
Los ataques sobre Járkov y Kiev por parte de Moscú dejan al menos cinco muertos y más de 90 heridos, mientras que la respuesta, sobre la región de Bélgorod, deja un muerto y cinco heridos
02 ene 2024 . Actualizado a las 18:05 h.El cielo de Ucrania y Rusia se volvió a llenar este martes de estelas de humo. La guerra terrestre no se decanta del lado de ningún bando y los ataques de artillería contra objetivos logísticos y civiles cada vez escalan más mientras el presidente del país invadido, Volodímir Zelenski, junto a su equipo de Gobierno, preparan ya su agenda para convencer a los socios europeos de que amplíen las ayudas a Kiev.
La capital ucraniana y la ciudad de Járkov, en el este, volvieron a ser ayer objetivos de los ataques de Moscú. Un bombardeo masivo ruso dejó cuatro muertos y 92 heridos entre ambas ciudades. «Desde el 31 de diciembre, los monstruos rusos han disparado 170 drones [iraníes] Shahed y decenas de misiles de varios tipos. La mayoría de ellos tenían como objetivo infraestructura civil», comunicó Zelenski a través de Telegram en un mensaje en el que también agradeció la ayuda brindada por sus socios. «Cada día y cada noche, esto ayuda a salvar cientos de vidas que se habrían perdido si no tuviéramos Patriot y otros sistemas de defensa», resumió.
Salvaguardar las vidas civiles, como desde el inicio de la guerra, es una prioridad para Kiev. Los proyectiles occidentales han paralizado las sangrías rusas y por eso, el ministro de Exteriores ucraniano, Dmitro Kuleba, volvió a solicitar «drones de combate y misiles con alcance de más de 300 kilómetros» y utilizar los fondos rusos congelados por las sanciones para hacer frente a las «necesidades» bélicas del país. Sin apoyo estadounidense, Zelenski se resigna a una estrategia defensiva y, en una entrevista a The Economist, afirmó que los esfuerzos se centrarán en continuar aislando Crimea y «defender el este, salvar estas importantes ciudades como Járkov, Dnipró, Zaporiyia, Jersón y Mikolaiv».
Ataques y accidentes
En Ucrania se tiene muy presente que la guerra también ha de sentirse en suelo ruso para compartir el dolor. Por ello, en la región rusa de Bélgorod se repitió una nueva jornada de ataques. Al menos una persona murió y otras cinco resultaron heridas en tres ataques a lo largo del día, según informó el gobernador local, Viacheslav Gladkov. «Un hombre falleció al explotar a su lado un proyectil, mientras iba conduciendo el coche», comunicó a través de Telegram, donde también añadió que unas 60 viviendas habían resultado dañadas tras el ataque sin especificar la gravedad de la destrucción. El ataque se produce en paralelo a los perpetrados en Ucrania y después de que el sábado Kiev matara a 25 personas e hiriera a otras 100 en Bélgorod.
Además, el propio Ministerio de Defensa ruso concretó que «el 2 de enero del 2024, alrededor de las 9.00 hora de Moscú (7.00 en España), se produjo una descarga involuntaria de munición de un avión durante un vuelo de una aeronave de las Fuerzas Aeroespaciales sobre la aldea rusa de Petropavlovka, en la región de Voronezh», aunque no hubo información acerca de los daños o víctimas del accidente.