Protestas simbólicas desafían a Putin en el inicio de las presidenciales rusas

Rafael M. Mañueco MOSCÚ / COLPISA

INTERNACIONAL

Reuters

Al menos siete activistas han sido detenidas por boicotear la primera jornada electoral con ataques contra las urnas o los colegios

15 mar 2024 . Actualizado a las 21:11 h.

Al menos siete activistas fueron detenidas este viernes por diversas acciones encaminadas a boicotear las elecciones presidenciales rusas, que se celebran hasta el domingo. Todas las saboteadoras deberán enfrentarse a causas penales, según el artículo 141 del Código, por «obstaculizar el ejercicio de los derechos electorales» o incluso «terrorismo». Los castigos pueden superar los cinco años de cárcel.

En Rostov del Don y Karacháevo-Cherkessia tuvieron lugar ataques con tinta contra las urnas, invalidando las papeletas ya depositadas, mientras que en Vorónezh y la avenida Altúfevskoye de Moscú se empleó una sustancia antiséptica de color verde llamada zelionka con el mismo objetivo, según informó el canal de Telegram Baza. Además, en el barrio de Márino, también en la capital, donde vivía el principal opositor Alexéi Navalni y en cuyo cementerio fue enterrado el pasado día 1, una caseta de votación resultó incendiada con un líquido inflamable. La autora fue detenida mientras filmaba las llamas con su teléfono móvil, según se observa en un vídeo difundido por Baza.

La publicación digital Fontanka, por su parte, dio cuenta de «varios fuegos provocados» en San Petersburgo, uno de ellos causado por una botella de gasolina arrojada por una joven a la entrada del colegio número 358. La atacante, de 21 años, fue arrestada por la Policía cuando intentaba huir.

Otros ciudadanos prefirieron recurrir a una forma menos radical de protesta consistente en invalidar la papeleta, en la que lo único que se puede hacer para que el voto sea contabilizado es marcar el recuadro correspondiente a uno de los cuatro candidatos en liza. Antes de introducirlas en las urnas, fotografiaron los boletos y las publicaron en las redes sociales con inscripciones como «¡No a Putin!», «¡Navalni!», «¡No a la guerra!» o «¡Despierta ya!».

La información sobre la mayor parte de estos incidentes partió de Nikolái Buláyev, vicepresidente de la Comisión Electoral Central de Rusia, quien, no obstante, no hizo ningún comentario en relación con las denuncias de «violación de la legislación electoral» en muchos colegios de donde no fueron retirados los retratos de Vladimir Putin. Incluso en la localidad de Strezhevói, en la región siberiana de Tomsk, según algunos canales de Telegram, su alcalde realizó campaña junto a las urnas a favor del candidato a la reelección.

Colapso telemático

Este primer día de los comicios, que continuarán este sábado y domingo para certificar un triunfo aplastante de Putin, comenzó con el sistema de votación telemática colapsado debido al gran número de electores que optaron por emplear esta fórmula, muy sospechosa, a juicio de la oposición en el exilio, porque facilita el fraude. El portal oficial Gosuslugi, a través del que hay que llevar a cabo ese sistema de emisión del voto, dejó de funcionar durante unas horas.

Las personas que este corresponsal sondeó a la puerta de un colegio electoral del centro de Moscú, el 148, situado en el callejón Bolshói Karetni, confirmaron su intención de votar a Putin. Otros rechazaron responder y una chica de unos 20 años deploró los horrores de la guerra en Ucrania y las muertes que causan los bombardeos. Sin embargo, afirmó que estaba a favor de que el actual presidente ruso continúe seis años más en el poder. Dijo, paradójicamente, que Putin es «el único candidato» que le inspira seguridad para garantizar «estabilidad y tranquilidad en el país».

Estudiantes de algunos centros docentes y trabajadores de numerosas empresas se quejaron de que se les obligaba a ir a votar la primera jornada electoral para así evitar hacerlo al mediodía de mañana, cuando los partidarios de Navalni y su viuda, Julia Navánaya, han llamado a acudir todos al mismo tiempo a sus respectivos colegios para protestar contra unos comicios que consideran una «farsa» votando a favor de cualquier candidato que no sea Putin o estropeando la papeleta.