Truss busca resucitar su carrera política con una polémica visita a Taiwán

Juan Francisco Alonso LONDRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Liz Truss, durante su visita a Taipéi.
Liz Truss, durante su visita a Taipéi. RITCHIE B. TONGO | EFE

La ex primera ministra británica pide a Sunak que declare a China como una «amenaza» para el Reino Unido

18 may 2023 . Actualizado a las 22:08 h.

Liz Truss quiere probar que en política no hay muertos. Así, tras meses casi desaparecida de la primera línea de la política, la controvertida ex primera ministra británica ha reaparecido esta semana con una polémica visita a Taiwán. Un viaje con el que no solo ha molestado al Gobierno chino, sino que le ha provocado un dolor de cabeza a su sucesor, Rishi Sunak, al que le exige que endurezca su postura frente al gigante asiático.

«El verano pasado, el ahora primer ministro británico describió a China como ‘la mayor amenaza a largo plazo para el Reino Unido' y dijo que los institutos Confucio [la versión china de los Cervantes españoles] deberían cerrarse. Tenía razón, pero necesitamos que esas políticas se ejecuten con urgencia», soltó Truss en Taipéi, donde pidió a Sunak que declare que Pekín es ya una «amenaza».

Tras afirmar que a regímenes autoritarios como el chino «no se le puede creer nada de lo que dicen», Truss instó al Reino Unido y a otros países democráticos conformar una «OTAN económica» para enfrentar al gigante comunista. «Si en verdad queremos prevenir conflictos en el mar de China, debemos ser realistas sobre la cooperación en materia de defensa», dijo, al tiempo que consideró inservibles organismos como la ONU o la Organización Mundial del Comercio, porque en ellas están Rusia y China.

Asimismo, pidió a Londres que facilite el ingreso de Taipéi al Tratado Integral y Progresista de la Asociación Transpacífico, en el que están ya 12 países. 

Críticas desde dentro y fuera

La Embajada china en Londres condenó el viaje de Truss, el primero que realiza una exmandataria desde que en 1992 Margaret Thatcher visitó a la antigua Formosa. Desde la legación advirtieron que este «show político no hará más que perjudicar al Reino Unido». 

Las críticas a la expremier no vinieron solo desde Pekín, sino también desde las propias filas tories. «Esto solo es una actuación y es profundamente inútil porque intensifica la ya tensa situación que se vive en Taiwán», afirmó a la BBC la presidenta de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de los Comunes, Alicia Kearns.  

Rishi Sunak muestra sus calcetines con el logo del equipo de béisbol favorito del primer ministro japonés, Kishida.
Rishi Sunak muestra sus calcetines con el logo del equipo de béisbol favorito del primer ministro japonés, Kishida. POOL | REUTERS

Por su parte, Sunak aprovechó su viaje a Japón, donde asistirá a la cumbre del G7, para firmar acuerdos por casi 20.000 millones de euros con empresas niponas y nuevos pactos de seguridad con Tokio. Sobre Taiwán dijo que la postura no ha cambiado. «Con Japón compartimos que la zona Indopacífico debe ser libre y abierta y, por ello, estamos reforzando la cooperación con nuestros aliados en la zona para que eso siga siendo así. No queremos ningún cambio», afirmó tras reunirse con su homólogo nipón, Fumio Kishida.

Sin embargo, Sunak descarta por ahora endurecer más la posición frente a China y prueba de ello es que su Gobierno ha desistido de su idea de cerrar los institutos Confucio y solo les retirará la subvención pública.

El funeral de Isabel II costó 186 millones de euros a las arcas públicas 

J. F. A.

162 millones de libras (187 millones de euros). Este fue el coste para las arcas británicas del funeral de Estado de Isabel II. El grueso de los gastos corrió por cuenta del Ministerio del Interior, con 73,68 millones de libras (85 millones de euros), y el de Cultura, con 57 millones libras (66 millones euros). El resto incluye el gasto del Gobierno escocés (18,75 millones de libras), el Ejecutivo de Gales y el Ministerio de Defensa, entre otros.

Los fondos se utilizaron para pagar las fastuosas exequias de la monarca, que incluyeron dos ceremonias religiosas y un enorme desfile militar que recorrió el centro de Londres el 19 de septiembre del 2022. También sirvieron para costear a los miles de uniformados que vigilaron las dos capillas ardientes instaladas en la catedral de St. Gilles (Escocia) y en Westminster Hall, por las que miles de personas desfilaron para darle el último adiós a la soberana fallecida el 8 de septiembre en el castillo de Balmoral.

Las autoridades no han informado cuánto ha costado la coronación de Carlos III, la cual también corrió por cuenta del erario público.