Las encuestas castigan a Netanyahu pese a aplazar el plan de reforma de la Justicia

mikel ayestaran ESTAMBUL / COLPISA

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El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu EUROPAPRESS

Las manifestaciones masivas costarían el Gobierno al primer ministro en caso de nuevas elecciones

28 mar 2023 . Actualizado a las 21:34 h.

El anuncio de la suspensión de la votación final de la reforma de la Justicia sirvió para rebajar de forma temporal la tensión en las calles de Israel, aunque los manifestantes han convocado otra marcha multitudinaria para este sábado en Tel Aviv. Benjamin Netanyahu dio marcha atrás al proyecto en el último momento, un gesto interpretado por algunos como una muestra de debilidad de un líder a quien las protestas han desgastado y que, según las encuestas de dos canales de televisión, perdería su puesto de primer ministro de celebrarse ahora elecciones.

Después de cinco comicios en menos de cuatro años, los últimos en octubre, el runrún electoral es permanente en los medios israelíes y en estos momentos de incertidumbre han aprovechado para realizar nuevos sondeos. Las encuestas del Canal 12 y Kan News muestran un fuerte descenso del Likud, de 32 a 25 escaños, lo que supondría que la coalición de ultraortodoxos y ultranacionalistas sionistas no sería capaz de llegar a los 61 necesarios para formar Gobierno. El gran beneficiado del caos actual sería el exjefe del Ejército Benny Gantz, ya que Unidad Nacional duplicaría su presencia (de 12 a 23).

En su breve discurso el lunes por la noche a la nación, el primer ministro no dio su imagen habitual de poder. «Esto nunca le hubiera pasado al viejo Bibi [así se le conoce popularmente] porque nunca habría dejado que se llegara a este punto donde está fuera de control (...) Es alguien que sabe leer la audiencia y la opinión pública y cómo manipularla. Estamos ante un fracaso asombroso en las cosas en las que solía ser bueno», apuntó el periodista Anshel Pfeffer, biógrafo de Netanyahu, en el diario Haaretz.

El primer ministro reaccionó tras unas protestas masivas, en las que por primera vez decenas de miles de seguidores y detractores del Gobierno se vieron las caras en la calle, y tras una huelga general de 12 horas, sin precedentes, que paralizó hasta el aeropuerto internacional de Ben Gurión. El Netanyahu actual tiene enfrente a una oposición liderada por políticos que crecieron bajo su poder y lo conocen muy bien, por eso desconfían de su palabra. Yair Lapid, Avigdor Lieberman o Gantz formaron parte de distintos Ejecutivos en el pasado reciente y, aunque han aceptado la llamada al diálogo de Bibi para consensuar la reforma de la Justicia, saben a quién tienen delante.

El «golpe» de Bibi

Desde el Movimiento Paraguas de Resistencia, que aglutina las movilizaciones contra la reforma, recordaron a los opositores que «toman parte en una obra de teatro dirigida por Netanyahu al participar en negociaciones». Este grupo habla del «golpe» de Bibi y en un comunicado emitido tras conocer la suspensión de un mes de la reforma señaló que ese «golpe judicial se aprobará en la próxima sesión de la Knéset». «Los manifestantes no somos estúpidos y no nos daremos por vencidos», añaden.

Esta desconfianza se palpa en el Parlamento. Al día siguiente de anunciar la suspensión, el Gobierno puso sobre la mesa un proyecto de ley clave de su nuevo plan centrado en la selección de jueces. Según el Ministerio de Justicia es un «trámite formal», pero la oposición ve un intento de obligarlos a negociar «con una pistola en la cabeza», según la laborista Naama Lazimi.