cuatro horas. Sin embargo, los últimos datos muestran que la meta no se logró, aunque estuvo cerca: el 70,9 % fueron atendidos en ese plazo. El premier tampoco ha conseguido reducir las listas de espera. Así en febrero admitió que «no se habían logrado progresos suficientes» para garantizar el derecho a la salud, pese a las millonarias inversiones. Esto, después de que se conociera que 7,6 millones de personas aguardaban en Inglaterra el pasado noviembre por una operación, un examen o por ver a un especialista.