Cuba afronta otra crisis de combustible que amenaza con paralizar el país

amanda pérez LA HABANA / LA VOZ

INTERNACIONAL

Ernesto Mastrascusa | EFE

El déficit afecta sobre todo a la electricidad, el transporte y la alimentación

02 oct 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Los cubanos están inmersos en la enésima crisis de combustible, que afecta al país desde ayer, y que supondrá para la gente común, que ya no tiene cómo apretar más, un nuevo ajuste del cinturón. Tras persistentes rumores a partir de informaciones que circulaban de manera informal sobre una posible paralización del país por falta de combustible, la propaganda oficial intentó atajarlos con un programa dedicado al tema, aunque básicamente confirmó las malas noticias. «Es cierto que trabajamos casi al día, pero no hemos llegado a cero, ni vamos a llegar a cero», aseguró Vicente de la O Levy, ministro de Energía y Minas.

No obstante, en varias provincias ya han pedido reducir el consumo eléctrico a mínimos, y los responsables han vaticinado una paralización total o parcial de servicios no básicos durante buena parte del día. Además de sufrir apagones, más prolongados que de costumbre, también se verá seriamente afectado el transporte de pasajeros y mercancías, más allá de la crisis que ya sufre.

La culpa, según los gobernantes, recae sobre los suministradores, que han incumplido contratos y no han proveído el petróleo necesario. Y por supuesto, en el embargo estadounidense. Según De la O Levy, la situación viene derivada del aislamiento del país. «Somos los que más caro compramos el combustible, con peor calidad. Los errores son solo el uno por ciento comparados con el bloqueo», señaló el titular del departamento de Energía.

El ministro añadió que el sistema eléctrico funciona como «un reloj suizo», «excepto cuando nos hemos equivocado, como la vez que se nos cayó el sistema», refiriéndose al reciente descalabro que dejó sin electricidad a todo el país. Por si fuera poco, se esperan demoras en las entregas de los alimentos racionados, ya de por sí muy insuficientes. Ante la baja producción de víveres y una inflación desorbitada, esta retraso aumentará la inseguridad alimentaria sobre todo de los más vulnerables, entre ellos los casi dos millones de jubilados que cobran 1.900 pesos de media al mes (menos de 8 euros al cambio), lo que equivale al precio actual de una botella de aceite o una treintena de huevos. 

Una situación complicada

Por su parte, el ministro de Economía, Alejandro Gil, admitió que la situación es complicada, «tanto para conseguir alimentos, como sufrir los apagones de más de ocho horas o el mal funcionamiento del transporte», pero sin reconocer su cuota de responsabilidad. Ante estas circunstancias, Gil pidió más confianza, porque «la única salida es la revolución, es el socialismo, y para eso trabajamos todos». «De esto salimos, no quepa la menor duda, la dirección del país está trabajando sin descanso», dijo Gil, que obvió la cantidad de veces que le han pedido un voto de confianza a la ciudadanía en más de seis décadas.

Para muchos cubanos, entre ellos el economista Mauricio de Miranda Parrondo, que reside en Colombia, está claro que Cuba tiene problemas «con las divisas, con el combustible, con los barcos, con la producción» y una lista interminable. «Pero el principal problema radica en que el Gobierno no quiere aceptar que su política económica es desacertada y pretende mantener a toda costa un modelo fallido, que ha probado históricamente su ineficacia», aseguró en una publicación en redes sociales en respuesta a las palabras del ministro de Economía.