Fallece Giorgio Napolitano, el presidente «monarca» que imprimió estilo propio a la República Italiana

Valentina Saini VENECIA / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Alessandro Bianchi | REUTERS

Con estilo austero y sobrio, el apodado «rey» por su influencia jugó un papel estabilizador en momentos difíciles para el país

23 sep 2023 . Actualizado a las 13:12 h.

Giorgio Napolitano, el presidente que imprimió un estilo más propio a la República Italiana, falleció ayer en Roma a los 98 años. Elegido en el 2006 y en el 2013, su segundo mandato terminó prematuramente, en enero del 2015, para ceder el relevo al actual presidente Sergio Mattarella. Precisamente por sus casi nueve años al frente del Estado italiano, los medios del país transalpino le apodaron «rey Giorgio». Un homenaje a su influencia y a su papel estabilizador en momentos difíciles para Italia, pero también a su estilo austero y sobrio, que hizo que un político inglés le definiera bromeando como «la mejor imitación de un banquero de la city» que había visto nunca. Y eso que Napolitano nació en 1925 en Nápoles, ciudad famosa por la inteligencia viva y la extraversión de sus habitantes, y fue comunista durante décadas.

Hijo de una familia de clase media, se licenció en Derecho. Se adhirió al comunismo mientras la Italia fascista perdía desastrosamente la Segunda Guerra Mundial, y en la posguerra fue uno de los jóvenes con los que contó Palmiro Togliatti, el líder del PCI apreciado por Stalin. Comunista moderado, definido como «de derechas» por muchos de sus compañeros, viajó a Estados Unidos en 1978 y en los años 80 no solo fue crítico con la intervención soviética en Afganistán, sino partidario de la OTAN: tiempo después, Henry Kissinger le llamó en broma «mi comunista favorito».

Fue diputado durante décadas, presidente de la Cámara de Diputados y luego ministro del Interior durante el primer Gobierno de Romano Prodi, de 1996 a 1998. Apoyó decididamente la evolución del PCI hacia el Partido Demócrata, de centroizquierda, y en el 2006 fue elegido presidente de la República por primera vez.

En el 2011, con la crisis del Gobierno entonces liderado por Berlusconi y las crecientes dificultades de la economía italiana, contribuyó a la creación de un Gobierno de unidad nacional dirigido por el economista Mario Monti, que inauguró importantes reformas económicas. Fue reelegido presidente en el 2013, en una situación políticamente difícil para Italia.