Los rivales «tories» de Sunak se oponen sin éxito al acuerdo del «brexit» para Irlanda del Norte

Juan Francisco Alonso LONDRES / E. LA VOZ

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Rishi Sunak, durante la sesión en la Cámara de los Comunes
Rishi Sunak, durante la sesión en la Cámara de los Comunes ROGER HARRIS | REUTERS

La maniobra quedó en algo simbólico, porque el llamado Marco de Windsor fue aprobado con 515 votos

22 mar 2023 . Actualizado a las 20:39 h.

Rishi Sunak ha logrado que el Parlamento británico apruebe el acuerdo al que llegó con la Unión Europea (UE) para resolver la disputa por el protocolo del brexit para Irlanda del Norte. Sin embargo, al hacerlo ha corroborado que tiene rivales de peso, por no decir enemigos, dentro de sus propias filas, los cuales se han aliado y han intentado, sin éxito, frenar el llamado Marco de Windsor.

El pacto, que entre otras cosas permitirá al Parlamento norirlandés bloquear la aplicación en el territorio de cualquier legislación comunitaria, sin afectar su pertenencia al mercado único, fue aprobado por la Cámara de los Comunes gracias al voto de 281 diputados conservadores, de 160 laboristas y de los resto de las fuerzas opositoras hasta totalizar 515 legisladores.

Sin embargo, 22 tories, entre los que destacan los predecesores de Sunak, Liz Truss y Boris Johnson; y los exministros Priti Patel y Jacob Rees-Mogg, así como el exlíder de la formación, Ian Duncan Smith, se sumaron a los protestantes del Partido Democrático Unionista (DUP) en su rechazo. Asimismo, otros 48 legisladores conservadores se abstuvieron de votar, por no estar presentes. Estas ausencias hicieron innecesario el respaldo de la oposición al texto.

El secretario de Estado para Irlanda del Norte, Steve Baker, quien presidió el Grupo de Investigaciones Europeas del Partido Conservador, que agrupa a los eurófobos de la formación, pidió a Johnson que se comportara como un «estadista» y respaldara el acuerdo; y que no optara por ser una sucursal del controvertido Nigel Farage, uno de los promotores del brexit, pero el llamamiento no funcionó.

En el debate previo los críticos con el pacto lanzaron duras acusaciones al Gobierno. «No entiendo por qué las empresas de Irlanda del Norte deben cumplir con las regulaciones de la UE, aunque no le vendan ni una pieza. Esto daña nuestra posición dentro del Reino Unido», dijo Jeffrey Donaldson, líder del DUP.