Elecciones presidenciales en Ecuador, condicionadas por una ola de violencia
INTERNACIONAL
Quien gane los comicios gobernará solo durante los próximos 18 meses
20 ago 2023 . Actualizado a las 09:42 h.La espiral de violencia que sufre Ecuador marca profundamente las elecciones de este domingo. Varios de los aspirantes han hecho campaña, en los últimos días, ataviados con chalecos antibalas, después del asesinato, el pasado 9 de agosto, del candidato presidencial Fernando Villavicencio, tiroteado a la salida de un mitin electoral en la capital, Quito.
Su asesinato mostró al mundo la crudeza de los grupos criminales, vinculados con el narcotráfico y los cárteles internacionales de la droga, que están desangrando al país y que habían amenazado previamente a Villavicencio.
La situación es nueva para Ecuador, que en el 2017 registraba una tasa de 5,4 asesinatos por cada 100.000 habitantes, siendo uno de los países menos violentos de América Latina, pero el año pasado ya superó su récord histórico, con una cifra de 26 asesinatos por cada 100.000 ecuatorianos, y este año proyecta más de 40.
Esta epidemia de violencia minó la popularidad del mandatario conservador Guillermo Lasso, que dejará la presidencia con menos de un 15 % de apoyo en los sondeos, tras activar, en mayo, la «muerte cruzada», disolviendo la asamblea y llamando a elecciones anticipadas, para evitar así su impeachment por supuesta corrupción.
El oficialismo no aspira a la reelección en unos comicios en los que es favorita Luisa González, candidata de Revolución Ciudadana (RC), el partido del expresidente Rafael Correa (2007-2017), que vive en Bélgica desde que fue condenado, en ausencia, por cohecho. Él niega los cargos y denuncia persecución judicial.
Antes de que la violencia pasase a marcar la cita electoral, el debate se movía en torno al exmandatario izquierdista, el mayor foco de polarización del país. Correa despierta pasión entre una parte de la población y un furibundo odio en otra.
«Lasso no triunfó en el 2021 porque la gente creyera en él, sino que aprovechó la necesidad de encontrar una alternativa a la opción populista, que estuvo en el poder durante más de una década. Eso se mantiene. Hay una fuerte oposición al correísmo, pero en un escenario de dispersión, donde hay muchas opciones, puede salir victorioso», comenta a La Voz de Galicia el docente de comunicación política ecuatoriano, Christian Bravo.
González tiene un apoyo de entre el 20 % y el 30 % en los últimos sondeos. Su popularidad en las encuestas cayó tras el asesinato del periodista Villavicencio, que denunció en los medios corruptelas asociadas con el correísmo.
Varios son los aspirantes al segundo puesto que da acceso al balotaje. El segundo turno se celebrará si nadie consigue más del 40 % de los votos en la primera vuelta, superando al menos en diez puntos a su rival. Las encuestas apuntan a que habrá reválida, pero no son claras en señalar quién acompañará a González en las urnas el próximo 15 de octubre.
Quien gane los comicios gobernará durante 18 meses para completar el actual período de cuatro años, tras la «muerte cruzada» decretada por Lasso.
Luisa González, la delfín de Correa con un programa de políticas sociales
Luisa González (Quito,1977) es la candidata a la presidencia del partido Revolución Ciudadana (RC), del expresidente Rafael Correa. Se crió en una localidad rural de Manabí, región considerada como bastión del correísmo, estudió derecho y empezó en política en el 2008. Fue titular del Ministerio de Trabajo en el 2017 y es diputada desde el 2021, pero su perfil era desconocido para el grueso de la población. Su popularidad se debe a que es la elegida por Correa para la presidencia. El programa es claro: restablecer las políticas sociales correístas, recordando que la delincuencia era menor con el expresidente.
Otto Sonnenholzner, el segundo de Moreno con un plan contra la violencia
Otto Sonnenholzner (Guayaquil, 1983), de ascendencia alemana, tomó relevancia en la vida pública ecuatoriana conduciendo un programa de radio de entrevistas. Fue nombrado, en el 2018, con 35 años, vicepresidente del exmandatario centroizquierdista Lenín Moreno, y tuvo que lidiar pronto con dos situaciones límite: el paro nacional del año 2019, que dejó 11 muertos, y la pandemia de covid. El Gobierno de Moreno fue muy criticado por su actuación en ambas crisis y Sonnenholzner decidió dimitir en julio del 2020. Propone un plan de cuatro fases, con mano dura, para paliar la violencia.
Yaku Pérez, el indígena que se quedó a las puertas de la presidencia
Yaku Pérez (Tarqui, 1969) es el único candidato indígena en las elecciones presidenciales. Abogado de profesión, ganó popularidad entre la opinión pública al oponerse a proyectos extractivistas durante los gobiernos de Rafael Correa, llegando a pasar por prisión. Asegura formar parte de una izquierda contraria al «autoritarismo», promoviendo una tercera vía verde entre el correísmo y la derecha. Propone una política de «mano dura» contra las organizaciones criminales, pero, a la vez, de «mano abierta» para solucionar los problemas sociales que fomentan la violencia.
Jan Topic, el exlegionario que promete mano dura con los delincuentes
La candidatura de Jan Topic (Guayaquil, 1983) ha crecido en popularidad en los últimos días. Propone mano dura contra la delincuencia y alaba al presidente salvadoreño, Nayib Bukele, cuando el actuar de las bandas criminales está desbordando al Estado. Topic pertenece a una familia acomodada con negocios en el sector de la seguridad. Formó parte de la Legión Extranjera Francesa y dice haber tomado parte en conflictos en África, Siria y Ucrania. Se ha negado a calificarse como de derecha o de izquierda, y es una incógnita su posicionamiento en los temas que no tienen que ver con la seguridad.
Christian Zurita, el «hermano de lucha» del asesinado Villavicencio
Daniel Zurita (Quito, 1970) sustituye en la candidatura del centro derechista Movimiento Construye al periodista Fernando Villavicencio, asesinado a tiros el pasado 9 de agosto tras un mitin en la capital. Ha sido definido como el «hermano de lucha» de Villavicencio tras colaborar durante 15 años en las investigaciones del periodista sobre corrupción. «Sus ideas están totalmente intactas», dijo Zurita esta semana, cuando se confirmó su candidatura. Propone una lucha frontal contra las organizaciones criminales y una depuración de la Policía y las Fuerzas Armadas, apartando a elementos corruptos.