El presidente de Ecuador disuelve el Parlamento para evitar su juicio político

Héctor Estepa BOGOTÁ / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Decenas de militares y policías han cercado la Asamblea Nacional de Ecuador.
Decenas de militares y policías han cercado la Asamblea Nacional de Ecuador. Jose Jácome | EFE

Lasso activa la cláusula constitucional denominada como muerte cruzada y gobernará mediante decretos hasta que se celebren elecciones. La Asamblea Nacional aparece rodeada por decenas de policías y militares

17 may 2023 . Actualizado a las 21:51 h.

Crisis política en Ecuador. El presidente, Guillermo Lasso, activó este miércoles la cláusula constitucional denominada muerte cruzada que le permite disolver la Asamblea Nacional y convocar elecciones anticipadas, apenas unos días antes de un juicio político para destituirlo por un caso de corrupción. La sede del Parlamento, de mayoría opositora, amaneció rodeada por decenas de policías y militares, en previsión de disturbios tras un anuncio que amenaza con incendiar el país.

«Esta es la mejor decisión para darle una salida constitucional a la crisis política y a la conmoción interna que soporta el Ecuador, y devolver al pueblo ecuatoriano el poder de decidir su futuro en las futuras elecciones», argumentó Lasso para activar la «muerte cruzada». En el ecuador de su mandato, el mandatario conservador gobernará por decreto hasta que se celebren elecciones presidenciales y parlamentarias y se inaugure la nueva Asamblea Nacional, proceso que llevará unos seis meses. Solo podrá, según la Carta Magna, legislar sobre medidas económicas que deberán tener el visto bueno de la Corte Constitucional de Ecuador.

«El ataque a la gestión de este Gobierno no tiene límites», señaló Lasso, asegurando que la oposición «ha activado 14 juicios políticos para generar inestabilidad y entorpecer el trabajo del Gobierno». El presidente iba a afrontar este fin de semana la votación de su juicio político, tras ser acusado por la oposición de malversación de fondos por un contrato de transporte petrolero que supuso un perjuicio para el Estado en beneficio de intereses privados por valor de 6 millones de dólares, a sabiendas, según sus detractores, de las irregularidades. Ese contrato fue firmado por el anterior Gobierno de Lenín Moreno y Lasso argumenta que consultó al Tribunal de Cuentas sobre su continuidad.

El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, durante su comparecencia este martes ante el Parlamento en pleno su juicio político
El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, durante su comparecencia este martes ante el Parlamento en pleno su juicio político KAREN TORO | REUTERS

El juicio político había sido apoyado por 88 diputados y la oposición necesitaba reunir cuatro votos más para llegar a los 92 necesarios para la destitución del Lasso, cuya popularidad ronda apenas el 15 %, mientras Ecuador vive una brutal crisis de seguridad. El 2022 se cerró con los peores índices de violencia de la historia del país.

La decisión del mandatario fue rápidamente apoyada por los militares. «Las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional mantienen y mantendrán inalterable su posición de absoluto respeto a la Constitución», señaló el general Nelson Proaño, en un mensaje televisado a la nación que causó polémica porque, según parte de los analistas, es el Constitucional quien tiene que dar primero el visto bueno a la decisión.

Demanda de inconstitucionalidad

Precisamente el Partido Social Cristiano (PSC), la mayor formación conservadora y antigua aliada de Lasso, anunció que interpondrá una demanda de inconstitucionalidad al considerar que no existen causas para recurrir a la muerte cruzada.

«Lo que Lasso hace es ilegal. Obviamente no existe ninguna conmoción interna. Tan solo no pudo comprar suficientes asambleístas para salvarse», señaló el expresidente izquierdista Rafael Correa, cuyo partido lidera la oposición en el Congreso y tendría muchas opciones en las futuras elecciones. «En todo caso, es la gran oportunidad para librarnos de Lasso, de su Gobierno y de sus asambleístas de alquiler y recuperar la patria», añadió con indisimulada emoción.

Mucho menos entusiasta fue Leónidas Iza, líder de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), combativa organización que ha protagonizado protestas tanto contra Correa como contra Lasso. «Lasso da un cobarde autogolpe de Estado con ayuda de la Policía y las Fuerzas Armadas, sin apoyo ciudadano, convirtiéndose en una inminente dictadura», señaló el dirigente indígena, que ya había anunciado fuertes manifestaciones si el presidente optaba por decretar la muerte cruzada.

Un grupo de estudiantes y profesores ya habían iniciado por la tarde las primeras movilizaciones en Quito con el bloqueo de una avenida y la quema de neumáticos.