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Biden promete inversiones millonarias si se restablece el autogobierno del Úlster

juan francisco alonso LONDRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Joe Biden, haciéndose un selfi con estudiantes de la Universidad del Úlster, en Belfast
Joe Biden, haciéndose un selfi con estudiantes de la Universidad del Úlster, en Belfast KEVIN LAMARQUE | REUTERS

Sectores del unionismo tacharon al mandatario de «antibritánico»

12 abr 2023 . Actualizado a las 21:47 h.

El Gobierno autonómico compartido en Irlanda del Norte es uno de los pilares del Acuerdo de Paz de Viernes Santo de 1998 y su restablecimiento es una prioridad, no solo para Londres, sino también para Washington, el gran valedor y guardián del pacto. Y, por ello, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha apelado a la chequera y ha condicionado la llegada de milmillonarias inversiones desde su país al fin del actual bloqueo político, que ya se prolonga por más de un año.

«La simple verdad es que la paz y las oportunidades económicas van de la mano (…) Hay decenas de grandes corporaciones estadounidenses que quieren venir aquí, que quieren invertir», afirmó Biden durante el discurso que ofreció este miércoles en la Universidad de Belfast con motivo del 25.º aniversario de la firma del convenio que puso fin a la violencia sectaria entre protestantes unionistas y católicos republicanos.

Tras recordar que la paz no se puede dar por sentada y que no es «inevitable», el mandatario aseguró que el Acuerdo de Viernes Santo fue lo que llevó a las firmas estadounidenses a invertir 2.000 millones de dólares (1.800 millones de euros) en la última década. «Les anticipo que, si las cosas continúan moviéndose en la dirección correcta, [la inversión] triplicará con creces (…) si hay un Gobierno descentralizado efectivo se generarán oportunidades aún mayores», soltó.

Las palabras del inquilino de la Casa Blanca parecían dirigidas a los protestantes del Partido Democrático Unionista (DUP, por sus siglas en inglés), que han rechazado permitir la reactivación de las instituciones autonómicas, en protesta por las condiciones que el brexit ha impuesto a la provincia británica. Sin embargo, Biden ha evitado mencionarlos a ellos o a ningún grupo en particular, en un intento por no agriar aún más las relaciones entre las formaciones norirlandesas. «Espero que la Asamblea y el Ejecutivo se restablezcan pronto (…) pero eso depende de ustedes, no de mí, pero espero que suceda», zanjó.

Duras críticas al mandatario

Pese a la cautela que trató de mantener, Biden fue duramente cuestionado por sectores del unionismo. «Odia al Reino Unido, no creo que haya duda de eso», dijo la exministra principal norirlandesa Arlene Foster, en una entrevista al canal GB News (la Fox británica).

Por su parte, el diputado Sammy Wilson no solo calificó al mandatario estadounidense de «antibritánico», sino que lo responsabilizó de la actual parálisis que vive la región por su respaldo al protocolo del brexit.

El líder del partido, Jeffrey Donaldson, por su parte, evitó referirse a estas acusaciones y simplemente se limitó a decir que las palabras de Biden poco influirán en el restablecimiento del Gobierno autonómico compartido. ¿La razón? Continúan insatisfechos con los cambios que el Reino Unido y la Unión Europea hicieron a las normas que regularán su divorcio en Irlanda del Norte.

Pero Biden no solo ha sido criticado por su postura frente al acuerdo de paz norirlandés, sino por el hecho de que apenas pasara 17 horas en la región y solo participara en un acto público.

Algunos medios de derechas también han considerado que el presidente de EE.UU. ha ninguneado a su anfitrión, el primer ministro Rishi Sunak, pues apenas mantuvo un encuentro de 30 minutos con él. En la cita conversaron sobre la guerra de Ucrania, el brexit e Irlanda del Norte, pero no sobre el anhelado acuerdo de libre comercio, mientras tomaban un café.

Sunak negó que haya problemas en la «relación especial» y recordó que apenas el mes pasado estuvo con Biden en EE.UU. y que volverá a verlo en el G7 y después en junio en Washington.