EE.UU. contrarresta la desinformación rusa con un vídeo del choque del dron

Miguel Palacio NUEVA YORK / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Reuters

La grabación refuta la versión del Kremlin de que sus cazas no intervinieron

17 mar 2023 . Actualizado a las 12:36 h.

El Pentágono ha hecho público el vídeo que recoge el incidente ocurrido el martes entre un dron estadounidense MQ-9 y dos cazas rusos SU-27 sobre aguas internacionales del mar Negro, a 100 kilómetros de la península de Crimea. La grabación muestra cómo uno de los cazas se coloca a la cola del dron y trata sin éxito de rociarlo con combustible. A continuación, el SU-27 vuelve a intentar la maniobra y consigue derramar el líquido sobre la aeronave de EE.UU. El vídeo se corta inmediatamente. Cuando vuelve la imagen, una de las palas de la hélice parece haber sufrido un impacto. En ese momento, los operativos estadounidenses deciden hundir el aparato no tripulado en aguas del mar Negro.

Con la publicación del vídeo, el Pentágono busca contrarrestar las afirmaciones del miércoles de Moscú de que los cazas rusos nunca interactuaron con el dron estadounidense. El martes el Ministerio de Defensa ruso publicó un comunicado en el que aseguraba que, después de violar la zona de exclusión aérea impuesta por Rusia, la aeronave fue observada haciendo «maniobras arriesgadas» antes de «volar sin control» y acabar en el mar.

La actuación de la Administración Biden ante el incidente recuerda a la de hace unos meses en relación con los globos chinos: minimizar los malentendidos y buscar proactivamente el diálogo para evitar riesgos innecesarios.

Tras la reunión del miércoles del grupo Ramstein (que aglutina a los 54 países que apoyan a Ucrania), el secretario de Defensa, Austin Lloyd, dijo en una rueda de prensa conjunta con el jefe del Estado Mayor, Mark Milley, que había hablado por teléfono con el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú. El contacto entre los dos altos cargos habría sido el primero entre los dos Gobiernos en meses. «Es clave mantener abiertas las líneas de comunicación para que podamos levantar el teléfono y hablar entre nosotros», habría insistido Lloyd a Shoigú.

Por su parte, el general Milley reconoció que «los incidentes ocurren» y que, a pesar del suceso, seguirían tratando de evitar la escalada: «Claramente no buscamos un conflicto armado con Rusia. Creemos que en este punto debemos investigar el incidente y pasar página». Además, el jefe del Estado Mayor insistió: «Continuaremos ejerciendo nuestros derechos en el espacio aéreo internacional».

Una aeronave «militarizada» de fabricación china es derribada por las fuerzas ucranianas

La CNN ha confirmado que uno de los drones derribados en el este de Ucrania es de fabricación china. La aeronave no tripulada, un Mugin-5, fabricado por Mugin Limited, empresa china de la ciudad de Xiamen, ha estado disponible a través de plataformas como Alibaba o Taobao por cerca de 15.000 dólares.

Las Fuerzas de Defensa Territorial de Ucrania derribaron el dron cerca de Sloviansk durante el fin de semana. Gracias a que el aparato volaba a baja altitud, pudieron derribarlo disparando a quemarropa con sus AK-47.

Los Mugin-5 han sido utilizado por ambos bandos en el conflicto, a pesar de que el fabricante decidió dejar de vender a Rusia y Ucrania con el inicio de la invasión. La página de Mugin Limited destaca que «no diseñan vehículos no tripulados para uso militar». El exoficial de la Armada británica y especialista en drones Chris Lincoln-Jones explicó a la CNN que se trata de un dispositivo muy burdo en términos militares.

El dron habría sido adaptado para su uso en el campo de batalla. La unidad derribada estaba presuntamente cargada con una bomba de cerca de 20 kilos que habría sido detonada posteriormente por soldados ucranianos.

Expertos estadounidenses creen que las tropas rusas han agotado su potencial ofensivo en Ucrania

r. m. m.

El estadounidense Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) en su último informe sobre la situación en el frente ucraniano, que reproduce BBC News, asegura que el ritmo de la ofensiva rusa se ha ralentizado en comparación con las semanas anteriores, y los mercenarios rusos del Grupo Wagner, que llevan desde el verano tratando de tomar Bajmut (Donetsk), tienen tan debilitadas sus capacidades de ataque que están cerca de esquilmar totalmente sus posibilidades.

Los expertos del ISW se refieren a los datos del portavoz oficial del Ejército ucraniano, el coronel Oleksii Dmitrashkovski, según el cual las fuerzas rusas realizan ahora de 20 a 29 ataques terrestres diarios, cuando hasta hace poco su número era de 90 a 100. A juicio de Dmitrashkovski, tal situación se debe a las «significativas» bajas sufridas por los efectivos del Ejército ruso y a la pérdida de equipos y armamentos durante los combates.

De ahí que el ISW considere que «la ofensiva rusa en la región de Lugansk está probablemente llegando a su punto de agotamiento, si es que aún no ha llegado». Y eso que Rusia ha enviado unidades de al menos tres divisiones a la línea Svátovo-Kremennaya. «Durante la última semana, las fuerzas rusas han logrado solo éxitos tácticos mínimos a lo largo de toda la línea del frente en la región de Lugansk, y las fuerzas ucranianas, con toda probabilidad, pudieron lanzar contraataques y recuperar territorio», escriben los analistas del organismo.

El ISW sostiene que en el sector más candente del frente, que es la zona de Bajmut, los Wagner probablemente también se están aproximando al final de sus posibilidades. En su resumen, el instituto cita fuentes militares ucranianas que insisten en que el número de tanques en Bajmut ha disminuido en los últimos días.

El informe habla también de las palabras del jefe de los Wagner, Evgueni Prigozhin, sobre la captura del pequeño pueblo de Zalizniánskoye, al noroeste de Bajmut, comentando que los mercenarios «probablemente solo estén llevando a cabo ataques locales oportunos contra pequeños asentamientos que no son demasiado difíciles de capturar».

La misión de la ONU concluye que el desprecio de Rusia por los civiles es «brutal»

La misión tripartita de la ONU para investigar violaciones de derechos humanos en Ucrania presentó este jueves su nuevo informe sobre los abusos en el conflicto, en el que identifica crímenes de guerra y contra la humanidad cometidos por las fuerzas rusas con «un brutal desprecio por la vida de los civiles», según subrayó su presidente, el noruego Erik Mose.

El informe, que se presentará la próxima semana en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, muestra que Rusia «ha cometido numerosas violaciones de los derechos humanos y las leyes humanitarias», señaló Morse. Estos abusos «constituyen crímenes de guerra que incluyen asesinatos, ejecuciones sumarias, tortura y tratos inhumanos, violaciones y deportaciones forzosas», destacó.

El nuevo documento amplía de cinco a nueve las regiones de Ucrania investigadas por la comisión con respecto al informe preliminar de septiembre, también amplía de dos a once los meses a estudio y añade a la acusación previa de crímenes de guerra la de crímenes contra la humanidad.

Polonia, primer país de la OTAN que suministrará cazas a Kiev

j. c. b.

Polonia será el primer país de la OTAN que entregue aviones de combate a Ucrania para defenderse de la agresión rusa. El presidente polaco, Andrej Duda, anunció este jueves la entrega esta misma semana de «cuatro aviones operativos» y el próximo suministro de otros ocho hasta completar una escuadrilla de doce aparatos del tipo MIG-29 de producción soviética.

Duda subrayó que la entrega de esos cazas ha sido decidida por el Gobierno de Varsovia. Todos ellos fueron comprados a principios de los años 90 a la República Federal Alemana, que los había heredado a su vez tras la reunificación del país de la extinta República Democrática Alemana.

«Todo este tiempo han estado operando en la defensa aérea de nuestro país», dijo el presidente polaco, quien explicó que los ocho restantes aviones serán entregados en cuanto pasen una revisión exhaustiva.

Dron MQ-9 Reaper estadounidense.
Dron MQ-9 Reaper estadounidense. Janis Laizans | REUTERS

 Un dron que puede ir armado y diseñado para la vigilancia 

El dron «Reaper MQ-9» tiene capacidad para entrar en combate, pero fue diseñado para prolongadas labores de vigilancia. Así es el aparato que Estados Unidos afirma que tuvo que derribar este martes sobre el mar Negro después de que un caza ruso lo golpeara, haciendo que perdiera el control.

El «Reaper MQ-9», también conocido como «Predator B», tiene el aspecto de un avión, puede alcanzar una velocidad máxima de 480 kilómetros por hora, mide once metros y pesa unos 2.200 kilogramos, según figura en la web de la Fuerza Aérea de Estados Unidos.

Fue diseñado por la compañía General Atomics y entró en funcionamiento en 2007, convirtiéndose en uno de los primeros drones con capacidad para entrar en combate y que, además, podía llevar a cabo labores de vigilancia durante mucho tiempo y a gran altura.

Este modelo, que ha sido actualizado en varias ocasiones, tiene actualmente la capacidad de volar durante 30 horas cuando lleva a cabo labores de vigilancia, aunque ese tiempo se reduce a 23 horas cuando está cargado con armas, lo que aumenta el gasto de combustible.

El «Reaper MQ-9» está diseñado para poder llevar hasta ocho misiles aire-tierra «AGM-114 Hellfire», destinados a destruir carros de combate, aviones y helicópteros, detalla en su web la Fuerza Aérea estadounidense. Dependiendo de la misión que vaya a desempeñar, el dron también puede incorporar un radar de apertura sintética, especialmente certero, y diferentes tipos de cámara para grabar vídeos: desde cámaras diurnas monocromáticas para grabar a color hasta cámaras de infrarrojos de onda corta.

Estos drones son vehículos aéreos no tripulados (UAV, por sus siglas en inglés), es decir, que no llevan una tripulación pero son dirigidos por un piloto de manera remota. Aparte de por el incidente ocurrido en el mar Negro, los «Reaper MQ-9» ganaron fama en los últimos meses por la guerra en Ucrania. La compañía General Atomics, fabricante de esos aparatos, quiso mostrar solidaridad con Ucrania y le ofreció esos drones por solo un dólar, pese a que fabricarlos cuesta más de 56 millones de dólares, según publicó The Wall Street Journal (WSJ).